Ballena cerca de barco de investigación. Image: NOAA
Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.El presidente Trump está presionando para permitir que las compañías de petróleo y gas utilicen explosiones de armas sísmicas mientras observan el lecho marino del Atlántico, una práctica que se estima daña o mata a decenas de miles de animales marinos.El viernes, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) dio un paso crucial hacia el objetivo de la administración de Trump al implementar "autorizaciones de captura fortuita", que son disposiciones especiales de la Ley de protección de los mamíferos marinos (MMPA) que permiten a las empresas "incidentalmente, pero no intencionalmente, hostigar a los mamíferos marinos". Según una declaración de la NOAA.Estas exploraciones sísmicas implican disparar armas de aire comprimido a alta presión desde el fondo de los barcos, produciendo ondas de choque acústico que rebotan en el fondo del océano. Las señales de rebote, capturadas por los sensores de la nave, se utilizan para trazar la topografía del fondo marino para evaluar su potencial de perforación en alta mar.Como te podrás imaginar, esta técnica es increíblemente ruidosa para la vida marina, produciendo interrupciones sónicas que pueden viajar a más de 300,000 kilómetros cuadrados. Las explosiones aumentan los niveles de ruido de fondo 100 veces, aproximadamente el mismo nivel de decibeles que un despegue de avión, y con frecuencia continúan durante semanas o meses.Según un estudio realizado en 2014 por la Oficina de Gestión de Energía Oceánica de los EE. UU., los estudios sísmicos en el Atlántico perturbarán al menos a 100,000 mamíferos marinos. Los animales grandes cercanos al radio de la explosión podrían sufrir pérdida de audición, lesiones y muerte. Además, un estudio de 2017 en Nature Ecology & Evolution encontró que los estudios sísmicos triplicaron la tasa de mortalidad del zooplancton, los diminutos organismos que forman la base de las redes alimenticias oceánicas.Han pasado más de 30 años desde que se permitió cualquier exploración de petróleo y gas en alta mar en las aguas del Atlántico. Aunque las compañías de petróleo y gas tienen intereses obvios en reanudar la perforación en alta mar, las pesquerías comerciales podrían verse afectadas negativamente por las exploraciones sísmicas porque las armas de aire pueden reducir las tasas de captura. La industria del turismo en la costa este de los EE. UU. también se opone a cualquier desarrollo de perforación costa afuera en el Atlántico.Varios líderes del Congreso expresaron sus desacuerdos con la decisión del viernes, incluido el Representante de Nueva Jersey Frank Pallone, el Senador de Nueva Jersey Cory Booker, el Senador de Massachusetts Ed Markey, el Representante de Virginia Donald McEachin y la Representante de Florida Lois Frankel.A pesar de estas preocupaciones, las nuevas autorizaciones de la NOAA permiten a las empresas interesadas en la exploración sísmica en el Atlántico, como TGS-NOPEC Geophysical Company ASA y WesternGeco, Ltd., obtener permisos de la Oficina de Administración de Energía Oceánica.Si se aprueban, pueden comenzar a realizar exploraciones sísmicas en la costa este de EE. UU., desde Delaware hasta Florida.
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