El futuro de la medicina es digital

IMAGE: everythingpossible - 123RFRecientemente, al hilo de noticias que hablaban de la creciente popularidad de la monitorización del nivel de glucosa en sangre para no diabéticos y del medidor no invasivo con el que el CEO de Apple, Tim Cook, se ha dejado ver, hablamos de la posibilidad de que un indicador como ese, enormemente familiar para todos los que sufren de diabetes, se convirtiese en un parámetro habitual que monitorizamos con dispositivos electrónicos y que nos permite tomar decisiones sobre cuándo ingerir alimentos si queremos rendir mejor en nuestro trabajo, adelgazar, etc.

A partir de esa idea, que lógicamente requeriría el desarrollo de metodologías no invasivas para la medición del nivel de azúcar en sangre  – nadie va a querer acribillarse a pinchazos para algo que no es estrictamente necesario, sino que se plantea simplemente como un parámetro informativo de la actividad física – varios artículos han hablado de lo compleja que resulta esa medición y de cómo, a lo largo de los años y de cara al mercado de personas con diabetes (treinta millones de personas solo en los Estados Unidos), muchos fabricantes han intentado desarrollar dispositivos para ello sin conseguir resultados adecuados o mínimamente fiables.

La idea se plantea como un desafío para las compañías tecnológicas que se atrevan a aventurarse donde las empresas de instrumentación médica lo han intentado durante años, y se afirma que resultará imposible para esos dispositivos obtener la necesaria autorización de la Food and Drug Administration (FDA) norteamericana, fundamental para poner en el mercado cualquier cosa relacionada con la salud. Lo que se plantea es que para compañías como Apple, obtener la aprobación de la FDA puede ser muy complejo o incluso imposible, y que se enfrenta a una cuesta arriba muy difícil de superar en ese sentido.

En mi opinión, ese planteamiento es erróneo. Creo que hablamos de dos mercados diferentes: el de los diabéticos, que precisan de dispositivos que chequeen su nivel de glucosa con precisión y rigor, y el de personas que simplemente desean conocer su nivel de azúcar en sangre con propósito informativo. Mercados distintos, como lo son el de los atletas de élite y el de las personas que simplemente quieren mantenerse en forma. Cuando hace algún tiempo tuve la oportunidad de entrevistar a algunos deportistas de élite sobre su relación con la tecnología, me sorprendió que prácticamente ninguno de ellos utilizase wearables para monitorizar su actividad. Sus respuestas fueron, en ese sentido, bastante claras: en algunos entrenamientos sí utilizaban dispositivos para monitorizar ciertos parámetros fundamentales en su rendimiento, pero una simple banda en la muñeca no les daba la precisión ni los datos que necesitaban. En realidad, es bien sabido que la mayoría de los wearables tienen un nivel de precisión deficiente para la medición de algunos parámetros, hecho que fue objeto incluso de alguna denuncia colectiva, y sin embargo, eso no ha representado ningún obstáculo de cara a su popularización. La cuestión es muy clara: quien quiere simplemente monitorizar su estado de salud general, no tiene unos requerimientos de precisión tan importantes como los que tiene un atleta de élite, y en general, le basta con saber que los errores en la medición siguen una distribución normal.

En esa cuestión es donde, desde mi punto de vista, está la clave: dudo mucho que Apple u otros pretendan poner en el mercado un dispositivo no intrusivo de medición del azúcar en sangre. Eso supone un reto tecnológico complejo que sin duda llegará a solucionarse, pero que formará parte de un proceso largo y complejo de evolución y desarrollo. Lo que, desde mi punto de vista, intentarán estas compañías, es lanzar dispositivos claramente orientados al mercado de consumo, especificando que no son aptos para el control de la diabetes, y sin necesidad de una aprobación de la FDA, simplemente monitores de actividad física como los que ya conocemos. Desde esa posición se puede desarrollar perfectamente un mercado de usuarios que sin grandes requerimientos de precisión, sí puedan obtener métricas que les permitan tomar decisiones mejor informadas sobre sus ritmos de vida, su ingesta y su actividad.

