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Condenados a entre cinco y seis años de cárcel los seis hijos varones de Ruiz-Mateos

Las penas son por estafa y alzamiento de bienes y deben indemnizar con 46 millones de euros a los propietarios de dos hoteles

 Los hermanos Ruiz-Mateos durante el juicio en Palma. Cati Cladera
Los hermanos Ruiz-Mateos durante el juicio en Palma. Cati Cladera EFE
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La sección primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a los seis hijos varones de José María Ruiz-Mateos a penas que oscilan entre los 5 años y 11 meses y los 6 años y 6 meses de prisión por delitos de estafa agravada y alzamiento de bienes en el proceso de compra de un hotel en Mallorca y otro en Gran Canaria. Álvaro, José María, Zoilo, Francisco, Alfonso y Pablo tendrán que pagar multas que suman 489.000 euros y una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 46.457.346 euros. El tribunal les ha absuelto del delito de falsedad documental que les achacaban las acusaciones particulares personadas en el proceso. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

Los seis acusados se sentaron en el banquillo el pasado mes de mayo, acusados por la fiscalía anticorrupción de delitos de estafa e insolvencia punible por los que pedían siete años y medio de cárcel para cada uno de los hermanos. Se juzgó el proceso de compra de dos hoteles, uno situado en Mallorca y otro en Gran Canaria, en una operación estimada en 11,6 millones de euros.

Anticorrupción sostuvo durante el proceso que los acusados aparentaron una solvencia “en realidad inexistente” para conseguir que los propietarios de los hoteles Berverly Playa de Paguera y Berverly Park de Maspalomas les vendieran por precio aplazado su participación en la sociedades propietarias de los dos establecimientos. Los acusados presentaron, según los fiscales, garantías y avales personales “que eran inveraces” y que los vendedores de los hoteles dieron por buenos, aunque una vez obtenidos ambos establecimientos los hijos del empresario no pagaron el precio de la compra y los utilizaron como garantía para pedir créditos para las empresas de Nueva Rumasa.

Una teoría que los magistrados dan por probada en la sentencia, en la que afirman que los créditos solicitados por el grupo empresarial “servían para tapar agujeros” y buscaban obtener financiación para cualquiera de las empresas del entramado y para el sostenimiento del grupo Nueva Rumasa, siendo para ello imprescindible “que hubiera bienes libres que pudieran ser hipotecados”. “Y esta forma de financiarse era propia o característica del grupo Nueva Rumasa porque era el sistema instaurado por el padre de los acusados y que éstos asumieron también como suyo” afirma la sentencia, que destaca que “el problema surge cuando el sistema de financiación elegido quiebra en alguna de las piezas del castillo de naipes”.

Solvencia ficticia

El tribunal concluye que la solvencia del grupo Nueva Rumasa “era ficticia porque descansaba en pies de barro” y dependía de la obtención de financiación en rueda, de tal forma que una operación de crédito pudiera posibilitar la adquisición de nuevos activos inmobiliarios que, a su vez, servían para volver a solicitar nuevos créditos con los que cancelar los anteriores. “El objetivo de los acusados era obtener financiación a través de cualquier vía”, afirman los jueces de la sección primera.

“Las garantías personales prestadas por los acusados eran totalmente ficticias e inútiles” reza la sentencia, que considera que la operación para comprar los hoteles e hipotecarlos “ya estaba preparada de antemano”. En el momento en el que ocurrieron los hechos, dice la sentencia, ha quedado demostrado que “la liquidez del grupo era ficticia” porque lo único que tenía Nueva Rumasa “eran deudas” obtenidas mediante una forma “temeraria” de financiación a la que, dicen los magistrados, contribuyó el Banco Santander mediante la concesión de créditos que luego tuvo dificultades para cobrar, permitiendo la “huida hacia adelante” del holding empresarial en busca de fondos.

Causas pendientes

Los Ruiz-Mateos tienen pendiente otra causa por hechos similares en los juzgados de Baleares. Están acusados de otra presunta estafa por la compra del hotel Eurocalas de Mallorca en una operación muy parecida a la juzgada este mes de mayo, en un caso en el que también pactaron la compra por precio aplazado del hotel Eurocalas de la familia Miralles. En este caso se enfrentan a una petición de la fiscalía de seis años de prisión.

Por el caso de los pagarés con los que se financiaba Nueva Rumsa, la fiscalía pide 16 años de cárcel para cada uno de los seis Ruiz-Mateos, por la supuesta estafa piramidal . el pasado abril el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, impuso a los hermanos depositar una fianza conjunta de 496 millones de euros. El magistrado considera que los hijos de Ruiz-Mateos y otros directivos del grupo empresarial indujeron con engaños a 1.409 inversores para que les cedieran sus ahorros “mediante préstamos que eran documentados en reconocimientos de deuda de distintas empresas del Grupo Rumasa pese a su manifiesta insolvencia”.

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