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Pasamos más calor en verano por vivir en "el huso horario incorrecto"

  • Un estudio defiende volver a la hora GMT o no adelantar el reloj en verano
  • En ese caso, "anochecería una hora antes y refrescaría un poco antes"

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Numerosas personas abarrotan la playa de la localidad malagueña de Torre del Mar
Según el investigador, el horario de verano español hace que soportemos temperaturas demasiado altas hasta entrada la noche.

Una investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) muestra que "el huso horario incorrecto" que tiene España desde 1940, unido al adelanto del reloj en verano, "agrava las horas de calor" que sufren los españoles y provoca "consumos máximos de electricidad" por el aire acondicionado.

"Propongamos a la Unión Europea que no todos los países adelanten la hora en verano y que nos den la opción de no hacerlo porque no nos beneficia", manifiesta en una entrevista con Efe el autor del estudio, el profesor del departamento de Ingeniería de Organización José María Fernández-Crehuet.

Sus conclusiones fueron presentadas en el Congreso Internacional sobre el Uso del Tiempo, celebrado recientemente en la UPM con la participación expertos de 34 países.

"Tendríamos que estar en la hora GMT, del meridiano que pasa por la península, el de Greenwich, como Portugal y Reino Unido", según el investigador, para quien el debate está en "si queremos más luz por la mañana o por la tarde".

En 1940, España, que tenía la misma hora que Gran Bretaña y Portugal, la adelantó sesenta minutos para unificarla con la alemana, una medida que iba a ser transitoria.

Por ello, relata el profesor, España sufre un "desfase" de una hora todo el año (GMT+1) y de dos horas en verano (GMT+2). "Y estas dos horas más de luz, aproximadamente, son por la tarde. Tenemos temperaturas demasiado altas hasta entrada la noche", explica antes de defender volver al huso GMT o, por lo menos, que España no adelante el reloj en verano.

"Hay que evitar tanto calor hasta muy tarde, porque todas las actividades al aire libre se posponen hasta que el sol se haya ido, a partir de las ocho de la tarde", posponiendo así las actividades de ocio y las horas de alimentación y de sueño, agrega.

Dieciséis horas de sol que no podemos disfrutar por el calor

A los centroeuropeos "les viene muy bien adelantar el reloj, pero a nosotros no. El sol luce aquí 16 horas y, con tanto calor, no las podemos disfrutar: nos encerramos con el aire acondicionado hasta que refresca y podemos salir".

Si España no adelantase el reloj estival "anochecería una hora antes y refrescaría un poco antes, permitiendo unos hábitos de vida más saludables", asegura.

Así, se mantendría todo el año una diferencia de una hora respecto a la que corresponde a España durante los siete meses en que hay más horas de luz, de finales de marzo a finales de octubre.

"Si volviéramos a la hora que geográficamente nos corresponde, la GMT, amanecería y oscurecería un poco antes. Nos acostaríamos más temprano y dormiríamos más", un cambio de ritmo que favorecería tanto la productividad como la conciliación laboral y familiar, señala.

Los partidos políticos encargaron estudiar el tema

Tras el pacto entre PSOE y Ciudadanos que recogía este punto el año pasado, el PP lo incluyó en su programa electoral y presentó una proposición no de ley (PNL) en el Congreso instando al Gobierno a realizar "estudios socioeconómicos" sobre la incidencia que tendría volver al huso GMT.

"Todavía no se ha hecho este informe, lo estamos esperando", continúa el investigador, que no ve inconvenientes ni para la actividad empresarial y comercial ni tampoco para el turismo.

"Al tener el huso cambiado, cuando nosotros comemos el resto de europeos está trabajando y al revés, cuando ellos almuerzan nosotros trabajamos. Con ello perdemos tres horas de comercio diario, porque ellos comen a las 12 y nosotros a las 2 o tres de la tarde. Con esta corrección coincidiríamos más en las horas de oficinas con ellos", asegura.

Tampoco afectaría el turismo: "Cuando un extranjero viene a España sigue haciendo su horario de comidas y sueño. Por eso en muchas zonas de costa se puede comer a la una y cenar a las ocho, para atender a estos clientes", concluye el investigador.