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Dinero

Actuar como psicópata puede ayudarte en el trabajo, si eres hombre

Hombres y mujeres son percibidos de manera distinta cuando muestran rasgos como agresión y dominio en el trabajo.
LC
traducido por Laura Castro
Hombre con sonrisa como de psicópata.
Maria Nicolaou/Getty Images.

Artículo publicado originalmente por Tonic Estados Unidos.

Pensemos en la personalidad psicopática: dominante, impulsiva, carente de empatía. Para la mayoría de las personas, eso no describe al jefe ideal. Pero desde determinado punto de vista, el prototipo del psicópata despiadado es el modelo casi perfecto para un CEO. (Aunque esa impulsividad podría representar un problema, como es el caso de Musk, Elon). Cualquiera que se sienta frustrado a causa el poder corporativo puede imaginar fácilmente que los cargos ejecutivos están llenos de personas como Patrick Bateman de American Psycho. Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de algunas famosas investigaciones, realmente no estaba comprobado que la personalidad psicopática fuera la que dominara entre los líderes empresariales.

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Un nuevo estudio publicado en el Journal of Applied Psychology, utilizó datos de 92 muestras independientes para examinar qué tan comunes son los jefes psicópatas. Los hallazgos sugieren que, sí, las personas con rasgos de personalidad psicopática son ligeramente más propensas a ser jefes. Sin embargo, el estudió no confirmó que los puestos de liderazgo estén ocupados en su mayoría por psicópatas, esa preocupación probablemente sea una exageración.

Estos hallazgos se basan en el análisis de 92 muestras independientes provenientes de investigaciones anteriores. No obstante, el estudio descubrió que si bien las tendencias psicopáticas no están a la alza en los lugares de trabajo, si hay un sesgo a causa de un doble estándar relacionado con el género. Al desglosar los datos, los investigadores descubrieron que los rasgos psicopáticos valorados en los hombres (agresividad, voluntad de afirmar su dominio) pueden ayudarlos a emerger como líderes y parecer más eficientes. Mientras que esos mismos rasgos, en las mujeres, son percibidos de manera negativa.

"La existencia de este doble estándar ciertamente es desalentadora", dijo en un comunicado Karen Landay, autora principal del artículo y estudiante del doctorado en administración de la Universidad de Alabama. “Me puedo imaginar que a las mujeres que buscan posiciones de liderazgo corporativo les dicen que deben emular a los líderes masculinos exitosos que muestran tendencias psicopáticas. Pero estas aspirantes a líderes podrían luego sorprenderse desagradablemente al descubrir que sus resultados no son tan positivos como los de ellos".

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Cualquier mujer que haya sido descalificada por ser "gritona" mientras que su equivalente masculino es alabado por ser "asertivo" probablemente esté poniendo los ojos en blanco justo ahora, ya que este es un caso de investigación que valida la experiencia cotidiana de muchas personas. Pero más allá de provocar una respuesta de “¡ni que lo digas!”, estudios como éste pueden convertirse en un motor que impulse el cambio, dejando claro que sí, hay un problema.

Más allá de la exasperante disparidad de género, el estudio también sugiere que los psicópatas no son tan buenos para los negocios. Si bien las características psicopáticas podrían ayudar a alguien a sobrevivir en los cargos ejecutivos, los hallazgos sugieren que no son rasgos que formen líderes eficaces.

“En general, aunque no existe una relación positiva o negativa entre la rentabilidad de una empresa y las tendencias psicopáticas presentes en los líderes de la misma, sus subordinados seguirán odiándolos”, dijo en un comunicado Peter Harms, profesor asociado de gestión de la Universidad de Alabama. "Por lo tanto, probablemente podemos asumir que se comportan de una manera que es nociva, y cualquier amenaza a la que recurran para 'motivar' a los empleados realmente no rinde frutos".

Los psicópatas, en otras palabras, no pueden trabajar bien con otras personas. La falta de moralidad y empatía no son las características de un buen líder, y esa es una verdad que no depende del género.