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Identidad

Cómo hacerle sexo oral a una mujer trans no operada

Mujeres transexuales que no se han sometido a cirugía y expertas en sexo trans hablan sobre el placer oral.
Sergio Ávila
traducido por Sergio Ávila
Foto por T-Rex y Flower vía Stocksy

Todos los cuerpos son diferentes, lo que significa que el placer siempre es algo complejo. Y ese es el caso incluso para acciones tan comunes y corrientes como el sexo oral.

Para esta entrega de How to Sex, entrevisté a mujeres trans que no han tenido una operación de cambio de sexo —y que podrían nunca tenerla—, sobre como les gusta ser complacidas oralmente. Para tener más contexto al respecto, también hablé y recolecté algunos consejos de profesionales expertas en sexo trans. Y básicamente dejo que ellas dirijan la conversación porque, como dijo la escritora trans Kennedy Nadler: "Es raro que en una conversación pública sobre lo que hacen las mujeres trans en la cama se incluya un vocabulario y una gramática decididos por nosotras".

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De todas formas, no traten lo siguiente como un manual, sino como sugerencias e inspiración. Y también recuerden que ser conscientes, receptivos y comunicativos con su pareja es más importante que cualquier guía de sexo en Internet.

¿Qué hay en los nombres?

Las mujeres trans se refieren a sus genitales de maneras innumerables: algunas dicen "clítoris", "vagina", "vulva"; otras dicen "pene" o "verga"; algunas dicen "paquete", otras dicen "genitales", unas más dicen "partes nobles" y una mujer muy graciosa simplemente los nombró "Brenda" (por razones enunciativas he utilizado en ocasiones términos anatómicos como "glande" y "pene", pero de resto he permitido que las mujeres entrevistadas describan sus cuerpos como ellas lo prefieran).

También hay todo un espectro para nombrar el sexo oral, e incluye "cunnilingus", "comer coño", y algunas mujeres incluso disfrutan el término "mamada". Depende de quién lo esté recibiendo y cómo se sientan con respecto al acto y sus genitales.

"'Bajar' y 'comer coño' son términos geniales", dice Matty Lynn Barnes, una fotógrafa trans radicada en Oakland. "Aunque en general no me gusta ser quien lo da. Definitivamente me desagrada cualquier término que haya denotado históricamente el sexo oral con un hombre cis".

Mara, una mujer trans de Chicago (cuyo apellido ha sido omitido para proteger su privacidad), dice que su descripción del acto depende de la situación. "Soy muy flexible en cuanto al [lenguaje] que uso. Algunas veces me gusta algo más brusco y digo cosas como, 'quiero que me mames la verga ya', y otras veces soy muy tierna y digo, 'quiero bajar y chuparte todo hasta que no puedas respirar'".

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Para los que dan sexo oral: si no están seguros/as de como llamar el acto —o están inseguros/as de si su pareja siquiera está interesada en recibirlo— solo pregunten. Hacer suposiciones erradas puede ser un fuerte bajonazo sexual.

Técnicas de lengua

Los movimientos asociados al sexo oral para mujeres trans son similares otros tipos de cunnilingus; usar la lengua para lamer o morder muy gentilmente los genitales, y/o usar la presión de la cara y la nariz para estimular el área.

Es importante recordar que el clítoris y el glande (la cabeza del pene) son homólogos, lo que significa que estructuralmente son similares y están hechos de las mismas células embrionarias. Ambos tienen muchas terminaciones nerviosas y puede que para ella se sienta bien enfocarse en esas áreas sensibles, el glande y el frenillo (el tejido conectivo en la parte de abajo de la cabeza). Así que, cuando lo hagan, pónganle mucha atención a esa cabeza.

"Entender que [el clítoris y el glande] comparten el mismo origen y no son completamente diferentes el uno del otro fue algo muy liberador para mí", dice Matty Lynn. "Además, para una mujer trans que opte por una vaginoplastia, esta es la porción que es reubicada y reformada para convertirse en el clítoris. Este conocimiento me ayudó a aceptar y querer esa porción específica de mis genitales, o al menos a tenerla con menos desprecio. Cuando alguien baja y me la chupa, los dirijo para que se enfoquen en esa área. Estoy segura de que las zonas y los movimientos específicos que se sienten bien son diferentes para todos (como para las personas con clítoris), pero me he dado cuenta de que es una gran experiencia cuando la pareja enfoca un buen tiempo en esa área específica".

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No obstante, Allison Moon escribe en Girl Sex 101, "para algunas chicas, mucha estimulación en el glande puede ser molesta. Esto es especialmente cierto si les dan erecciones". En ese caso, Moon recomienda "pequeñas lamidas una pulgada debajo del frenillo, en la parte ventral de su clítoris".

