MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) - El equipo de investigación empleó núcleos de bancos de musgo --que están bien conservados en las condiciones frías de la Antártida-- desde un área de aproximadamente 400 millas, y analizaron cinco núcleos de tres sitios. "La sensibilidad del crecimiento del musgo a los aumentos de la temperatura pasados sugiere que los ecosistemas se alterarán rápidamente bajo calentamiento futuro, llevando a cambios importantes en la biología y el paisaje de esta región icónica --dice el profesor Dan Charman, que lideró el proyecto de investigación en Exeter--. En resumen, podríamos ver el verde de la Antártida en paralelo con observaciones bien establecidas en el Ártico". El mismo grupo de investigadores publicó un estudio centrado en un sitio en 2013 y la nueva investigación confirma que su hallazgo sin precedentes puede aplicarse a una región mucho más grande. La vida vegetal sólo existe en alrededor del 0,3 por ciento de la Antártida, pero los resultados proporcionan una manera de medir la extensión y los efectos del calentamiento en el continente.