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Pedro Sánchez comunica a Juncker y Tusk que no aceptará el acuerdo del Brexit si no hay cambios sobre Gibraltar

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la primera ministra británica, Theresa May; y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Bruselas conoce las preocupaciones españolas. Incluso las comparte, y espera resolverlas de aquí al domingo. Pero esa solución no parece que vaya a venir a través de una renegociación de un acuerdo de 585 páginas. En todo caso, el Gobierno español se está movilizando a fondo. El lunes fue el ministro de Exteriores, Josep Borrell, quien expresó el rechazo español en la reunión de ministros en Bruselas. Y este martes ha sido el presidente del Gobierno, primero en público y, después, por teléfono a Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, presidentes de la Comisión y el Consejo Europeo.

Sánchez, además, confía en comunicarse este mismo martes con la primera ministra británica, Theresa May, para expresarle directamente sus objeciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido este martes en un foro de The Economist: “El Gobierno no aceptará el acuerdo si no se reconoce que la situación de Gibraltar debe negociarse directamente entre España y Reino Unido”.

Los sorprendidos somos nosotros“, ha indicado Sánchez en ese foro, donde se ha quejado de que, mientras el Gobierno español ha mantenido en los consejos europeos una actitud ”absolutamente constructiva y proeuropea“, en el acuerdo de retirada del Reino Unido y la declaración política futura ”no se aclara algo que es fundamental desde el punto de vista de identidad, de la esencia del país“.

“Hay un acuerdo del colegio de Comisarios y del gabinete británico, que hemos presentado, y que se va a validar el domingo, a la vez que aprobamos la declaración política”, ha dicho Margaritis Schinas, portavoz de la Comisión Europea, este martes en Bruselas.

La Comisión da por bueno un acuerdo que ha costado un año y medio y que ha sido aprobado por el Ejecutivo Comunitario y el Gobierno británico. Nadie en Bruselas ni en Londres quiere reabrir ese tomo de 585 páginas.

Pero la declaración política sobre la relación futura entre Reino Unido y la UE tras el Brexit aún se está cocinando, y se aprobará este domingo en la cumbre de jefes de Gobierno en Bruselas. Y en esa declaración futura, según cómo esté redactado lo relativo a Gibraltar, podría valerle a España, aunque la posición de entrada es que se incluya en el acuerdo de retirada, además de en la declaración futura.

“No disponemos de la declaración política sobre la relación futura”, explicó este lunes por la noche el ministro Borrell en una rueda de prensa al final de las reuniones en Bruselas con el resto de ministros: “Una cosa es el acuerdo de retirada, que tiene un protocolo donde se trata Gibraltar, y otro la declaración política que debe orientar la relación futura. Hemos explicado que nos preocupa el desconocimiento de cómo quedará la relación futura, porque el texto de retirada incluye artículos novedosos que siembran confusión sobre Gibraltar en la relación futura. Hasta que no conozcamos la declaración política, no vamos a apoyar el acuerdo de retirada”.

Borrell reconoció que “la ambigüedad puede quedar más o menos aclarada en la declaración de la relación futura, pero tiene que estar claro para dar nuestro apoyo”. El acuerdo no necesita técnicamente el de España, pues bastaría el apoyo con un número de países que representen al 60% de la población europea. “Es técnicamente posible”, añadió Borrell, “pero no sería aceptable”.

“No estamos planteando cuestiones que no hayamos planteado hasta ahora, es un territorio colonial, sometido a descolonización, por eso España tiene que dar su acuerdo”, insistió Borrell. El ministro señaló que “el problema no es tanto con la interpretación de los servicios jurídicos, lo que queremos es que no se la lleve el viento y que quede plasmada en un texto. Tiene que quedar claro, tanto en el acuerdo de retirada que es derecho primario como en la declaración política. En ambos sitios, sin contradicciones, que para la relación futura de la UE con el Reino Unido en las negociaciones sobre Gibraltar, España tiene que estar de acuerdo”.

La objeción de España es sobre el artículo 184 del acuerdo del Brexit, que dice lo siguiente:

"Negociaciones sobre la relación futura. La Unión y el Reino Unido realizarán sus mejores esfuerzos, de buena fe y respetando sus respectivos ordenamientos jurídicos, para dar los pasos necesarios para negociar expeditivamente los acuerdos para la relación futura referida en la declaración política y para conducir los procedimientos relevantes para la ratificación o conclusión de esos acuerdos, con vistas a asegurar su aplicación, en la medida de lo posible, desde el final del periodo de transición".

Es decir: el texto no especifica el papel de España en relación con Gibraltar, en tanto que el Gobierno entiende que una cosa son las negociaciones sobre la relación entre la UE y el Reino Unido y otra cosa diferente son las negociaciones en torno a Gibraltar, en las que España tendría que ser parte.

Mientras tanto, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se reunirá este miércoles con la primera ministra británica, Theresa May, en Bruselas para preparar la cumbre del domingo.

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