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Bruselas rebaja el crecimiento de España y eleva el déficit previsto por el Gobierno

La Comisión Europea estima que se dejarán de crear 70.000 empleos en dos años por la subida del salario mínimo interprofesional

Nadia Calviño, con el jefe del Eurogrupo, Mário Centeno, esta semana en Bruselas. En vídeo, declaraciones de Pierre Moscovici, comisario europeo de Economía.Vídeo: OLIVIER HOSLET (EFE) / EBS / QUALITY
Lluís Pellicer

Bruselas constata que la Unión Europea definitivamente ha cambiado de ritmo, pasando del sprint a una marcha más sosegada. Y la economía española no quedará al margen. Según las previsiones de otoño de la Comisión Europea, crecerá el 2,6% este año y el 2,2% el que viene a causa sobre todo de la desaceleración del consumo privado. Bruselas tampoco cree que el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a cumplir con el objetivo de déficit del 1,8% del Producto Interior Bruto (PIB) al considerar que los ingresos previstos en el borrador de Presupuestos están hinchados, lo cual implica que los ajustes sean prácticamente nulos. Según el informe, España cerrará el ejercicio que viene con un desfase presupuestario del 2,1%. El golpetazo, aun así, se lo lleva Italia. De seguir con sus planes expansivos, la Comisión Europea prevé que en 2020 rebase el límite del 3% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Tras cinco años consecutivos de crecimiento, el informe que la Comisión Europea presenta este jueves aprecia ya “signos de una leve desaceleración”, en especial por la pérdida de fuelle de las exportaciones. En línea con lo que ocurre en el conjunto de la zona euro, Bruselas prevé que España crezca este año dos décimas menos que en su último informe de perspectivas. Esa dinámica, además, se irá confirmando en los dos próximos ejercicios. "La economía europea aguanta bien, con un crecimiento que se va a reducir respecto al año pasado pero todavía con una disminución del desempleo, de la deuda y del déficit público", resumió el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici.

Los tiempos de llegada a meta, pues, se irán reduciendo a medida que halle más obstáculos en el camino. La Comisión Europea señala dos: la subida de los precios del petróleo y la desaceleración del consumo privado. Pero eso no llevará a España al furgón de cola de la zona euro: todavía seguirá expandiéndose por encima de los miembros de la moneda única, que en su conjunto crecerán el 2,1% en 2018 y el 1,9% en 2019, y no hay visos de que lo haga por debajo del 2%, al menos, hasta 2020.

A pesar de las trabas que encontrará en el camino, la Comisión señala varios factores que apuntalarán ese incremento del PIB. En concreto, se seguirán creando puestos de trabajo de forma “robusta” y los salarios crecerán “aceleradamente”, también “debido a la subida planeada del salario mínimo profesional”, que permitirá sostener el consumo y aumentar el ahorro. Sin embargo, la Comisión valora con precaución ese incremento de más del 20% en un año: si bien estima que la masa salarial crecerá alrededor del 0,35%, también opina que supondrá que dejen de crearse alrededor de 70.000 empleos en dos años, según han explicado fuentes comunitarias.

Sobre 2018, Bruselas sí cree que España va a cerrar este año con el déficit que ya contempla la ministra de Economía, Nadia Calviño, del 2,7% del PIB. Es más de lo que hubiera deseado en principio la Comisión Europea, de ahí que lance una pulla al anterior Gobierno de Mariano Rajoy, ya que considera que supone una lenta reducción, en buena medida debido a las medidas de gasto que adoptó el PP en cuanto a pensiones y salarios de funcionarios para este mismo año. Y la Comisión Europea opina también que el Ejecutivo de Pedro Sánchez corre ese mismo riesgo. La principal discrepancia, en todo caso, está vinculada con la cifra de déficit que maneja el para 2019, donde Sánchez prevé terminar con el 1,8% frente al 2,1% que estima Bruselas.

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Esa desviación en 2019 pone en duda si el ajuste que hace el Gobierno es suficiente. Tras salir del brazo correctivo (quedarse bajo el 3%), la Comisión valora sobre todo el ajuste estructural que hace un país (los recortes de déficit que se consiguen sin tener en cuenta el crecimiento de la economía). Los ministros de Finanzas de la zona euro pidieron a España un esfuerzo equivalente al 0,65% del PIB, que admite una flexibilidad del 0,5% durante los dos primeros años. Pues bien, la Comisión Europea considera que, de acuerdo con el borrador de Presupuestos, el ajuste en 2019 estaría entre el 0% y el 0,1% del PIB. Es decir, si no hay correcciones, España se arriesga a una reprimenda dentro de dos semanas.

Moscovici no ha querido ensañarse con España y ha afirmado que las "diferencias" entre las cifras de la Comisión y las de Calviño son "normales" y las ha atribuido a la cautela con la que examina los borradores la Comisión. Aun así, ha desgranado esas discrepancias: Bruselas rebaja los ingresos que se obtendrán con la tasa digital, con las medidas de lucha contra el fraude y con la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). En este último caso, Calviño previó un aumento de la recaudación de 1.500 millones de euros por las cotizaciones sociales. La Comisión, sin embargo, apunta que los ingresos subirán alrededor de 1.000 millones.

Además, la Comisión señala otro riesgo: la decisión del Supremo de declarar nula la concesión de la Generalitat de la empresa ATLL, que podría disparar los números rojos de la Administración catalana. Este conflicto se remonta a 2012. La justicia anuló ese año el concurso público que le adjudicó a Acciona el servicio de Aguas Ter Llobregat (ATLL). Esta es la compañía pública que se encarga de potabilizar el agua en la región metropolitana de Barcelona y venderla a las suministradoras. La constructora exige a la Generalitat de Cataluña un total de 1.036 millones de euros por el fiasco de aquella adjudicación. De esa cuantía, 305 millones corresponden a la liquidación del contrato y otros 769 millones a la demanda por daños y perjuicios.

La ministra de Economía recuerda que es una valoración sin presupuestos

MIGUEL ÁNGEL NOCEDA

La ministra Nadia Calviño ha quitado importancia a las previsiones de la Comisión Europea sobre España tras clausurar una jornada en la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). A su juicio, ha hecho una valoración positiva sobre la evolución de la economía española, a la que sigue colocando por encima de la media y a la cabeza de La Unión Europea. Calviño ha añadido que son las previsiones de otoño y no representan ninguna evaluación sobre las cuentas y que todavía no puede sino valorar parcialmente las medidas porque no se ha aprobado un presupuesto. Al respecto, ha comentado que su empeño es lograr el apoyo de todos los grupos políticos. Sobre el déficit de 2019, que la Comisión ha elevado tres puntos respecto a las perspectivas, ha dicho que España sigue pensando que puede salir del brazo corrector el próximo para pasar al preventivo.

Sobre el conflicto de las hipotecas ha recordado que el Gobierno acaba de aprobar un real decreto para modificar la ley y que permita que sean los prestamistas los que paguen el impuesto. También ha dado importancia a la creación de la autoridad de Protección del cliente financiero.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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