En la remota isla de Spitsbergen, la colección de semillas de Svalbard está protegida contra conflictos civiles y catástrofes naturales. No se realizan investigaciones en el sitio; únicamente sirve para el almacenamiento de semillas. Supervisado y regido por el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, esta instalación no acepta OGM.
Preservar variantes silvestres de una especie, como el maíz, puede resultar importante para las adaptaciones agrícolas en un entorno que cambia radicalmente. Esta imagen muestra más de 1,300 semillas individuales de nueve tipos de maíz, incluyendo maíz dulce, palomitas de maíz y teocintle.
Gobiernos de todo el mundo están colaborando para crear aquí el primer sistema de respaldo botánico verdaderamente global. La gravedad del cambio climático y de la inestabilidad política han creado la necesidad de construir esta inaccesible "bóveda del fin del mundo", que se abre sólo por unos cuantos días al año, cuando almacenan las semillas en su interior. La instalación puede monitorearse de forma remota desde Noruega continental.
Una incubadora en lo que ahora es el Centro de Investigación para la Preservación del Germoplasma de Plantas del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en Fort Collins, Colorado. La investigación de bancos de semillas se enfoca en asegurar la supervivencia de la diversidad genética de la vida vegetal, así como en las mejoras agrícolas para asegurar un suministro de alimentos para la creciente población mundial.
En Svalbard, las semillas se almacenan en sobres de cuatro hojas sellados a -18 °C por país de origen. La bóveda se encuentra en una caverna en el interior de una montaña tan alta que, si los casquetes polares se derriten, la colección de semillas permanecerá segura.
Un laboratorio de biogenia perteneciente a Recursos Genéticos y Biotecnología EMBRAPA, en Brasilia, Brasil. El maíz, un producto dominante en la agricultura mundial, se utiliza no sólo como alimento humano, sino también como alimento para animales y para la producción de jarabe de maíz alto en fructosa, etanol (combustible) y plásticos. También es un espécimen común de investigación en muchos bancos de semillas.
Estación Experimental de Kuban del Instituto N.I. Vavilov, en el territorio de Krasnodar, Rusia. Establecida en 1924, la estación estudia maíz, sorgo, girasol y ricino, y realiza investigaciones inmunológicas en la cebada y el trigo.