Los niños que estuvieron expuestos al alcohol durante la gestación tienen un menor rendimiento escolar

A pesar de que hay una mayor concienciación de la sociedad sobre los peligros de la exposición prenatal al alcohol, las tasas de los trastornos del espectro alcohólico fetal siguen siendo alarmantemente altas. En un nuevo estudio, se ha evaluado el rendimiento escolar en niños de los que se sabe que fueron expuestos prenatalmente a un consumo materno intensivo de alcohol. Y ese rendimiento escolar se ha comparado con el de sus compañeros que no sufrieron dicha exposición. Los autores han explorado además las regiones cerebrales que podrían estar relacionadas con el rendimiento escolar.

 

El equipo de Leila Glass, de la Universidad Estatal de San Diego en California, Estados Unidos, evaluó dos grupos de niños de 8 a 16 años de edad: 67 niños con una exposición prenatal elevada al alcohol (44 chicos y 23 chicas) y 61 niños que no habían sido expuestos al alcohol antes de nacer (33 chicos y 28 chicas). Se analizaron entonces las puntuaciones obtenidas en pruebas estandarizadas de lectura, ortografía, matemáticas y otras asignaturas o habilidades. Además, los cerebros de un subconjunto de 42 niños (20 chicos y 13 chicas) fueron escaneados, lo que permitió a los investigadores examinar las relaciones entre la estructura de la corteza cerebral (sobre todo su grosor y área de superficie) y el rendimiento escolar.

 

Los niños expuestos al alcohol tuvieron un rendimiento notablemente peor que el de sus compañeros en todas las asignaturas o materias escolares, encontrándose una especial carencia en el rendimiento en matemáticas.

 

 

Aunque consumir bebidas alcohólicas con moderación pueda no causar problemas significativos en la salud, sí puede resultar muy peligroso durante el embarazo para la salud futura del hijo o hija en gestación. (Foto: Paolo Neo)

 

La visualización cerebral mediante los escaneos reveló que los niños sin exposición prenatal al alcohol poseían el patrón de desarrollo esperado asociado con una depuración o "poda" cerebral, un proceso típico de esa etapa del desarrollo. Sin embargo, los niños expuestos al alcohol no mostraron este patrón, posiblemente debido a un desarrollo cerebral atípico o retrasado, que ha sido observado en otros estudios.

 

Estos resultados están en línea con observaciones previas de bajo rendimiento escolar en niños expuestos al alcohol antes de nacer, en comparación con sus compañeros sin dicha exposición. Todo esto resalta la necesidad de una mayor atención y apoyo docente para los niños que sufrieron dicha exposición.

 

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