_
_
_
_
_

La maniobra (im)perfecta de Marc Márquez le da el triunfo en Brno

El Honda vence gracias a una excelente visualización de la prueba: falló en la elección de gomas para lluvia, pero cambió el primero a la moto de seco. Pedrosa y Viñales, en el podio

Nadia Tronchoni
Márquez (c), Pedrosa (i) y Viñales (d) homenajean a Ángel Nieto.
Márquez (c), Pedrosa (i) y Viñales (d) homenajean a Ángel Nieto.Petr David Josek (AP)

Es el rey de la estrategia. Desde que su equipo se equivocara haciendo las cuentas en su primer año en MotoGP, en una carrera en Phillip Island que se les quedó grabada en la retina, por lo tonto del error y por aquella bandera negra que le exigiría darlo todo en la última carrera para ganar el título, Marc Márquez y sus mecánicos han ido prestando cada día más atención a los movimientos en el box. Primero innovó en la manera de afrontar la clasificación: dos paradas y tres neumáticos nuevos para exprimir al máximo los 15 minutos de sesión; luego fue mejorando en la toma de decisiones, en connivencia con su equipo. Como este domingo en la República Checa, donde ganó la carrera en el tercer giro. Más convencido que rápido (que también lo fue y mucho), el de Honda desnudó a sus rivales antes incluso de que se apagara el semáforo, cuando decidió junto a los suyos que tendría otra moto lista para cuando se secara la pista.

Más información
Las alas de Honda llevan a Márquez a la ‘pole’ en Brno
Marc Márquez impone su técnica en Sachsenring y asalta el liderato

Una maniobra atrevida, que además no dio el resultado esperado, acabó en victoria. En una carrera que comenzó con el asfalto todavía con agua, aunque ya no llovía, y que fue declarada en mojado, como debía ser pese a que hasta asomó el sol unos minutos, el piloto de Honda se atrevió con una combinación de neumáticos rayados arriesgada: el medio delante, el blando detrás. No había tenido buenas sensaciones con la goma más dura, así que hizo una apuesta única en plena parrilla. El trasero no aguantaría mucho, pero le serviría (pensó) para ganar posiciones en los primeros giros hasta que cambiara de moto. Confiaba en que la pista se secara. Y se secó. Pero un mal rendimiento de aquella goma y una salida fulgurante de Lorenzo, que llegó a sacarles 1,4 segundos a sus rivales en dos giros, acabaron echando por tierra su estrategia inicial. Momentáneamente.

El de Ducati se le echó encima enseguida, así que poco margen sacó Márquez en los primeros minutos. Lo que le forzó a entrar en boxes antes de lo planeado. Supo reaccionar a tiempo. Cambió a la moto de seco sin ni siquiera completar la segunda vuelta. Aunque quedaba algún charco todavía, se había formado un carril de asfalto seco, así que lo hizo decidido. Fue un gran movimiento. Sus contrincantes siguieron en pista y empezaron a rodar cada vez más lentos. Él volvió al trazado y en solo tres giros se colocó en una virtual primera posición. La maniobra le había salido perfecta.

Y le permite distanciarse ligeramente de sus contrincantes. Ahora los cinco primeros pilotos están separados por 31 puntos, no 26.

En la cuarta vuelta, Lorenzo le había marcado el camino al resto. Iba primero y decidió entrar a cambiar de gomas. Le siguieron muchos, entre ellos Pedrosa o Viñales, que gracias a un excelente ritmo fueron remontando posiciones y acabaron en el podio, junto a Márquez. Rossi, en cambio, se quedó en la pista un giro más. Fue un error. No ganó nada. Y perdió una vuelta con gomas de seco. Aun así, terminó cuarto.

Aunque si alguien salió malparado ese fue Lorenzo, que tan buenas sensaciones tenía para este fin de semana. Cuando llegó a las puertas de su taller, su equipo, que le había comunicado que entrara a cambiar de moto, todavía no la tenía preparada. Tardó una eternidad para volver a la pista. Y lo hizo con una moto mal configurada, además.

Ocurre, la mayoría de veces, que los equipos mantienen la segunda moto con idénticos reglajes y gomas que la primera, por si hubiera problemas en la vuelta de reconocimiento o la salida. En Honda decidieron no hacerlo así esta vez. Tenían la moto de seco lista desde el principio. A Ducati, que debía hacer el cambio, la entrada del mallorquín en boxes (y la de Dovizioso después) le pilló, sorprendentemente, en cueros. Y marcó su carrera. Terminó 15º cuando bien podría haberlo hecho entre los cinco primeros.

“Hoy lo lógico era tener una moto de cada”

N. T., Brno

“Márquez es especialmente bueno en estos casos. Y lo es por cómo los gestiona. Nadie gana por el simple hecho de asumir un riesgo”. Lo decía Dovizioso, uno de los cinco pilotos en lucha por el Mundial, después de quedar en evidencia por la mala estrategia de su equipo. El de Honda entró antes que nadie a cambiar de moto, cuando el trazado todavía no estaba seco del todo, cuando si uno se la juega tiene las de ganar. Y ganó.

“Puede parecer que hemos inventado la pólvora, pero hoy lo lógico era tener una moto de cada”, confesaron en el equipo de Márquez. “Me dijeron que estaría lista para cuando quisiera entrar”, confirmó él.

En cambio, en talleres como el de Ducati, también en el de Suzuki, la moto para asfalto seco ni siquiera estaba preparada cuando sus pilotos entraron a cambiar. Y eso que tanto Dovizioso como Lorenzo salieron de la pista porque sus equipos se lo indicaron. “La moto debería haber estado lista para cuando formé en la parrilla”, dijo Lorenzo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_