La propia FDA, consciente del fenómeno, acaba de anunciar la creación de una unidad destinada específicamente a la salud digital, con la incorporación de trece ingenieros especializados en cloud computingmachine learning y desarrollo de software. La idea, para mí, está clara: evolucionar hacia sistemas que permiten la captación de parámetros de muchos usuarios de manera permanente mediante dispositivos que no requieren una aprobación de la FDA como tal porque no son dispositivos médicos, pero que permiten obtener datos tanto para educar algoritmos, como para eventualmente servir como señales de alarma en determinados casos. Para desarrollar la salud digital, la aprobación de la FDA o de organismos similares no es estrictamente necesaria: se puede hacer mucho con dispositivos orientados a un control menos estricto, y monitorizar al paciente con dispositivos homologados para la práctica médica cuando el contexto y la ocasión lo precisa.

Que yo mantenga mi pulso monitorizado de manera continua no quiere decir que, en caso de un ingreso hospitalario o una visita a la consulta, mi médico vaya a fiarse de la medición obtenida por mi dispositivo. Sin duda, utilizará su monitor homologado y aprobado por la FDA para anotar mis constantes vitales con la precisión adecuada. Sin embargo, mi dispositivo me resulta muy útil a lo largo del día, e incluso me puede alertar si algo va mal, porque su nivel de error no es aleatorio, sino que se distribuye de manera normal. Mi predicción es que con el nivel de glucosa en sangre y con algunos otros parámetros en el futuro ocurrirá algo similar: dispositivos meramente orientativos que llevan a cabo una monitorización constante y no intrusiva, a los que se añadirá una capa en la nube de machine learning que, en función de las lecturas obtenidas, lleve a cabo un diagnóstico preventivo, y en caso de ser necesario, someta a los pacientes a una monitorización más rigurosa. Un futuro que sin duda permitiría a la medicina progresar mucho y trabajar con muchos más datos, sin pretender desplegar instrumentaciones sofisticadas con niveles de precisión estrictos en entornos que, simplemente, no lo permiten. No se trata de pretender que tu médico se mire el gráfico de tu Fitbit, eso es completamente insostenible. Se trata de que un sistema de machine learning sea capaz de, utilizando las lecturas con bajo nivel de precisión de tus dispositivos como indicadores, te diga cuándo debes preventivamente ponerte en manos de tu facultativo.

El futuro de la medicina, sin duda, será digital. Pero no necesariamente con la etiqueta de «aprobado por la FDA».

 

 

 

This article was also published in English at Forbes, “The future of healthcare is digital… but not necessarily FDA approved«

 

18 comentarios

  • #001
    Pedro Picapiedra - 30 mayo 2017 - 11:10

    Lo que es digital son las ganas de vender gadgets a costa de cuatro analfabetos digitales. La nueva homeopatia ya está aquí. Antes eran los curanderos los que tomaban el pelo a la gente, Ahora el machine learning y sus amigotes, a vender apps en la «Parafarmacia de Apple, google o whatever»

    Cuando una farmaceútica lanza un producto, se establece un procedimiento serio, en el que se especifica la muestra mínima, los grupos con placebos como contramuestra, etc … pero claro no le vamos a pedir a un caramelo ( pastillas juanola), a una pulsera (magnética para el reuma) o a un apple watch seriedad…. que están para ganar dinero, no para curar a nadie.

    • Enrique Dans - 30 mayo 2017 - 11:22

      Pues nada, hombre, tranquilo, que afortunadamente nadie te va a obligar a usarlas. El tuyo es un nick realmente bien escogido! :-)

  • #003
    Gorki - 30 mayo 2017 - 12:03

    Todos esos aparatos están muy bien y los necesitan los hipocondríacos, La pregunta a contestar es ¿Hay la suficiente masa de hipocondríacos para poner en marcha de forma rentable ese tipo de wareables? –

    Yo creo que SI, pero no estoy seguro, no he encontrado estadísticas al respecto, Pero si es negocio vender complementos vitamínicos, y yougures con bífidus activos, para gente sana. ¿Por qué no va a ser negocio vender equipos que más o menos miden la glucosa en sangre?

    • Enrique Dans - 30 mayo 2017 - 13:09

      Tengo muchos defectos, te lo aseguro… pero la hipocondría no es uno de ellos. Es más, tiendo a ser más bien dejado con los temas de salud. Sin embargo, llevo un Fitbit puesto desde hace ya bastantes años, monitorizo mi peso y mi porcentaje de grasa todas las mañanas, registro mi pulso, mis caminatas y mi ejercicio, y si lanzan lo de la medición no invasiva de azúcar en sangre, lo probaré seguro. No es una cuestión de hipocondría, sino de conocerse y entenderse a uno mismo y a su cuerpo, saber cuándo estás más activo y cuándo más «tirado», cuándo te falta energía o por qué te sientes mal. Sin wearables, los indicadores que tienes son si sientes escalofríos o sofocos, si te duelen los músculos, si te sientes con energía o sin ella, etc. pero todos lo evaluamos de una u otra manera.

