El documento precisa que desde la posesión del presidente, Iván Duque, el 7 de agosto de 2018 hasta ayer, 573 líderes sociales y defensores de derechos humanos murieron asesinados en esta nación suramericana y el 13,96 por ciento fueron mujeres.
Indepz detalla que el 85 por ciento de los homicidios tienen lugar en 132 municipios de los departamentos de Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Norte de Santander, Nariño, Putumayo y Córdoba.
En tanto, añade que desde que se suscribió el Acuerdo de Paz en 2016, en 681 casos de homicidios las víctimas pertenecían a organizaciones campesinas, indígenas, afro descendientes, ambientalistas y comunales.
Los conflictos agrarios por tierra, territorio y recursos naturales representan el 70,13 por ciento de los homicidios, acota.
Agrega que 95 fueron asesinados en el contexto del Programa Nacional Integral de Sustitución de cultivos de uso ilícito (PNIS), más bien en el marco del abuso de autoridad en operaciones de erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito.
Asimismo, el informe describe que desde que se suscribió el acuerdo de Paz hasta el 21 de febrero de 2020, 16 ex guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, en proceso de reincorporación fueron desaparecidos forzadamente en Colombia.
Considera que esta situación cada vez más grave forma parte los conflictos persistentes en el posacuerdo, a la paz inconclusa y la inercia de las guerras, a la polarización, estigmatización y los discursos del odio.
Además, a la falta de previsión, lentitud y freno en la implementación de los programas acordados, recomposición de violencias y de grupos armados, nuevo desorden en la cadena del narcotráfico y mayor papel de las mafias internacionales.
Indepaz hace una serie de recomendaciones para salir de esta crisis entre las que sobresale el cumplimiento integral de los acuerdos de paz e implementación participativa de los planes de desarrollo con enfoque territorial.
mem/otf
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