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La situación en el País Vasco

Ibarretxe fracasa en el arranque de su plan

El 'lehendakari' anuncia que convocará al Parlamento vasco el próximo junio - Rodríguez Zapatero insiste en que no aceptará una "consulta ilegal"

"Las cosas están claras". Fue lo único en lo que coincidieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, tras las dos horas y media de la novena reunión que ambos mandatarios han mantenido desde que Zapatero llegó a La Moncloa. El desacuerdo respecto a la hoja de ruta del lehendakari lo fue sin paliativos y ninguno lo ocultó, pero Zapatero le dejó abiertas todas las puertas para seguir alcanzando acuerdos "en proyectos concretos que sirvan para el bienestar de los vascos", entre los que citó la construcción de la alta velocidad en Euskadi, los de innovación tecnológica, los relativos a la fiscalidad vasca o el desarrollo de la Ley de Dependencia.

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Ibarretxe consideró también necesarios esos acuerdos en proyectos estratégicos para Euskadi, pero acusó a Zapatero de ser "el único presidente que no ha realizado ni una sola transferencia durante su mandato". "De las nueve reuniones que hemos tenido, es la primera vez que me habla de transferencias", diría luego el presidente del Gobierno.

Zapatero incluyó en esa disposición al acuerdo una eventual reforma estatutaria, siempre que llegue acompañada de un amplio consenso en Euskadi y respete los procedimientos establecidos en la Constitución y el Estatuto. Pero "viajes a ninguna parte, aventuras, no", contrapuso. "Porque son innecesarios, inconvenientes, dividen y confunden", añadió.

Zapatero e Ibarretxe dejaron expreso su desacuerdo en sendas ruedas de prensa en La Moncloa, que vinieron a dejar expresos dos proyectos dispares que se dilucidarán en las urnas del País Vasco, aún no se sabe si en otoño o en la próxima primavera.

Ibarretxe insistió en que el 27 de junio llevará al Parlamento vasco su propuesta unilateral, tal y como señala la hoja de ruta que presentó en septiembre, y Zapatero aclaró que "no habrá ninguna consulta ilegal", en previsión de que el lehendakari la pueda convocar tras la sesión de junio.

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El lehendakari trató de convencer a Zapatero, a lo largo de la reunión de ayer, de la necesidad de acordar un compromiso de diálogo bilateral, basado en el texto que el PNV presentó en las conversaciones de Loiola al PSE y la izquierda abertzale en octubre de 2006 con el objetivo de cerrar un acuerdo político, en el proceso de final dialogado del terrorismo.

Dicha ponencia aborda la relación del País Vasco con Navarra y el derecho a decidir de los vascos como intento de solución al llamado conflicto vasco. Ibarretxe se conformaba ayer con que Zapatero admitiese el compromiso de diálogo y le expresó su disposición a negociar la totalidad del texto.

Pero Zapatero rechazó ese compromiso con el argumento de que cualquier propuesta de reforma del actual marco del Estatuto de Gernika debe partir de un entendimiento previo entre los partidos vascos y, a partir de ahí, seguir el procedimiento que marca el propio Estatuto. "No se sabe adónde va [Ibarretxe]. No tiene el consenso de los vascos y no respeta el marco de la Constitución y el Estatuto. Hay que venir con menos soledad y con más entendimiento allí. Con algo pensado, consistente y serio", dijo Zapatero a los periodistas, después de habérselo dicho a Ibarretxe.

Tampoco quiso entrar Zapatero en la discusión que pretendió abrir Ibarretxe sobre su negativa a negociar con él lo que su partido si habló con la izquierda abertzale. Zapatero tachó de "absurda" la comparación y la consideró "fruto de su posición débil". El presidente del Gobierno defendió que, en el proceso de paz, mantuvo "los mismos principios que ha mantenido siempre".

Zapatero e Ibarretxe debatieron mucho en la reunión sobre dónde radica la soberanía, que para el lehendakari es el nudo de la cuestión y el origen de los problemas. Ibarretxe recordó a Zapatero cómo su primera propuesta soberanista, presentada al comienzo de la pasada legislatura y aprobada por mayoría en el Parlamento vasco fue rechazada por el Congreso, en febrero de 2005.

El presidente del Gobierno defendió que "el derecho a decidir" termina en las Cortes Generales y el lehendakari le respondió que "el País Vasco no es una parte subordinada a España".

Sin embargo, la reunión no abordó para nada ni las relaciones de Navarra con el País Vasco, que recoge el texto sobre el que Ibarretxe quiere llegar a un acuerdo bilateral con Zapatero, ni sobre la consulta, recogida en la hoja de ruta que el lehendakari presentó en septiembre.

La reunión tampoco aclaró si Ibarretxe seguirá su hoja de ruta, más allá del pleno del Parlamento vasco del 27 de junio, una vez que no ha logrado dar el primer paso, que pretendía que fuera el acuerdo con Zapatero. De ahí que el presidente mostrara su desconcierto, al final de la reunión: "No sé muy bien con qué ha venido. Cada vez viene con una cosa distinta". También expresó su perplejidad cuando Ibarretxe recordó que los 37 traspasos que el Gobierno vasco tenía pendientes al llegar Zapatero a La Moncloa siguen sin negociarse.

Ante la insistencia de Ibarretxe en que será "tenaz" en la búsqueda del acuerdo bilateral, Zapatero le replicó: "Sabe por dónde hay un campo amplio de acuerdo y por dónde no debe insistir".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia tras la entrevista.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia tras la entrevista.G. LEJARCEGI
El <i>lehendakari</i>, Juan José Ibarretxe, en la conferencia de prensa que protagonizó en La Moncloa.
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, en la conferencia de prensa que protagonizó en La Moncloa.G. LEJARCEGI

Tras la reunión de ayer

- "La sociedad vasca tiene un marco jurídico de autogobierno y lo que no debe hacer un Gobierno es poner ese marco en cuestión, y hacerlo sin consenso y sin saber adónde se va"- "No se producirá en este país ningún acto que no respete la Constitución ni las reglas democráticas sobre lo que son las consultas y los referendos. Eso va a ser así"

Tras la reunión de enero de 2005

- "La primera obligación de un gobernante es unir a los ciudadanos y buscar acuerdos. La propuesta de Ibarretxe divide a los vascos, provoca rechazo en el resto de España y vulnera la Constitución española"- "En democracia, las reglas están establecidasy hay procedimientos para cambiar esas reglas. Fuera de la Constitución no cabe nada"

Tras la reunión de ayer

- "Es un pacto democrático que yo no doy por cerrado porque me parece imposible que lo que ayer el PSOE consideraba legítimo, constitucional y encajable, hoy, presentado por el lehendakari, sea ilegal, inconstitucional, una aventura y una ocurrencia".- "Quien sólo tiene en la cabeza elecciones, no tiene en la cabeza soluciones"

Tras la reunión de enero de 2005

- "Si la petición de negociación no es atendida por Madrid y se rechaza la decisión mayoritaria de los vascos, entonces daré la palabra al pueblo. ¿Cómo se va a cuestionar el derecho de un

lehendakari a consultar a la sociedad vasca?"- "La propuesta ya no es mía, es la expresión de la voluntad de la sociedad vasca. Es preciso admitir que ha de ser tenida en cuenta"

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