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Waypoint

A veces tienes que aceptar que algunos juegos no son para ti

No puedo evitar sentir celos de todos mis amigos que están jugando 'Destiny 2', pero así es la vida.

Cuando tu timeline en las redes sociales está lleno de gente exhibiendo lo mucho que se está divirtiendo, y crucialmente, tú no te estás divirtiendo, eso puede generarte un miedo muy serio a estarte perdiendo de algo. Sabes que también podrías estarte divirtiendo, ¡es sólo que el día no te alcanza! Las responsabilidades de cada quien son diferentes, y a veces eso significa que no puedes jugar un juego al mismo ritmo que los demás.

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La mayor diferencia entre Destiny y Destiny 2 no es que Destiny 2 sea una versión mejorada y en streaming del primer borrador de Bungie, es que mi vida ahora involucra a un hijo. Por lo que me sentí identificado con Keza MacDonald de Kotaku UK cuando escribió un post extrañamente polémico argumentando que Destiny 2 es "prácticamente imposible de jugar si eres padre". La "controversia" surgió por los padres que declararon que le siguen el ritmo a Destiny sin problema. ¡Les creo! Pero eso me lleva a considerar un perspectiva alterna del punto que señala Keza: si eres padre (o simplemente estás ocupado), la manera de mantenerte al día con Destiny es, en esencia, asegurarte de que Destiny sea tu régimen principal de juego.

Aun cuando no estaba preocupado por un niño que llorara en medio de la noche, no traté de mantenerme al día con mis amigos más apasionados por Destiny. En lugar de eso, jugué el juego cuando tenía tiempo, y me apoyé en la ayuda de los demás cuando quería explorar sus elementos más hardcore. Sólo he jugado uno de los raids, King's Fall, y aunque me guió un grupo de personas que sabía exactamente lo que estaba haciendo, pude darme una idea de cómo era esa experiencia, y con eso me bastó. Tuve que dejar ir la idea de que podría cambiar mágicamente las cosas, incluso cuando me doy cuenta de que me causa celos ver a mis amigos enfrentarse al Leviathan de Destiny 2.


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¡Pero carajo!, es más fácil decirlo que hacerlo. Algunas noches, he sentido el impulso de maldecir secretamente a mis amigos como resultado de un desafortunado sentimiento de celos.

Alternativamente, he jugado algunas horas Mario & Rabbids: Kingdom Battle, he iniciado y terminado Dishonored: Death of the Outsider, he explorado el prometedor Steamworld Dig 2, y he jugado superficialmente Golf Story. Aunque ayuda que varios de esos juegos están en el Switch, el tiempo que les he dedicado no sería posible si también intentará jugar Destiny 2, sabiendo que nunca podría ponerme al día con el juego.

De lo que también me he dado cuenta, sin embargo, es que tal vez ya he encontrado mi Destino, un juego al que regresas regularmente cada determinado tiempo, aunque sea sólo para platicar con tus amigos en el chat de voz. Para mí, el que se está convirtiendo en ese juego es PlayerUnknown's Battlegrounds, donde cada ronda es un nuevo (y corto) comienzo, y la única diferencia entre los jugadores es la habilidad y la obtención de un buen botín. Obviamente, la gente que juega con más frecuencia puede ser mejor que yo, pero si quiero sentarme y jugar algunas rondas con un amigo, tampoco tiene que preocuparse por llegar al límite de un nivel.


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Con esto no intentó hablar mal de

Destiny

. Son fundamentalmente experiencias diferentes, pero la forma de interacción —una sensación de familiaridad— es la misma, y

Battlegrounds

encaja mejor en mi vida en este momento.

Ya me enfrentaré al Leviathan en algún momento. Eso está bien. Al menos, eso es lo que me digo. Tal vez mi hijo se interese en los videojuegos en un futuro, y hagamos el raid de Destiny 8 juntos.

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