ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Rusia es el segundo exportador de petróleo y el principal suministrador de granos del mundo, con una cuarta parte del total, y las sanciones han provocado que el precio del petróleo sobrepase los 110 dólares por barril, mientras el trigo ya toca su nivel más alto desde 2008. Foto: Ilustración tomada de la República

A raíz de las sanciones impuestas a Rusia por su guerra en Ucrania, en los medios diseñados para la propaganda contra Cuba se percibe cierto sentimiento de euforia, dada la abrupta interrupción del flujo turístico proveniente de ese país euroasiático. Semejante placer es consustancial con su misión agorera; pero sucede que en un mundo globalizado los fenómenos económicos suelen ser mucho más complejos, y esa misma crisis ha provocado que se disparen los precios del níquel.

De principios de enero a esta fecha, el níquel incrementó su valor en un 35 %, unos 7 000 dólares más por tonelada, lo cual cubre con creces las pérdidas por la caída del turismo ruso. Ahora bien, ¿significa esto que el contexto favorezca la economía cubana? Desde luego que no: nuestro país, como el resto del mundo, sentirá los rigores de la crisis. 

Si en alguna actividad humana puede apreciarse con claridad la vigencia del llamado «efecto mariposa», es en la economía global. Semejante efecto expresa que, si en el sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante determinado proceso de amplificación, ello podrá generar consecuencias significativamente mayores a corto o mediano plazos. Su nombre proviene de un viejo proverbio chino: «el aleteo de una mariposa puede provocar un tornado al otro lado del mundo».

Brindo un ejemplo que a primera vista pudiera sonar anodino: las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia amenazan con interrumpir los suministros de neón al mercado de la electrónica. Acostumbrados como estamos a mirar, sobre todo, los grandes números de la macroeconomía, uno pudiera decir: ¡Conque neón!, menudo asunto cuando la economía de Rusia apenas representa el 1,7 % de la producción mundial total; pero no es tan sencillo, cualquier minúsculo elemento del sistema puede generar un caos global.

Resulta que sin neón no hay microchips, y sin microchips no hay automóviles, computadoras, teléfonos inteligentes… no podemos imaginar la vida moderna sin estos artilugios. Y el caso es que Rusia produce el 90 % del neón mundial necesario para la litografía en los microchips, mientras el 60 % se refina en Ucrania.

Las reservas de microchips fueron duramente golpeadas por la pandemia en 2021, y se estima que los inventarios alcancen para menos de cuatro semanas. Las fuentes alternativas requerirán inversiones a largo plazo antes de que puedan abastecer el mercado global, pero Estados Unidos ha amenazado con suspender el suministro de microchips a Rusia, y en medio del frenético toma y daca, lo peor se puede esperar.

Dos meses atrás, el presidente Joe Biden no se cansaba de culpar a las interrupciones en las cadenas de suministros, que han dado lugar a escasez de bienes y que aumenten los precios al consumidor. Al cierre de enero seguía disparada la inflación en ese país –la mayor en los últimos 40 años– y ello indica que la crisis está lejos de resolverse. De tal modo, no parece lógico aplicar medidas que contribuyan a generar más interrupciones, algo que ya está sucediendo, pues las sanciones no solo dañan a Rusia, sino a todos los demás países, incluyendo a los propios sancionadores.

De entrada, el mercado de la energía y los alimentos amenaza con descontrolarse. Rusia es el segundo exportador de petróleo y el principal suministrador de granos del mundo, con una cuarta parte del total, y las sanciones han provocado que el precio del petróleo sobrepase los 110 dólares por barril, mientras el trigo ya toca su nivel más alto desde 2008.

El precio de los futuros del gas en Europa ha roto su récord histórico. Al momento de escribir estas líneas ya superaba los 200 euros por megavatio hora, si bien en marzo de 2021 se cotizaba próximo a los 15. Cuando en el otoño pasado se disparó el precio de la energía, muchas de las pequeñas empresas europeas cayeron en bancarrota, e, incluso, fueron cerradas las plantas de fertilizantes en Reino Unido. Ahora la preocupación llega a las grandes fundiciones y fábricas de productos químicos de toda Europa.

El precio de muchos metales también aumenta de forma considerable. Rusia y Ucrania lideran la producción de hierro, cobre y níquel, y también participan en gran medida en la exportación de productos esenciales como el platino y el paladio, un metal que se usa en casi todo, desde escapes de automóviles, hasta teléfonos móviles y empastes dentales. Las industrias aeroespaciales estadounidenses y europeas dependen del titanio ruso y no parece sencillo acudir a proveedores alternativos.

El aluminio trepa a máximos históricos, superando los alcanzados, en 2008 durante la crisis financiera global. En esto no solo incide que Rusia produzca el 6 % del aluminio mundial, sino también la crisis energética en Europa. Grandes fundiciones como la Aluminium Dunkerque Industries France, y la Trimet Aluminium se, de Alemania, manifiestan que con los precios actuales de la energía no es económico fundir ese metal.

