Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.Al final, un bebé inflable de Trump apareció por los aires, y resulta que no era tan grande como esperábamos, de hecho era lo suficientemente pequeño como para preguntarnos si el genio detrás del globo le sacó el provecho que se merecía. Tranquilos, muchachos: solo era un globo en una protesta, básicamente un cartel con un poco más de flotabilidad, en realidad no hay necesidad de tener un debate nacional sobre el tema.
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Está bien, el debate sobre el globo y las protestas contra Trump son un momento importante en la guerra cultural. Con los provocadores de YouTube rompiendo la burbuja de los progres hipersensibles, recientemente la derecha logró posicionarse como la nueva "contracultura". El manto que la izquierda solía sostener al criticar el patriarcado y la injusticia ha sido recogido por los reaccionarios, ya que tratar de no ser un idiota sexista y racista se ha vuelto más mainstream. Las luchas contra la opresión apenas terminan, pero lo que solía contar como insurgencia contracultural se ha normalizado en los centros de producción cultural. Entonces ahora tenemos un montón de neckbeards estúpidos pensando que son punks contestatarios.Esta situación es irónica, teniendo en cuenta que al darle la bienvenida a su héroe, la derecha se ha convertido en parte del comité de bienvenida de Trump, del lado del estado británico, opuesto a la contracultura, que participó en un desfile de bandas de marcha militares y ha gastado millones en una operación policial.La gira de Trump fue una oportunidad para que la izquierda recuperara su ventaja iconoclasta. Enviamos al fotógrafo Orlando Gili a la protesta de hoy para capturar a algunos de los mejores fuck you para Trump.
