Rowerth Goncalves || @rowerth92
Luis Bethelmy pudo ser beisbolista, de no ser porque una tarde varios amigos se lo llevaron a una partida de baloncesto en el barrio. Por aquellos días, el ya espigado adolescente de 14 años de edad exhibía talento como lanzador y primera base , algo que alimentaba las esperanzas “grandesligas” de sus padres. Pero cuando se cruzó con el balón y la canasta, vio al baloncesto como forma de ganarse la vida.
“Antes no era como ahora, que los scouts de beisbol van a cualquier pueblo a buscar talento”, comenta. “Jugaba desde niño a la pelota. Un día a mi mamá le dijeron que tenía talento y que me iba a ver un scout allá en Güiria. Me mandó para el estadio, pero por cosa de muchacho y por la fiebre que tenía con el baloncesto, en el camino me fui para Irapa a jugar un torneo con mis amigos”, cuenta entre risas.
En la víspera de la Copa del Mundo, Bethelmy rememora una vida dedicada al baloncesto. Con 12 años al servicio de la selección es uno de los dos jugadores más veteranos en la formación nacional, con participación en casi todos los torneos de La Vinotinto desde su debut en el Preolímpico de Las Vegas en 2007.
“Llegué muy tarde al baloncesto. Al principio lo que hacía era tomar rebotes y clavarla. Con el tiempo, mejoré algunas cosas. Cuando Cocodrilos me firmó, estuve en Caracas solo en una residencia que tenía el equipo. La mitad de lo que ganaba, que era muy poco, se lo enviaba a mi mamá, y lo que me quedaba apenas me alcanzaba para vivir. A pesar de que tenía familia cerca, decidí afrontar todo con mis propios medios. Cerca de la residencia había una señora que me ayudaba con comida, me prestaba el teléfono para llamar a la casa. Siempre le agradezco lo que hizo por mí. Fueron duros esos años”, recuerda con emoción.
Al final de una extenuante sesión de entrenamiento, efectuada en el Centro de Preparación Olímpica Giulio Onesti de Roma, Bethelmy fija la mirada en el futuro inmediato. “Nosotros creemos en lo que hacemos”, afirma categórico. “Ha sido así desde que se consolidó este grupo. Siempre tenemos en mente lograr nuestros objetivos, y trabajamos muy duro para ello. Es la primera vez que estaremos en un Mundial, y somos conscientes de que el nivel que enfrentaremos es muy alto. Lo hemos visto en los partidos amistosos.
Realmente para todos es un reto grande, pero eso es lo que siempre nos ha motivado”, concluye el miembro de los Guaros de Lara en la LPB.