      • Gorki - 30 mayo 2017 - 13:58

        La inmensa mayoría de la población, está segura de estar sana, hasta el punto, que las empresas tienen que obligar a que se hagan una revisión anual, porque si no, no se la harían nunca. A estos señores que se hacen un chequeo anual por obligación, pretender venderles un aparato para medir la glucosa en sangre, es francamente difícil.

        Al resto, (si quieres no les llare «hipocondríacos», los llamare , «cuidadosos») si creo que son clientela potencial del aparato,

        ¿Cuantos son?, – pues en mi opinión suficientes, pues hay suficientes como para vender yougures con bífidus, complementos alimentarios, y todo tipo de productos al que se antepone la silaba «eco»

      • Pedro Picapiedra - 30 mayo 2017 - 15:55

        Don Enrique

        ¿Le parece adecuado mi nick porque, usted que defiende la seudociencia de las pulseritas digitales, está aludiendo que mis ideas le parecen prehistóricas?
        Vaya. El uso de sus cachivaches lo podríamos tachar de postureo pero en ningún se me ocurrirá llamarle progresista ex-gordo. No le vayamos a ofender. (Por lo de progre). En lo segundo le felicito.
        ..

        • Enrique Dans - 30 mayo 2017 - 15:58

          Vaya! Menos mal que te puse un smiley! ;-)

    • Alberto Lozano - 4 junio 2017 - 19:38

      Uno no es hipocondriaco hasta que un día, pasados los 60, te encuentras en la sala de urgencias de un hospital. A partir de ese momento, sino hipocondriaco, sí que te vuelves cuidadoso.

  • #009
    Carlos Quintero - 30 mayo 2017 - 12:13

    La idea de utilizar dispositivos que no tienen mucha precisión para monitorizar parámetros y alertar sobre variaciones que recomienden visitar a un médico tiene un punto de ingeniosa, pero en mi opinión no creo que tenga mucho recorrido.

    Como indiqué en un comentario anterior, creo que la mayoría de personas no se preocupa por su salud (al menos no lo suficiente como para cambiar sus hábitos de vida). No creo que a estas personas les hagan falta dispositivos ni avisos. Por ejemplo, ya pone en las cajas de tabaco que fumar mata, y siguen fumando. ¿Necesitan un dispositivo que les diga cómo tienen los pulmones? Como anécdota, el sábado comí con los asistentes a una conferencia, y el que tenía a mi lado, con una barriga ciertamente grande, comió de todos los entrantes, pan, vino, y el segundo plato de carne con salsa y con patatas fritas, etc. Yo picoteé un poco de los entrantes que no eran fritos y me tomé un pescado a la plancha, sin probar las patatas fritas. Al final de la comida va y me dice: «oye, ¿y tú cómo haces para estar tan delgado?» :-)

    Luego están los que sí se preocupan, pero no quieren usar dispositivos para este tema, que también son unos cuantos. No todo el mundo quiere mediciones, ni mucho menos monitorización constante.

    Y para los que usamos dispositivos, es cierto que aunque midan con error pueden ser de cierta utilidad, para saber cuándo nos estamos desviando. Por ejemplo, una báscula que pese siempre 2 Kg de menos (o de más) puede servir para saber si adelgazas o no. Mi Apple Watch no mide con precisión los largos de la natación (a veces con diferencias de 3 m en una piscina de 20 m), pero cuando inviertes el sentido lo detecta y añade los 3 m automáticamente, de manera que al final de la sesión de natación sí tiene la distancia nadada correcta para hacer cálculos de velocidad, etc.

    No obstante, yo preferiría una báscula que fuera más exacta, o un reloj que midiera mejor la distancia. Y si el dispositivo me va a medir la glucosa, el colesterol o las pulsaciones, querría que tuviera precisión, como lo espero del termómetro que me mide la temperatura.

