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VIH

VIH y privacidad: cómo afecta a los usuarios de Grindr los datos revelados por la plataforma

Hablamos con algunos usuarios de Grindr y con personas seropositivas en México para saber cómo les ha afecta que se comparta su estado de salud.

Darle tap a un chico que te gusta, que él reaccione y se concrete una cita (que puede terminar en sexo) es la magia que ofrece la red social gay Grindr. Una magia similar a la que existe con otras apps de citas, como Tinder, Lovoo y Meetic, etcétera. El problema es que para llegar a ese ligue, estas compañías captan los datos sobre nuestras características y preferencias como individuos, de nuestros gustos sexuales, nuestra identidad de género, nuestra raza, edad, altura e incluso nuestra salud.

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A finales de marzo de este año, los 3.6 millones de usuarios de Grindr se pudieron enterar a través de BuzzFeed que la empresa Nearby Buddy Finder LLC, matriz de esta aplicación, había proporcionado “información que los usuarios de Grindr incluyen en sus perfiles, incluido el estado de VIH” a las compañías informáticas Apptimiza y Localytics.

A decir de BuzzFeed, Grindr también compartió datos como la ubicación de sus usuarios, su número de teléfono y correo electrónico. Ante la controversia, hablamos con algunos usuarios de Grindr y con personas seropositivas en México para saber cómo se ven afectados por este hecho.

“Desde que yo recuerdo, la aplicación siempre ha mostrado el campo de ‘estado de VIH’ y suele decir ‘negativo’ para la gente que ha compartido ese dato”, dice Miguel Ángel ‘C’, un hombre de 32 años usuario del sistema de citas.

Para él, el problema de revelar la información personal de los usuarios es claro: “Si las compañías se ponen a buscar a sus empleados con el banco de datos de Grindr, se encuentran con seropositivos y arremeten contra ellos, estarán en violación del derecho a la privacidad médica de las personas”.

Peor aún, que los perfiles de las personas con VIH se hagan públicos y den pie a una discriminación silenciosa: “Dudo que la gente vaya diciendo en sus perfiles que no quieren a ‘infectados’, del mismo modo que rechazan abiertamente a los afeminados”, dice Miguel Ángel.

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"Muchos usuarios deciden hacerlo público porque dentro de la comunidad LGBT es un tema que tiene presencia y visibilidad, aunque persiste la desinformación y los prejuicios"— X Martínez, usuario de Grindr.

Para ‘X’ Martínez, un joven de 28 años, el conflicto entre privacidad y uso de datos ocurre desde que se descarga la app: “Antes que nada hay que aclarar algo: los usuarios aceptamos los términos y condiciones de Grindr al otorgarle nuestro consentimiento, a sabiendas o no, de que la compañía dispondría de esa información que hacemos pública en nuestro perfil”.

“Entonces pasamos a la polémica sobre el derecho a la privacidad y, sobre todo, a la discusión de lo sensible y delicado que es todavía compartir el estatus de VIH. Muchos usuarios deciden hacerlo público porque dentro de la comunidad LGBT: es un tema que tiene presencia y visibilidad, aunque persisten la desinformación y los prejuicios dentro de la misma población no heterosexual”, apunta.

En el caso de Grindr, opina que los usuarios deben pensar más en limitar losque comparten con esta plataforma: “Yo no digo que sea malo o no lo sea compartir el estatus de VIH. De hecho, celebro que las personas lo hagan porque eso ayuda a visibilizar y normalizar algo que existe. Pero ante la crisis de privacidad que vivimos en estos tiempos y la forma tan deliberada con que funcionan las empresas tecnológicas, deberemos pensar dos veces qué sucedería si esos datos salen de la plataforma”.

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“Todavía se mantiene en la penumbra el tema de VIH". —Francisco ‘N’, usuario de PrEP y de Grindr.