Y Mey Valdivia Rude recomienda alternar entre la punta y la base. Para la segunda, ella dice: "intenta presionar tu lengua contra ella".

También deberías tener en cuenta los nervios. "Los nervios que estarás estimulando serán diferentes dependiendo de qué tipo de sexo oral estés dando", dice Mira Bellwether, autora de Fucking Trans Women, donde habla de los nervios que pueden producir mucho placer. Ella añade: "No estoy segura de haber expresado correctamente mi amor por el nervio vago, un nervio muy largo que puedes estimular con masturbación, sexo oral en tu clítoris, o estimulando tu ano".

También es importante recordar que si alguien se encuentra en terapia de hormonas, sus zonas erógenas pueden cambiar con el tiempo. Ese ha sido el caso de Mara: "¡Todavía me encanta que me chupen el clítoris/pene y creo que es súper excitante!", dice. "Pero las cosas ya no se mantienen duras como antes, así que a veces hay mucha presión para hacerlo bien cuando no estoy muy en control". Nuevamente, ahí es cuando debe entrar la comunicación.

Equipamiento y puntos alternativos de entrada

El sexo oral puede incluir juguetes sexuales, también incluye los testículos/escroto, la estimulación del perineo (el área llena de terminaciones nerviosas entre los genitales y el ano) y el ano mismo (prácticas como el rimming o lo que llaman el "beso negro").

"Es 2018 y todo el mundo come culo, y eso es por una razón: el analingus es algo súper placentero", dice Bellwether.

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Mara dice que su interés por el rimming ha incrementado desde que empezó su tratamiento de hormonas. "Mi pene ya no funciona como antes, y tener un orgasmo con solo mi pene ahora es poco común", dice. "Así que el rimming ha sido una gran cosa para mí. …Esto también ha sido importante para acceder a mi próstata, a la cual básicamente ahora llamo mi punto G".

Mara también recomienda una técnica de beso negro que no sabe si ya tendrá un nombre. Ella lo llama una "soplada", que me pareció genial. Ser "soplada", dice ella, significa que durante la estimulación anal, la persona "llena [el recto] de aire, y luego usa las dos manos y/o la boca para terminar".

Y si a tu pareja le gusta jugar con el escroto, en Girl Sex 101, Moon sugiere una técnica que ella llama la "ardilla voladora", que incluye apretar suavemente la piel del escroto, asegurándose de no agarrar testículos o venas, y llevar la piel hasta el glande. "La piel se estirará y se verá brillante. Luego puedes poner tu boca justo en el medio, presionando el clítoris al escroto. Luego puedes lamer, mordisquear y mamar como whoa". Ella añade, "dependiendo de qué le gusta a ella con sus testículos, puedes simplemente dejarlos quietos al lado del clítoris, o hacerles cosquillas. Si le gusta la estimulación en la próstata, un dedo en el ano mientras se lo chupas puede ser muy agradable. Si le gusta el muffing, dar dedo de esta forma durante el sexo oral también es una muy buena opción".

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Consejos para abrirse

El consejo de Matty Lynn para las mujeres trans y sus parejas que quieren probar el sexo oral es que experimenten. "Investiguen, aprendan sobre sus cuerpos, y descubran qué se siente bien para ustedes personalmente. Hay muchas maneras para que nosotras nos sintamos increíbles incluso si nuestra situación genital no es la ideal. Cuando ya sepan qué se siente bien para ustedes específicamente, háganselo saber a sus parejas. ¡Sean específicas!".

Además de experimentar y de encontrar a alguien en quien "genuinamente confíen para tener sexo", Bellwether recomienda tener apuntes en un cuaderno. "Anota lo que sirve para ti. No solo lo que te gusta o no te gusta (que es importante), sino lo que mejor funcione para tu cuerpo".

Por último, intenta no estar asustada. "Estaba muy, muy preocupada por cómo sería el sexo después de mi transición", dice Mara. "Pasé MUCHO tiempo preocupándome por tal cosa y tal otra, por perder sensación, por no poder mantener una erección, ¿acaso podría todavía satisfacer a otros?". Una cosa que Mara quería asegurarse de transmitir es que "todo va a salir bien y tu cuerpo seguirá siendo una maquina sexual increíble, pero simplemente necesitas estar ahí para ti misma en tu experiencia. Bota todas las expectativas y miedos por la ventana".

"Estos días, básicamente me encuentro reaprendiendo constantemente sobre mi cuerpo", dice, cosa que todos deberíamos hacer, francamente.