Y Zidane está tan tranquilo

En Moscú aparece estos días en vallas publicitarias el rostro sonriente y relajado de Zizou, el mismo con el que compareció al lado de Florentino Pérez el día de su huida. Es inevitable pensar en el francés disfrutando en el limbo mientras el club se enfrenta al vacío de estar sin entrenador. Que el Madrid lleve casi dos semanas sin técnico es una disfunción grave, provocada por la inconsciencia de quien no pensó en la entidad a la hora de tomar una decisión impulsiva. La retirada de Zizou es oportuna, él mismo reconoció que su mensaje en el vestuario estaba agotado, pero decidirlo tarde y anunciarlo inmediatamente dejaba al club expuesto y sin capacidad de reacción.

¿Por qué no previno a Florentino? Y si fue un ramalazo imprevisible, ¿por qué no dio un tiempo al Real Madrid para moverse? ¿Tan importante era para él salir pitando cuando unos días antes estaba decidiendo la pretemporada? Por mucho que el club se haya puesto a buscar, el mercado está restringido por la urgencia y va a ser inevitable la sensación de que, salvo que sea Mauricio Pochettino, el elegido tenga la apariencia de un segundo o tercer plato recalentado. Y Zidane tan fresco...