Roma, te has ganado tu vendetta

Treinta y cuatro años soñando con esta cita. Con la obsesión de aquel dramático desenlace en el Olímpico, pesadilla de cada romanista de ayer y hoy. Un final perdida en tu propio estadio, en los penaltis, de aquella manera, es una herida demasiado grande, que ha hecho sufrir a los giallorossi hasta el dolor físico, en algún caso. Nunca, desde entonces, el equipo capitalino tuvo la oportunidad de vengarse ante el Liverpool con otra final europea a la vista. Se la ganó, y tanto: una fase de grupos con Atlético y Chelsea, el Shakhtar en octavos, la épica remontada ante el Barcelona en los cuartos, hazaña ya en los libros de historia del fútbol.

Ahora queda lo más bonito y más difícil, para matar dos pájaros de un tiro: conquistar una final de Champions y borrar aquel triste recuerdo con otra actuación legendaria. Sencillo no va a ser: los de Klopp son muy buenos y enfrente, además, estará Salah, que este año tiene números de fenómeno y es un ex. Y los ex, en el fútbol y en la vida, tienen una gran especialidad: hacerte daño. Di Francesco, no obstante, no puede tener miedo: en esta Champions ha demostrado que cada rival es abatible. Con coraje, revolucionando su propia filosofía si era necesario.

Está a dos pasos de un objetivo que, al principio de este curso, ni el más optimista de los lupacchiotti se habría atrevido a imaginar. Y, en cambio, ahí está, cerquita. Ayer el Roma presentó su nuevo, esperadísimo patrocinador: Qatar Airways aparecerá en sus elásticas y pagará por hacerlo 10 millones por temporada. La misma compañía que lucía la camiseta del Barça, equipo que de finales entiende mucho. Una señal del destino, quizás. En una temporada tan bonita y absurda, para soñar todo vale...