San Jan y la renovación que urge

Otro día más, Oblak. Da igual cuándo se lea esta frase que servirá, que vale, que Oblak habrá hecho otra de sus paradas. Sus guantes son la red del Atleti, siempre salvan. Oblak siempre tiene una parada que no se espera en la manga. Y otra, y otra. Sus guantes son como el símbolo del infinito. Grizi y Costa pueden marcar goles, muchos, pero ninguno es tan determinando como ese que los para, San Jan. Ellos pueden estar o no. Oblak nunca descansa.

Ayer sólo Cristiano logró encontrarle un resquicio. Y a la tercera. Las dos anteriores se topó con esas manoplas que levantan muros. Lo resumió perfecto Giménez antes del Barça en una entrevista en As. “Contra el Leganés, vi salir una pelota y dije: ‘Es gol’. No me di la vuelta por eso. ¡Y él va y la saca! ¡Cómo!”. Eso es Oblak. Esa seguridad da. Parece poco que su cláusula sea, ¡sólo!, de 100 millones. Su renovación debe ser ya lo primero. Partido a partido se lo gana con