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El referéndum divide a Podemos

Iglesias discrepa de Podem sobre su participación activa en la consulta del 1-O

Albano Dante Fachin, junto a la secretaria de organización, Ruth Moreta, en una rueda de prensa.
Albano Dante Fachin, junto a la secretaria de organización, Ruth Moreta, en una rueda de prensa.Andreu Dalmau (EFE)

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, desaprobó ayer la difusión de un manifiesto de Podem, su marca catalana, llamando a hacer campaña y a participar activamente en el referéndum unilateral de independencia del 1 de octubre. Albano Dante Fachin, secretario general de Podem, sostiene que el 1-O no es una consulta con garantías pero lo concibe como una movilización. “Yo, si fuera catalán, no participaría en ese referéndum”, zanjó a cambio Iglesias tras considerar que la consulta “no es el ejercicio del derecho a decidir”. La dirección nacional, en todo caso, “respetará” la decisión de la catalana y permitirá que llame a participar.

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“Tenemos que respetar las decisiones de los órganos pero nuestra posición es clara. Nosotros estamos con Xavi Domènech y Ada Colau, que han planteado lo sensato: el 1 de octubre puede ser una movilización legítima pero eso no es el ejercicio del derecho a decidir mediante un referéndum con garantías y eficacia jurídica”, dijo Iglesias en la Universidad de Verano de Podemos en Cádiz. El líder de Podemos utilizó una fórmula indirecta —“Yo, si fuera catalán, no participaría en ese referéndum”— pero después, repreguntado por si eso significaba que la dirección nacional no respaldaba participar en la consulta, contestó que su posición había quedado “respondidísima”.

Fachin reforma su ejecutiva y degrada a Joan Giner

Fachin ha reestructurado su ejecutiva y se ha distanciado del teórico número dos del partido, el diputado Joan Giner. Giner permanecerá en la dirección pero ya no asumirá el área de la secretaría política. Sus funciones se han dispersado en varios miembros de la coordinadora y ya no se ocupará de la comunicación, del argumentario y de las áreas. Su papel será el de análisis político pero será apenas simbólico. En declaraciones a TV3 y en Twitter, el parlamentario calificó la decisión de "error democrático" y defendió la necesidad de integrar "diferentes visiones plurales". "No hemos recibido explicaciones pero seguiré trabajando con lealtad", señaló. Giner, que  es miembro de Revolta Global, la rama catalana de los Anticapitalista, tuvo diferencias con Fachin al ser partidario de no romper puentes con los comunes. Revolta, además, defiende que el 1-O es un referéndum vinculante pero esa no ha sido el detonante de la crisis porque el documento se aprobó por por unanimidad. Fachin minimizó el conflicto, lo situó en una mera reforma del organigrama y señaló que Giner seguirá en la dirección. Quien también la integrará a partir de ahora es la diputada Àngels Martínez-Castells. La reestructuración implica la salida de dos anticapitalistas y la llegada de otros tres militantes que en cualquier caso simpatizan con el ese sector. La primera ejecutiva de Podem contaba con seis anticapitalistas y ahora quedan dos.

La dirección de Podemos no comparte por tanto con la catalana la posición política ante un asunto de tanto calado, pero no tomará medidas. “Respetamos las decisiones que tome en este caso la dirección [catalana]”, sostuvo Iglesias. A pesar de que Podem no tiene independencia jurídica de Podemos ni estatus de federación, la dirección entiende que no debe intervenir. Tampoco lo hizo cuando Podem decidió descolgarse del nuevo partido promovido por Colau, Catalunya en Comú, pese a que entonces era proclive a confluir.

Iglesias, Fachin y Colau comparten el diagnóstico de que el 1-O no es un referéndum. La diferencia es que Podem ha ido en el proceso deliberativo un paso adelante: la militancia realizó entre mayo y junio un debate que arrojó que aceptaban la consulta como una movilización en favor del “derecho a decidir” sin ser vinculante. Podem hizo ayer un llamamiento a participar “activamente”. Los comunes tomarán hoy una decisión aunque probablemente no concreten hasta septiembre si votarán o no.

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El Consejo Ciudadano de Podem aprobó el documento de forma unánime en función de la conclusión alcanzada por el centenar de círculos. El manifiesto llama a participar “activamente” en el 1-O recordando que el 80% de los catalanes quiere votar. “No daremos la espalda a la ciudadanía”, dice. El texto subraya la falta de garantías y de reconocimiento internacional de la consulta pero apela al espíritu del 15-M para fomentar la participación y el voto como elemento de protesta contra “el inmovilismo y el autoritarismo del Gobierno del PP”. Paralelamente, señala que el Gobierno de Rajoy, del que recuerda que es el más “corrupto de Europa”, no tiene “legitimidad” para “amenazar y boicotear” el 1-O.

La formación hará campaña, pero no pedirá un voto concreto. Fachin recordó que Podem no es un partido independentista y que su objetivo es un Estado plurinacional. “Más allá del voto del sí, del no y del blanco, lo importante es que el referéndum se celebre”, dijo en un acto celebrado en el Ateneu de Barcelona. Descartó la “equidistancia” y la “neutralidad” en este proceso cuando Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, apeló al Ejército, recordó Fachin, “como en los tiempos más oscuros de este país”.

Fachin ha reestructurado a su ejecutiva al relevar a dos de sus miembros y degradar a su secretario político, el diputado Joan Giner, de la rama anticapitalista, restándole funciones. El propio Giner lo tachó de “error democrático” y de falta de pluralidad aunque desvinculó la decisión del 1-O. El diputado seguirá en la dirección. Uno de los dirigentes sustituidos rechazó la postura de Iglesias y de Pablo Echenique, secretario general de Podemos, de no ir a votar porque el 1-O carece de garantías: “La única garantía que teníamos el 15-M era que los garrotazos estaban asegurados y no nos quedamos en casa”.

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