Jaycee Carroll fue el primer fichaje de la era Laso, cerrado incluso antes de que el entrenador vitoriano aterrizase en el banquillo en aquel verano de 2011. Nadie mejor que el de Laramie representaba el cambio de estilo, el de un baloncesto veloz y de ataque. Han pasado siete años, Yeisi ya tiene 35 y se ha convertido en el extranjero con más partidos en la historia del club blanco. Clave en el primer título, la Copa del Sant Jordi, ese que cimentó el proyecto en 2012, y decisivo en el gran éxito, la Euroliga de 2015, en una final donde agarró en el tercer cuarto una racha de once puntos y puso al Madrid a volar.

En esta etapa con Laso en Europa, Carroll es el segundo madridista en partidos jugados (188) y el segundo en puntos (1.848). También es el segundo de toda la competición en triples anotados: 315, 43,6% de acierto. Y, además, es el ironman de la Euroliga. No se pierde un encuentro desde abril de 2014, son ya 132 de manera consecutiva. Ningún otro jugador puede decir lo mismo. Kyle Hines, pívot del CSKA y mejor defensor del curso, llevaba sin faltar a una cita desde enero de 2014, pero este año no se ha librado de las lesiones, aunque le permitirán estar en Belgrado. Se ha recuperado justo a tiempo para la Final Four.

Carroll promedia esta campaña 9,4 puntos en solo 16:07 en pista con un 45,4% en triples y un increíble 97,8% en tiros libres, 44 de 45. En el playoff ante el Panathinaikos elevó su media encestadora a 12 tantos (61,5% de tres). El atleta está listo para su quinta Final Four, un hombre de hierro con más talento que músculo. Un referente.