O sea, las sanciones están derivando en una suerte de «fuego amigo», mientras tampoco parecen generar el daño previsto a Rusia. Con el objetivo de aislar sus instituciones de los flujos financieros internacionales, un grupo de sus bancos fueron desconectados del sistema Swift, cosa que durante días se presentó como la más potente medida para dañar su economía. ¿Pero con ello provocarán el colapso financiero pronosticado? Habrá que esperar; mas, por lo pronto, tras la caída del rublo en un 28 %, este mantiene estabilidad en la nueva cifra, con ligeras oscilaciones hacia la recuperación, y ya no hay tanto optimismo en la retórica mediática occidental.

Sucede que semejante sanción ha dejado demasiadas ventanas de escape. No todos los bancos han podido ser desconectados, dada la dependencia europea del gas ruso con un 40 % del consumo en toda la Unión. Ciertamente, en lo adelante Rusia podrá tener dificultades con las transacciones bancarias y la cotización del rublo, pero no tanto en la mensajería financiera interna, donde dispone de su propio sistema. Hacia el extranjero pueden establecer puentes con los bancos no sancionados; usar alternativas como el correo electrónico, el fax y el télex, amén de realizar pagos en criptomonedas.

Pueden, asimismo, usar el cips chino: una infraestructura de mercado financiero, alternativa del Swift, y que a diferencia de este tiene como ventaja ofrecer servicios de compensación y liquidación. De hecho, apenas los bancos rusos fueron sancionados, varias compañías chinas vinculadas al cips aumentaron significativamente sus acciones, cuestión esta que, en modo alguno puede significar una buena noticia para la hegemonía del dólar.

Entretanto, ya algunas importantes transnacionales de Occidente se han visto atrapadas entre «dos fuegos». Por ejemplo, Citigroup Inc., la mayor empresa de servicios financieros del mundo, anunció tener 9 800 millones de dólares expuestos en Rusia. Esto incluye mil millones en efectivo en bancos e instituciones financieras rusas, 1 800 millones de recompra inversa, y 1 600 de deudas por cobrar. De un lado se le prohíbe realizar transacciones financieras con ese país; de otro, Rusia ha decretado que el 80 % de los ingresos en divisas extranjeras debe ser cambiados por rublos.

En cuanto a nuestro país, el impacto mayor vendrá del alto precio de los alimentos y los combustibles, pero también del aumento de las tarifas de fletes, que ya para Cuba eran altas, como consecuencia de la Ley Torricelli. Asimismo, las aerolíneas verán incrementados sus costos, lo cual pudiera incidir en una disminución del flujo turístico.

Hasta aquí una apretada síntesis del negro horizonte que se vislumbra como presagio de peores tormentas, si finalmente no prima la cordura. La retórica incendiaria predominante en gobiernos y medios, tal vez sirva para anestesiar la conciencia de quienes serán los más afectados –de modo que tengan un demonio a quien culpar–; pero no ayudará a salir de la crisis ni al crecimiento económico de sus países. Tampoco parece que lo hará el uso de duras sanciones a Rusia, sin que esto no se convierta en un bumerán para quienes las aplican.

Según recoge la Declaración del Gobierno Revolucionario Cubano, se impone abogar por una solución diplomática seria, constructiva y realista por medios pacíficos, que garantice la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad y la seguridad regional e internacional; y para ello es necesario tomar en cuenta las legítimas preocupaciones de todas las partes. Han sido dos años duros, con una pandemia que se llevó por delante muchas vidas y ralentizó el crecimiento económico global. El mundo necesita paz y garantías de progreso para todos, no otra nueva crisis cuando aún no se recupera del tremendo impacto de la COVID-19.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Cristy dijo:

1

6 de marzo de 2022

05:42:37


Esta situacion es muy triste, ahora peligro de guerra nuclear, seria el fin del mundo. En España los precios han subido mucho pero pienso en vosotros amigos Cubanos, ¿ como os llegara los sumistros desde Rusia? Porque cada pais cuida de su pueblo en vez de declarar guerras tan crueles??? a mi edad 77 años ya no entiendo el mundo en el que nos toca vivir. Ojala pronto todo vuelva a la normalidad.PAZ PAZ PAZ

Yaniset dijo:

2

6 de marzo de 2022

08:14:07


Excelente panorámica. Requerimos de más espacios de análisis donde se coloquen estos temas, sobre todo porque ante esta crisis es obvio que el impacto en nuestra economía no se hará esperar, y no podemos darnos el lujo de que nuestra población no este debidamente empapada en el asunto, que no es solo" formalmente informada", sobre todo porque esto va a ser utilizado por los medios reaccionarios para generar más caos y malestar. Por otro lado" es obvio que estamos asistiendo a un escenario donde se están reubicando las posiciones en la geopolítica mundial, hasta este momento veo a China expectante ), tomando ventajas, y sí al final de la contienda lo único seguro es que los países pobres terminaremos peor, los demás está por verse. Hay que estar alertas y sacar al níquel todo lo que pueda dar.

Ruffini dijo:

3

6 de marzo de 2022

20:01:36


Muy interesante