El Deportivo se ganó en Sestao el derecho a una bola de ascenso este domingo en un partido sin exceso de brillantez. Un partido que, si se tratara de un caso aislado, podría parecer que dejó el triunfo blanquiazul por casualidad. El matiz es que el equipo blanquiazul ha venido repitiendo cada 15 días comportamientos similares fuera de casa y los resultados reflejan que, más que casualidad, son consecuencia.
Consecuencia de haber sabido competir. De agarrarse a los partidos independientemente de cuál sea el escenario. Porque si este año el Dépor ha sufrido más en Riazor, sus prestaciones a domicilio se han multiplicado exponencialmente en comparación a las últimas dos temporadas, algo que le ha permitido forjar en el barro un liderato que está a punto de devolverlo al fútbol profesional.
11 victorias en 18 partidos hasta el momento que lo convierten en el mejor visitante de toda Primera Federación. De largo en su grupo, pero incluso también por delante del ya ascendido Castellón o el Córdoba del Grupo II. Triunfos en campos a priori poco propicios como el del propio Sestao, el Teruel, el Arenteiro o el del Sabadell, pero también en feudos de rivales directos como Balaídos o el Johan Cruyff.
El Deportivo ha disputado ocho partidos fuera de casa en esta segunda vuelta. Ha ganado 7. Ese saber competir mantiene al equipo blanquiazul con un suelo tan alto que el peor escenario parece siempre empatar. Sólo ha encajado tres goles en este tramo, por lo que cuando la efectividad ha bajado, ha seguido ganando, y cuando había inspiración, aplastaba. Como en Logroño, Pamplona o Teruel, remontada incluida.
Sólo tres derrotas a domicilio
Y es que incluso en la primera vuelta, cuando el equipo no acababa de arrancar, los resultados fuera de casa eran más que aceptables. Cuatro victorias, tres empates y tres derrotas, las únicas del curso. Y hasta las derrotas tienen asterisco. Ante el Fuenlabrada se escapó un triunfo de características muy similares a otras esta temporada por un descuento fatídico (2-1). En Irún se dio el partido tonto de todas las campañas con una bajada de brazos intolerable (3-0) y ante la Cultural cayó por 1-0 en el Reino de León, el campo más difícil del grupo en el que los locales han ganado 11 de sus 17 encuentros.