  • #010
    Carkis - 30 mayo 2017 - 12:47

    Con los millones de pulseritas de medición de la actividad que se han vendido y que son muy limitadas, y no veis mercado para esto? Yo le veo un gran potencial: control de peso, control de actividad, para corredores y deportistas en general etc…

  • #011
    JJ - 30 mayo 2017 - 16:20

    Creo que los glucómetros para diabéticos, sin pinchazos, ya existen hace un tiempo y son bastante efectivos (no meros gatgets).

    http://www.curardiabetes.com/mi-experiencia-con-el-freestyle-libre-el-medidor-de-glucosa-sin-pinchazos/

  • #012
    Javier March - 30 mayo 2017 - 18:50

    Hipocondríacos aparte y antitecnólogos (me lo acabo de inventar :o), todos los avances que vengan en temas de salud serán para bien, y creo que eso es indiscutible. Las empresas siempre andan buscando objetos de negocio y si un fabricante de teléfonos desarrolla algo así lo explotará sí o sí, y nos beneficiaremos todos (bueno, habrá quién no quiera).
    Yo soy diabético tipo II y desdeluego adoptaré cualquier tecnología que me permita conocer mis niveles a través del móvil, o algo parecido, y pueda dejar de pincharme para saberlo.
    Por cierto JJ, no conocía el FreeStyle y me parece que ése es el camino. Ahora hace falta que su precio sea asequible, porque 120€ al mes me parece una barbaridad.

    • JJ - 30 mayo 2017 - 20:38

      Estoy de acuerdo Javier, es caro y todavía tiene algunos problemas. Pero como tú dices allí está el camino gracias a una tecnología que lo hace posible aunque deba pulirse y abaratarse.

  • #014
    Pepe Perez - 30 mayo 2017 - 21:33

    Soy un completo ignorante sobre la utilidad de todo ese tipo de cacharros. Supongo que alguno habrá de cierta utilidad, más habrá en el futuro y todo se andará.

    Pero no faltarán tarugos a mansalva que los compren, sirvan o no. La teletienda con sus asombrosos productos es un claro ejemplo de ello. Si les pones más luces, pijadillas y un poco de interneteo el éxito estará asegurado. El mundo está lleno de gente dispuesta a regalar su escaso dinero a cambio de humo.

    Antes los charlatanes iban por los pueblos cargados con una maleta llena de crecepelos, otros productos milagrosos y un poyo; y también triunfaban. Ahora se han modernizado.

    Me hacen mucha gracia los caminantes con podómetro. Al mismo tiempo cargan con un móvil caro de co… que no saben utilizar. Si abres Google Maps y le dices: Ruta desde aquí, hasta aquí, ya lo tienes calculao y gratis.

  • #015
    majarete.com - 31 mayo 2017 - 00:59

    Aquí se aplica muy bien aquello de que «nadie sabe con la sed que bebe el otro.» Es claro que la mayoría de los que han comentado no tienen problema con la glucosa ni tienen necesidad de saber a cuanto la tienen.

    Yo espero que esa tecnología en un futuro cercano la pueden mejorar, aunque no sea cien por ciento exacta. Claro que las compañías que la desarrollen se van a lucrar con ello, pero ahora nada es gratis.

    Para el diabético es muy importante saber como esta la glucosa, aunque no sea exacta, pero el tener un aproximado del numero es de mucha ayuda.

    Muchos de los inventos de hoy día, han hecho millonarios a sus creadores, pero han sido de muchos beneficios para todos nosotros.

  • #016
    Alberto Lozano - 2 junio 2017 - 13:50

    Enrique, dale un vistazo a esto.
    Un holter vale un dineral y sólo te monitorizan el corazón 24 o 48 horas … Y hay que acordar visita para ello y que te la solicite un cardiólogo.

    Este dispositivo te permiten monitorizar tu corazón 24/24 365/365 y cuesta menos de 500 dólares (el mío está llegando).
    Entre otras cosas, puede detectar a tiempo fibrilaciones auriculares que pueden acabar en un ictus y que suelen pasar desapercibidas para la persona.
    ¡Un electrocardiograma permanente!
    Y además está aprobado por la FDA.
    https://www.getqardio.com/es/qardiocore-wearable-ecg-ekg-monitor-iphone/
    Mi cardiólogo está desando que llegue para que se lo preste y probarlo él mismo. :)

  • #018
    Luis - 8 junio 2017 - 14:02

    Luego están los que sí se preocupan, pero no quieren usar dispositivos para este tema, que también son unos cuantos. No todo el mundo quiere mediciones, ni mucho menos monitorización constante.

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