Los esbozos y pinturas de Georg Tauber son ahora objeto de una exposición en el mismo sitio donde fue prisionero entre 1940 y 1945

Cuando el doctor de las SS, la organización paramilitar nazi, Sigmund Rascher, comenzó a realizar sus miserables experimentos médicos en el campo de concentración de Dachau usando prisioneros como cobayas, envió a un prisionero, un artista, para documentar su trabajo. Su ayudante Walter Neff, un ex interno del mismo campo, se acercó a Georg Tauber, un ilustrador bávaro publicitario. Atraído por la perspectiva de una reducción de la condena, Tauber aceptó la oferta en 1942.

Un día, le dijo a Neff que ya había tenido suficiente. Como recordó Tauber más tarde en una carta de 1946 a la Fiscalía de Munich, “Neff me dijo: ‘No seas estúpido, él te puede liberar en unos meses y serás libre’. -Walter -dije-, incluso si tengo que quedarme aquí otros diez años, lo prefiero. No puedo ver eso otra vez, simplemente no puedo”.

Ahora, casi 70 años después de la muerte de Tauber por tuberculosis en 1950, sus desgarradores esbozos y pinturas de los experimentos médicos y los horrores del campo se han presentado en una exposición en el mismo sitio donde fue confinado por “asocial” entre 1940 y 1945.

Dachau fue uno de los primeros campos de concentración construidos por los nazis, semanas después de que Adolf Hitler tomara el poder en 1933. Hubo unas 41.500 muertes documentadas en el campamento y sus subcampos, y miles más indocumentadas. Estas cifras y las del resto de este artículo, han sido extraidas de la web Memorial de Campamento de Concentración de Dachau

Aparte de los judíos, el régimen nazi también encarceló a aquellos que no encajaban en su ideal de Volksgemeinschaft (comunidad popular). A los ojos de los nazis, esto incluía a aquellos que violaban repetidamente la ley, así como a miembros de la comunidad LGBT. Otra categoría de personas perseguidas eran los “presos asociales”. Estos eran principalmente los desamparados, drogadictos, personas con enfermedades mentales, mendigos, trabajadoras del sexo, así como los sinti y los romaníes.

Las pinturas de Tauber captan vívidamente la brutalidad y la inhumanidad de los experimentos médicos realizados en Dachau. En una imagen, describe un experimento de hipotermia, de los cuales al menos 300 ó 400 se llevaron a cabo, matando a unas 90 personas en total. Los sujetos se introducían en agua helada hasta que alcanzaban temperaturas corporales mortales. Mientras tanto, los médicos permanecían de pie y registraban los cambios físicos.

“Los iban sacando del tanque con una polea, muertos o moribundos -hay que tener en cuenta que el agua en el tanque estaba a 8-10 grados [Celsius] por debajo de cero-. Y además, ridiculizaban a los sujetos”, escribió Tauber en una carta de 1946.

A través de sus representaciones, un espectador ve lo que sucede cuando los seres humanos se sumergen en las profundidades de la inhumanidad: los hombres marchan a sus muertes como esqueletos, son despojados y aplastados, los cadáveres se usan como combustible en los hornos cuando no hay carbón…

Durante décadas después de su muerte, Tauber fue olvidado. Su arte había estado en posesión de Anton Hofer, otro prisionero de Dachau. Hace unos seis años, las nietas de Hofer encontraron los dibujos y los llevaron al personal del sitio conmemorativo.

Después de la liberación, Tauber y muchos otros prisioneros pasaron más de un mes en el campamento. Debido a las terribles condiciones de higiene y hacinamiento, las enfermedades infecciosas como el tifus comenzaron a extenderse. El campamento fue puesto en cuarentena. Tauber también representó este período en su obra.

Imágenes: Memorial Campamento Concentración de Dachau Referencias: AtlasObscura