La ciencia sugiere que demasiado dinero te convierte en un idiota
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La ciencia sugiere que demasiado dinero te convierte en un idiota

El dinero controla todo lo que te rodea, especialmente tu psicología.

Ya sea que lo tengas o no, es difícil alejarse de la influencia del dinero. Tu educación, tu profesión, tu pareja y tu salud están directamente influenciados por él. Así que probablemente no es tan sorprendente que los psicólogos hayan encontrado que el dinero cambia dramáticamente cómo vemos el mundo.

Durante décadas, ha habido un pequeño hilo de investigación en este campo. Pero desde la recesión de 2008, se ha convertido en un flujo constante, dice Michael Kraus, profesor de comportamiento organizacional en la Escuela de Administración de Negocios de Yale. "La gente se preocupa por lo que el dinero le hace a nuestra sociedad, y lo que el dinero y el estatus le hacen a los individuos", señala. "La riqueza crea los contextos sociales en los que vives a lo largo de tu vida".

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Tener dinero te da más autonomía y control sobre tu propia vida. Las personas ricas tienden a ser más narcisistas y piensan que son más capaces y calificadas que la persona promedio. Así que podemos deducir que la riqueza también puede hacerte egoísta y falto de ética: la gente acaudalada puede justificar la búsqueda de la riqueza como algo bueno, e inventar narrativas como "salir adelante por mérito propio", incluso si nacieron con privilegios (una narrativa vendida por cierta familia famosa y de reciente inclusión en el mundo de la política).

Si alguien no es rico, señala la lógica de una persona adinerada, es porque carecen del talento o del deseo para alcanzar el mismo nivel. Es difícil no ver la conexión con la política, pero Kraus dice que ambos conceptos no están tan directamente relacionados como podrías sospechar, aunque los políticos ricos tienden a crear sistemáticamente leyes que aumentan la desigualdad de ingresos. Los estudios demuestran que las personas adineradas tienen una menor capacidad para la lectura de las emociones de los demás, aunque puedan pensar lo contrario. "¿El dinero te hace malvado?" El psicólogo Paul Piff preguntó en su charla TED de 2013. La evidencia parece decir que sí.


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"De muchas maneras es realmente bueno tener resultados que dependan de ti y no de otros, ya que evita que hagas una gran cantidad de trabajo emocional que otros podrían hacer, y hace que seas libre de concentrarte en tus propios objetivos", dice Kraus.

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Las personas que no cuentan con tanto dinero, por el contrario, tienen menos control sobre su entorno y han demostrado ser más empáticas, compasivas y generosas con los demás. Esto podría deberse a que, en lugar de valerse de la riqueza para ser autónomos, tienen que confiar los unos en los otros para asegurarse de satisfacer sus necesidades, aclara Kraus. Otra teoría sugiere que la gente pobre necesita ser más vigilante con su entorno si éste no es seguro.

Una mayor preocupación por los demás significa que los pobres dan una mayor proporción de su dinero a la caridad. Las personas pobres tampoco se desempeñan tan bien en las pruebas cognitivas, posiblemente porque, según el estudio, "los problemas relacionados con la pobreza consumen recursos mentales, lo que deja menos concentración para otras tareas". Los problemas de dinero también son un factor clave para el divorcio, y la tensión financiera empuja a las parejas lejos de la reconciliación.

Estos hechos son particularmente importantes hoy en día, ya que los estadounidenses tienen altas tasas de desigualdad de ingresos y poca movilidad socioeconómica. El nivel de ingresos en el que nacemos crea patrones con los cuales experimentamos el mundo, y éstos se refuerzan a medida que nuestras vidas continúan. Y a pesar de las lecciones que dejan historias como La cenicienta, realmente no puedes fingir tener dinero. "Es una parte tan generalizada de nuestras vidas que el esfuerzo que tomaría encubrirlo es realmente demasiado", dice Kraus. "La riqueza infecta al vecindario en el que vives, la escuela a la que asistes, el acento que puedes tener, la ropa que usas, ciertamente tu trabajo, y tu cónyuge tiende a ser de la misma clase. Fingir que posees más riqueza significa pretender que tienes muchas competencias que en realidad no posees".

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Tal vez eso está bien: tener dinero deja que tu cerebro se concentre en otras cosas, aunque no necesariamente te hace más feliz. Kraus dice que todavía hay más preguntas que responder sobre los efectos psicológicos de la riqueza. Hay un gran impulso para encontrar gente verdaderamente rica —millonarios— para estudiar y analizar la relación entre la fortuna y la política mediante el seguimiento de las decisiones de figuras públicas como los congresistas. El equipo de Kraus está estudiando cada vez más la relación entre la desigualdad y la raza.

Estas preguntas son meras iteraciones sobre el mismo tema: la riqueza afecta casi todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra psicología, y no hay nada que podamos hacer al respecto. "Es absurdo que las cosas sean tan arbitrarias, que una lotería de nacimiento determine todo acerca de tu futuro", dice Kraus. "No queremos vivir en una sociedad donde eso sea cierto, a pesar de que vivimos en una sociedad donde eso es verdad".

Estudios de este tipo pueden sugerir que las perspectivas para avanzar son sombrías si no naciste con mucho dinero, si deseas acortar la brecha de la desigualdad, si naciste con riqueza y no quieres ser una persona ruin. Podrías pensar que Kraus tiene el trabajo más deprimente de Yale. Pero él ve un consuelo en todo esto: las personas ricas no están perdidas, dice, sólo tienes que ayudarlas a ser más conscientes de que pueden tener prejuicios involuntarios, y a usar el poder éticamente, así como alentarlas a apoyar a la gente a lo largo del camino. Y Kraus tiene la suerte de pararse frente a 300 personas privilegiadas cada año con la esperanza de ayudarlas a hacer eso cuando inevitablemente lleguen a posiciones de poder. "Esto no es una buena noticia, pero todavía tengo la esperanza de que las mentes racionales prevalecerán y que es posible la creación de una sociedad más justa".