Es muy difícil en el deporte profesional gestionar los egos individuales de cada jugador. Y máximo en un año marcado en el Mundial de fútbol. Por este motivo, la planificación en el deporte es fundamental para conseguir el máximo rendimiento deportivo de un futbolista. Y esta planificación es todavía más esencial cuando un jugador sobrepasa la treintena de años.

La gestión del esfuerzo y la fatiga son fundamentales para el estado de forma y para prevenir lesiones musculares. El que consigue el equilibrio entre entrenamiento, descanso y partido, obtiene el éxito. La polémica sobre el estado de forma de Messi y Cristiano está servida.

El madridista está en un momento de forma dulce y pletórica, mientras que el azulgrana en estos momentos no está preparado para afrontar los 90 minutos. Ha estado con la selección argentina, viajes constantes, lesionado y sin entrenar, competir y ni si quiera realizar readaptación física. Está muy bajo de forma. Por otro lado ha jugado todos los partidos con lo cual su fatiga física y mental es más grande y esto afecta a la esencia del fútbol, la definición, el gol.

En el caso de Cristiano, tras cumplir 33 años, Zidane ha dosificado totalmente los esfuerzos del jugador, rotando su presencia en varios partidos. El descanso es tan importante como un buen entrenamiento. Y en muchas ocasiones el sueño, dormir, es más importante que entrenar. Y esto a determinados entrenadores les cuesta mucho digerir, ya que aparte de servir para una mejor recuperación física produce una gran liberación mental.

Este año Zidane ha hecho la misma planificación del año pasado. La eliminación de la Copa del Rey le ha venido fenomenal, ya que le ha permitido realizar un mini ciclo de preparación física que ha llevado a sus jugadores a estar a tope durante la fase más decisiva de la Champions.

Finalmente decir a este respecto que Messi es el jugador que mejor se autogestiona y en pocos días veremos al astro azulgrana a pleno rendimiento deportivo si las lesiones le respetan.