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Columna
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Odile

Ocurrió en Francia. Incapaz de soportar el abandono de su mujer, se filmó con la hija de ambos, de dos años y medio, despidiéndose de su madre. La mató a continuación. Intentó suicidarse pero falló

Juan Jesús Aznárez
Imagen del documental 'La historia de Odile'.
Imagen del documental 'La historia de Odile'.

La lógica espantosa del paranoide. Ocurrió en Francia. Incapaz de soportar el abandono de su mujer, se filmó con la hija de ambos, de dos años y medio, despidiéndose alegremente de su madre: Adiós mamá, te quiero. La mató a continuación. Intentó suicidarse pero falló. En un hospital, bajo vigilancia policial, un psiquiatra le preguntó si estaba dispuesto a hablar con su esposa. “Sí, pese al daño que me ha hecho”.

Movistar + repone este mes La historia de Odile, un docudrama soberbio sobre el fracaso de la psicoterapia con dementes aparentemente cuerdos, a través de la tragedia de Odile, en Dunkerque. Su marido, Bruno Zuliani, había seguido un tratamiento contra el maltrato y los celos descontrolados, pero acabó matando a los tres hijos del matrimonio, de 16, 14 y seis años, y se ahorcó. Un año antes, José Bretón había asesinado a sus dos hijos y no se ahorcó.

La madre francesa se sinceró ante las cámaras del director Olivier Pighetti apenas dos días después de una pérdida sobrellevada con medicamentos. Necesitaba exorcizarse, entender, abordar la sospecha de que su sumisión conyugal pudo haber sido culpable. Pese a un intento de estrangulamiento, siguió casada por sus hijos, para evitarles el sufrimiento del divorcio.

El caso se asemeja a otros de la crónica negra española televisada casi en directo recientemente, trasgrediendo, en ocasiones, deontología y decencia. El padre francés acuchillando a sus hijos, la frialdad emocional de Bretón quemando a los suyos. Y la dialéctica del espanto: yo sufro, ella es la causa de mi sufrimiento pero no le importa; sólo ella podría ponerle término, y no quiere hacerlo; debe sufrir al máximo, perdiendo lo que más quiere.

Los asesinos no son padres durante la perturbación mental. Sus hijos son tan sólo un medio para llegar a sus exparejas. La psicoterapia con un paranoico es la pesadilla del psiquiatra: el loco más previsible y el más imparable. La historia de Odile, la de millones.

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