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La recaudación de los radares se dispara un 37% en solo un lustro

La DGT ingresa 164 millones de euros en 2016 con los cinemómetros, frente a los 120 millones de 2012

Los ojos que vigilan las carreteras han agudizado la vista. La DGT recaudó 164,2 millones de euros en 2016 a través de los radares, según ha confirmado Tráfico y según consta en una respuesta parlamentaria del Gobierno. Esta cifra provisional contrasta con los 120 millones ingresados en 2012 y supone un aumento del 37% en apenas un lustro. Un alza que se conoce después de que Interior anunciase en enero que instalará 60 nuevos cinemómetros fijos, como parte de la batería de 15 medidas "urgentes" aprobadas para combatir la subida de la siniestralidad.

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La recaudación de los radares lleva, desde hace años, marcando una tendencia al alza. Pero esta se ha acentuado en los dos últimos ejercicios, cuando se ha pasado de ingresar cerca de 129 millones en 2014 (355.000 euros al día) a los más de 164 de 2016 (449.000 cada jornada), según consta en una respuesta parlamentaria al diputado socialista Miguel Ángel Heredia. Esta subida drástica se ha traducido en que este tipo de sanciones ha ganado un peso importantísimo en el global de multas de las DGT. De hecho, si en 2013 representaban el 29,7% del total, este porcentaje ya se elevó ligeramente en 2014 hasta el 33% y, a partir de entonces, se disparó hasta alcanzar el 41,5% en 2016.

Para explicar el porqué de este alza de la actividad de los radares, Tráfico baraja dos factores. En primer lugar, pone la mirada a principios de 2015, cuando se modificó el plan de gestión de la velocidad en las carreteras españolas y, con el objetivo de combatir el aumento de la siniestralidad, la DGT decidió trasladar todos los cinemómetros móviles a las vías secundarias, donde se registran más del 75% de las víctimas mortales en accidente. En segundo lugar, Tráfico subraya que se ha producido un gran incremento de la movilidad en los dos últimos años: en 2016 hubo 392 millones de desplazamientos de largo recorrido, lo que supone una subida del 5% respecto a 2015 y del 9% en comparación con 2014.

A su vez, la DGT incide en que las multas de los radares están ganado importancia sobre el total de expedientes abiertos porque, mientras estas aumentan, otros tipos de sanciones se están reduciendo —como las impuestas por conducir ebrio—.

Los 25 radares fijos que más multaron en 2016

Fuente: Automovilistas Europeos Asociados

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Aunque Miguel Ángel Heredia, parlamentario del PSOE, opina distinto: "Los radares no se están instalando en los sitios donde hay mayor siniestralidad, sino que se busca cazar al automovilista para obtener recaudación". "Pedimos que los 164 millones de euros recaudados se destinen a mejorar la seguridad vial. Porque, desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno, la mejora del asfaltado brilla por su ausencia y en señalización no se ha invertido prácticamente nada", remacha el socialista.

"Un radar del que no avisan es recautatorio"

"Un radar oculto, que no está señalizado y del que no avisan, cumple una función más recaudatoria que preventiva", sentencia Antonio Lucas, portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE), que considera que la instalación de los cinemómetros debe ir asociada siempre a una finalidad "educativa". "Para que los radares cumplan su objetivo de reducir los accidentes, los conductores tienen que percibir que se han colocado en un punto determinado porque allí existe un riesgo real", apostilla el representante del colectivo, que añade: "Por tanto, si están aumentado este tipo de multas y se están colocando cada vez más radares, es que algo está fallando. Porque no se logra concienciar a los automovilistas de ese riesgo".

4,3 millones de sanciones

El debate sobre si la colocación de los cinemómetros responde a un afán recaudatorio ya ha enfrentado con anterioridad a algunas asociaciones de automovilistas con la DGT. "A la vista de la ubicación mayoritaria de los radares [fijos] en autopistas y autovías, así como al importante número de denuncias formuladas, no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad. Tráfico debería replantearse su política de radares, ya que se están convirtiendo en meros instrumentos de recaudación", denuncia el colectivo Automovilistas Europeos Asociados.

Pero la DGT siempre defiende que las sanciones solo se ponen a quienes cometen una infracción. "Sin infracción no hay multa", responde el departamento dirigido por Gregorio Serrano, que añade que el total de las denuncias impuestas y la cifra de recaudación apenas ha variado en este periodo. En 2016, se contabilizaron 4,3 millones de sanciones y se ingresaron 395 millones de euros —cifras que incluyen todo tipo de multas, entre ellas, las de los radares—. En 2014, fueron 4,2 millones de denuncias y 392 millones de euros, por lo que el aumento es del 2% y del 0,7%, respectivamente.

Pero, ¿qué percepción tienen los conductores? Una encuesta de 2015 de la Fundación Línea Directa concluyó que el 92% de los automovilistas piensa que las multas de tráfico esconden un afán recaudatorio y sólo el 11% cree que los radares se colocan únicamente por razones de seguridad.

Radar en la N-II en la entrada a Madrid.
Radar en la N-II en la entrada a Madrid.Víctor Sainz

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