Una guía casera para que te inicies en el mundo del BDSM

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BDSM Casero

Una guía casera para que te inicies en el mundo del BDSM

Somete a tu pareja con artículos fáciles de conseguir: la bufanda que te regaló tu abuela, las pinzas para la ropa o tu propia mano.

Llevo algunos años practicando BDSM (Bondage, Disciplina; Dominación, Sumisión y Sadismo Masoquismo) y tengo ya una nada despreciable cantidad de juguetes que utilizo. Por supuesto me gustan mucho, pero siendo honesto, el BDSM no se basa en tanta parafernalia. La parte mental y la fantasía son mucho más importantes. Lo que impone es la personalidad del dominante, no sus látigos.

Claro que es muy bonito poder comprar muñequeras y máscaras de cuero, pero la mayoría de esas cosas son importadas y costosas.

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La realidad es que muchas de las cosas se pueden improvisar con elementos de nuestra vida diaria.

Yo domino solamente mujeres y por lo tanto, mis comentarios serán considerando a una mujer sumisa. Pero aprovecho este momento para hacer hincapié en que el BDSM reconoce roles, no géneros, sin importar sus preferencias sexuales. Es decir, que también existen mujeres dominantes y hombres sumisos, heterosexuales y/o no.

BONDAGE

Hay diferentes aspectos dentro del juego BDSM. Uno de los más importantes tiene que ver con atar o restringir los movimientos de la parte sumisa. Para ello, lo más sencillo y económico es comprar cuerda de nylon. La pueden encontrar en cualquier tlapalería. Quizá no sea tan bonita cómo la cuerda de cáñamo o las muñequeras de cuero, pero cumple con su cometido y es bastante cómoda.

La práctica de Shibari (atar con cuerda) puede parecer bastante compleja pero hay un nudo muy sencillo, que permite atar a tu pareja por las cuatro extremidades, a los poste de una cama, por ejemplo.

Para realizar ese nudo, tan sólo hay que tomar la cuerda desde su centro y abrirla un poco dibujando un "M". Se toman las dos puntas y se dan tres giros hacia adentro, con las muñecas. Se forman dos espacios; júntalos y pasa por ahí la mano o pie de la sumisa. Empuja el nudo resultante hasta dejar bien apretado. Es importante que siempre dejes un espacio entre la muñeca de la sumisa y la cuerda lo suficientemente grande para que pase tu dedo. Así evitarás cortarle la circulación. Recuerda que este juego conlleva ciertos riesgos y debes ser cuidadoso para no lastimar. Para desatar, basta con tomar el extremo del nudo y jalarlo, para abrir nuevamente el espacio y sacar la extremidad. Cada que juegues con cuerda, ten a la mano unas tijeras de seguridad de punta achatada (las venden en cualquier farmacia grande).

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PRIVACIÓN SENSORIAL

Otro juego divertido, que va de la mano del Bondage, es la privación sensorial. Consiste en impedir que la sumisa haga uso de uno o más sentidos, para que se concentre más en las sensaciones de su cuerpo. Algo que se hace comúnmente es impedir que pueda ver y escuchar. Recuerda que la imaginación es muy poderosa y pocas cosas pueden ser tan excitantes para una sumisa como estar atada, sin poder ver ni oír, a la espera de lo que tú hagas con su cuerpo. En la farmacia puedes comprar tapones para oídos y un antifaz de viaje, como los que te dan en el avión. Por supuesto, también puedes usar una bufanda para vendarle los ojos. Tú decides el estilo: hippie de Coyoacán o una de seda, más fresa, o la que tejió tu abuelita para navidad.

SENSORAMA

Bien, ya tengo a mi sumisa atada y con los ojos vendados, ¿ahora qué hago? Recuerda que el órgano sexual más grande es la piel, ¡juega con ella! Hay una gran variedad de cosas que puedes usar para estimular el cuerpo de tu pareja. Entre ellos están la cera caliente, hielo o hasta un jengibre. Los Bedeesemeros solemos jugar con una rueda con piquitos que se llama Rueda de Wartenberg. Es un instrumento médico que usan los neurólogos para revisar la sensibilidad. Pero si tu presupuesto no es muy alto, ve a la papelería y compra una ruedita que usan las costureras para marcar sus patrones (hay uno similar para repostería). Sólo ten cuidado, si no es de metal quirúrgico evita usarlo en la zona de los genitales.

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Un clásico son las pinzas para la ropa. Pueden ser de plástico o de madera y las puedes colocar en los pezones y en los labios vaginales.

Si eres un poco más aventurero, compra en la farmacia una jeringa de 20 ml. Cuestan 9 pesos, más o menos. Toma un cúter, caliéntalo con un encendedor y corta la punta en dónde se inserta la aguja. Con un lija, quita las asperezas y deja lo más parejo y liso que puedas (Recuerda que esto es un juego y no quieres lastimar a tu pareja). Acabas de construir un succionador de vacío para pezones. Colócalo sobre el seno de tu sumisa y jala el émbolo. El vacío chupara el pezón hacia adentro, creando una sensación bastante intensa. Para evitar que el émbolo vuelva a su posición original, puedes colocar una barrita de silicón en la parte trasera y fijarla con cinta. Mi sugerencia es que primero lo pruebes contigo, para que veas qué tanto debes jalar (antes de lastimar) y medir e tamaño del silicón. Puedes hacer una parecida con una jeringa de 10 ml para el clítoris.

IMPACTO

Y por supuesto, llegamos al juego de impacto. ¿Quieren una solución barata? Usen su mano. No hay nada más erótico que un clásico spanking OTK (Over the knee). Ordénale a tu sumisa que se ponga sobre tu regazo, que separe un poco las nalgas y suba el culo, y dale las mejores nalgadas de su vida.

O haz que se ponga de rodillas, con el pecho apoyado sobre el piso (eso hace que saque el culo) y ponte detrás de ella. Con un movimiento firme, quítate el cinturón…. El sonido hará que se le ponga la piel chinita.

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Otra solución es que vayas a un mercadito y compres palitas de madera, de las que usan para cocinar. Son muy efectivas. Y si quieres darles un look más imponente, las puedes pintar con laca negra. Puedes comprar de varios tamaños, para las nalgas o el pubis.

Otro consejo, es que vayan a una tienda de pisos… ahí pueden pedir una muestra de piso de uso rudo, de plástico, de unos 15 cm de ancho. Créanme que funciona muy bien.

¿Son admiradores de nuestro querido Marqués? Pídele a un barrendero que te venda una ramas de las que usan para sus escobas. Usa cinta de aislar y cuerda para hacer un mango. El efecto es bastante efectivo.

Por último, si quieren verse más sofisticados, pueden hacer su propio "flogger". Vayan a una tienda de telas y compren un pedazo de unos 70 cm de ancho por 50 de largo, aproximadamente, de vinipiel o gamuza (dependiendo de tu presupuesto). Corten pequeñas tiras, de unos 3 o 4 cm de ancho, pero sin separarlas de la pieza principal. (Imaginen que están haciendo una falda hawaiana). Tomen un pedazo de madera de unos 10 ó 15 cm (yo usé el mango de una escoba vieja) y fijen la piel rodeando el mango. Sujeten bien con grapas de uso rudo y usen cinta de aislar para darle un mejor acabado, ¡y listo!

Y por último, recuerden que esta práctica se basa en el respeto, la confianza y el consenso de los que participan y que la seguridad es responsabilidad compartida.

¡Diviértanse!

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dominantemx@gmail.com