Jane Goodall, la investigadora paciente
En 1960, la primatóloga inglesa Goodall se convirtió en la primera persona en ser aceptada por un grupo de chimpancés y los resultados de sus tesis revolucionaron la comunidad científica y fascinaron al mundo entero.
Jane Goodall llegó a Gombe (actual Tanzania) a los 26 años de edad el 14 de julio de 1960. Las autoridades británicas no le permitieron vivir allí por su cuenta, así que su madre, Vanne, se prestó como voluntaria para acompañarla durante los primeros 4 meses.
Así, con la compañía de su madre y un cocinero, plantó su tienda en la selva y comenzó su proyecto de investigación que en teoría duraría seis meses, pero que se prolongó más de medio siglo.
Tardó tres meses en poder ver el primer grupo de chimpancés, la paciencia era su aliada.
Tres años antes había pisado por primera vez la sabana africana cuando visitó a un amigo que tenía una granja en las tierras altas de Kenia, donde conoció al paleontólogo y arqueólogo Louis Leakey, quién se convertiría en su mentor.
En 1962, Goodall llegó a Cambridge para explicar sus descubrimientos, pero no fue bien recibida por los académicos. Entre otras cosas, criticaban que diera nombre a los chimpancés y no números.
Leakey había mandado a Goodall, quien no tenía título universitario, a la Universidad de Cambridge para obtener un doctorado en etología. Fue la octava persona a la que se le permitió estudiar un doctorado sin contar con una licenciatura previa.
Defendió su tesis en 1965, titulada «Comportamiento del chimpancé en libertad», detallando los primeros cinco años de su estudio en la Reserva Gombe.
La perseverancia, intuición, empatía y capacidad de observación permitieron a esta amante infatigable de los primates echar luz en el hasta entonces desconocido mundo de los chimpancés, revelando su conducta instrumental, estructura social, forrajeo, caza, guerra entre grupos, altruismo, dominancia, canibalismo, crianza y adopción, entre muchos otros aspectos.
Su extenso trabajo, proseguido por investigadores del Instituto Jane Goodall, constituye una de las investigaciones de campo más prolongadas sobre animales en libertad.
En la actualidad, a sus 83 años, la Premio de Asturias –entre otros muchos galardones recibidos– promueve el cuidado de los ecosistemas naturales en todo el mundo, y es mensajera de la paz de la ONU inglesa.