Francisco ‘N’ es un chico de 24 años que tiene conocimiento de tratamientos para la prevención de VIH y que ha tomado medicamentos luego de tener una posible exposición al virus. Para él, hay una falta de educación sexual en cuanto al tema: “Todavía se mantiene en la penumbra el tema de VIH. Sobre todo porque hay una opción dentro de la app para ‘visibilizar’, en donde colocas tu estado de VIH. Hay varias opciones en las que viene negativo o con PrEP, o reactivo pero no detectable. Entonces la propia ignorancia de la gente le impide a veces entender estos términos”.

Agrega que en la sociedad mexicana este tipo de conocimientos tendrían que darse después de una “consultoría médica” sobre el VIH, algo que parece difícil en el contexto mexicano. Me dice que incluso en la comunidad homosexual existe una ignorancia sobre el tema y una discriminación latente.

“No es por defender a Grindr, porque no es mi intención, pero el hacer público el ser seropositivo es una decisión personal". —Teban ‘N’, seropositivo y usuario de Grindr.

Teban ‘N’ tiene 32 años, es portador de VIH y usuario la aplicación. Su opinión sobre la visibilidad de las personas seropositivas y su interacción en Grindr es muy clara:

“No es por defender a Grindr, porque no es mi intención, pero el hacer público el ser seropositivo es una decisión personal. Cuando haces tu perfil de Grindr, tú decides si lo haces público o no. En el caso de hacerlo público, cualquiera que tenga acceso a la app puede saberlo. En el caso de no hacerlo público, ni Grindr lo llegaría a saber”, me aclara.

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No obstante, la filtración de datos hacia terceros, opina, no está libre de pecado: “Quienes compartimos nuestro estado en Grindr (o en cualquier otra app), que es gratis y pública, ya deberíamos estar conscientes de que algo así podría llegar a pasar”. Y agrega: “Sí, Grindr vendió la información, y eso es ya un problema de confianza. Pero si tienes tu estado
de manera pública, pues era cuestión de tiempo para que alguien le diera mal uso a esa información”, sentencia.

A raíz de las indagaciones de BuzzFeed en la revelación masiva de datos, los responsables de Grindr recibieron una oleada de críticas de diversas partes del mundo. La presión social hizo efecto y el día 2 de abril, la compañía avisó que ya no compartiría información respecto al estado de salud de los usuarios.

El jefe de seguridad de la app, Bryce Case, compartió con BuzzFedd News que “en función de la reacción, una incomprensión de la tecnología, para disipar los temores de la gente”, los datos dejarían de ser compartidos a empresas como Localytics. Case defendió las acciones de la empresa; consideró que las acciones de Grindr fueron para mejorar la aplicación, y no para vulnerar a los seropositivos de su plataforma.

Sin embargo, las disculpas no frenaron la campaña desatada en redes sociales, principalmente en Twitter, donde se utilizó el hashtag #DeleteGrindr. En Latinoamérica las reacciones fueron parecidas a ésta:

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“Grindr comparte el estado VIH de sus usuarios con terceros, además de datos de geolocalozación en texto plano, ID del teléfono y un largo etc. ¿Su respuesta? Que éstas son prácticas habituales en apps de móvil. Borra datos, cierra cuenta y #DeleteGrindr”, animó el usuario ‘Alfa’, así como otros que compartieron la captura de pantalla de la opción “eliminar perfil” para luego darse de baja de la plataforma de citas.

Captura de pantalla.

Durante sus últimos post, el Twitter oficial de la app ha intentado aclarar, en medio de comentarios negativos, que sus intenciones no eran malas:

“Aseguramos a todos que siempre estamos examinando nuestros procesos en materia de privacidad, seguridad y uso compartido de datos con terceros, y siempre estamos buscando medidas adicionales que vayan más allá de las mejores prácticas de la industria”, sentenciaron en un comunicado subido a Tumblr.

La empresa aseguró que la prioridad de la app es proteger a los usuarios. Mantener el derecho de privacidad. “Jamás venderemos a terceros o anunciantes”, juraron. En un listado sobre sus razones, justificaron sus acciones como “una práctica estándar de la industria”.