El Real Madrid se ha impuesto por 2-0 al Celta, en un partido en el que la gran noticia era que Zinedine Zidane, que regresaba al banquillo blanco, realizó una revolución en el once, en el que Keylor Navas, Marcelo, Isco y Gareth Bale fueron titulares.

Con el galo en el banquillo vimos a un Real Madrid bastante menos impetuoso en la fase defensiva, sin intención de presionar con agresividad. Esto derivó en un primer tiempo a un ritmo muy bajo, con el Celta moviendo la pelota pero sin encontrar vías de acceso hasta Navas, y con un equipo blanco muy lejos de la portería rival.

Eso sí, quien primero avisó fue el equipo de Escribá, que con un cabezazo de Maxi Gómez estuvo a punto de hacer el 0-1, evitado por Keylor Navas, que se sacó una mano maravillosa para negarle el tanto al uruguayo.

Después de aquello fue el Real Madrid el que más ocasiones generó. Marcelo, con un remate que sacó a córner Rubén Blanco, Kroos, que disparó desde la frontal del área, aunque su remate se marchó arriba, y sobre todo un remate de Bale, que se estrelló contra el larguero.

En la segunda mitad, el Real Madrid empezó con bastante más ritmo ofensivo, y de hecho en el minuto 55 Modric marcó con un buen disparo desde fuera del área, aunque el VAR demostró que Varane impedía la visión de Rubén Blanco, por lo que el tanto, al estar el francés en fuera de juego, fue anulado.

Fue en el minuto 61 cuando el conjunto merengue consiguió hacer el 1-0. Tras un fallo en la salida de balón del Celta, cuando Asensio hizo una magnífica jugada individual, le puso la pelota a Benzema, y éste empujó a la red en el área pequeña.

El Real Madrid siguió dominando la situación, y en el tramo final del encuentro Gareth Bale puso el 2-0 definitivo, después de una brillante jugada de Marcelo.