Todibo y Yerry Mina, las salidas más revalorizadas del Barça desde que se fue Neymar

Entre el francés y el colombiano sólo jugaron once partidos como azulgrana pero pueden dejar hasta 36 millones de rentabilidad

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Jean-Clair Todibo, negocio para el Barça

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Un fichaje es rentable fundamentalmente por su rendimiento futbolístico, pero también puede serlo por su balance económico. En el FC Barcelona, en los últimos años, puede decirse que en el segundo de los casos los fichajes que mejor saldo han dejado entre lo que costaron al llegar y lo que se cobró por ellos al salir son Jean Clair Todibo y Yerry Mina.

Desde que en 2017 el PSG hizo saltar la banca al llevarse a Neymar del Camp Nou pagando al Barça los 222 millones de euros que figuraban como cláusula de rescisión de contrato, el club azulgrana se reforzó con futbolistas de gran expectativa, con Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho y Antoine Griezmann como ejemplos más relevantes, pero también lo hizo con futbolistas de perfil infinitamente más modesto. Curiosamente, dos de ellos han sido en estos últimos cinco veranos los que más se han revalorizado en el mercado pese a su anecdótica aportación deportiva como jugadores del FC Barcelona.

Todibo, central francés fichado al Toulouse por un millón de euros en enero de 2019, acaba de ser traspasado en junio de 2012 al Niza por 8,5 millones más otros siete en variables. En octubre de 2020 fue cedido al Benfica, que se comprometió a pagar dos millones en concepto de cesión, pero el francés duró poco en Lisboa y acabó en el Niza. primero como cedido y finalmente en propiedad. De manera que el Barça podría acabar cobrando por Todibo hasta 17 veces lo que pagó por su fichaje.

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Yerry Mina, jugando con el Everton

Alex Livesey / Alex Livesey / Getty

Otro refuerzo que no despertó ningún entusiasmo cuando el Barça lo cerró fue el del central colombiano Yerry Mina. En enero de 2018, el club azulgrana abonó 11,8 millones al Palmeiras por el internacional cafetero y en agosto del mismo año fue vendido al Everton por 32 millones, así que prácticamente el Barça triplicó su valor de mercado. Lo curioso del asunto es que habiendo jugado Mina seis partidos en el Barça y Todibo cinco, entre ambos pueden acabar dejando un beneficio neto de 36 millones de euros, computando lo que costaron y lo que dejaron.

Marlon, Digne, Malcom, Semedo

Otros futbolistas que al llegar fueron recibidos con relativa indiferencia fueron buenos negocios para el Barça económicamente hablando. En 2016, el Barça firmó al central brasileño Marlon Santos al Fluminense por seis millones de euros y acabó cobrando 12 al vender al defensa en 2018 al Sassuolo por haber jugado 50 partidos con el equipo italiano.

Ese mismo año. el club azulgrana fichó al lateral francés Lucas Digne, pagando 16 millones de euros al PSG. Dos veranos después, en agosto de 2020, Digne fue traspasado al Everton por 20,2 millones de euros, más 1,5 en variables. Digne jugó 45 partidos oficiales como azulgrana. Económicamente, el Barça sacó con él 5,7 millones más de lo que invirtió.

Con Malcom, el Barça también acabó haciendo negocio; poco, pero negocio. En verano de 2018, el extremo brasileño fichó por el Barça a pocas horas de irse a firmar por la Roma, en una operación en la que el club azulgrana abonó al Girondins de Burdeos 41 millones de euros y otro en variables. Un año después, en 2019, el Barça traspasó a Malcom al Zenit de San Petersburgo por 40 millones y otros cinco en bonus. De manera que, entre lo comido por lo servido, el club azulgrana llegaría a sacar cuatro millones de rédito.

Otro jugador que, pese a haber sido prácticamente titular en el Barça, su papel como azulgrana no pasó de discreto fue Nelson Semedo. En cambio, como operación económica, su fichaje acabó siendo rentable: en 2017, el Barça pagó al Benfica 30 millones de euros y otros cinco en variables, y en 2020, el lateral internacional portugués se fue al Wolverhampton por los mismos 30 millones que había costado, además de un bonus de 10. Expresado de otro modo, el Barça podría sacar cinco millones más de lo que invirtió inicialmente.

Es evidente que cuando un club de la dimensión del Barça firma a un futbolista lo hace eminentemente por motivaciones deportivas, pero vistos estos casos igual no es mal asunto estar atento a las oportunidades de mercado que tengan una fácil revalorización. Todibo, de paso irrelevante por el Camp Nou, es el ejemplo más reciente y, sin duda, el más jugoso.

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