Usan terapia de surf para rehabilitar niños soldados

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VICE Impact

Usan terapia de surf para rehabilitar niños soldados

Establecida en la devastada Mogadishu, la iniciativa usa el océano y las olas para ayudar a las comunidades asoladas por años de violencia y sufrimiento.

El sábado 14 de octubre de 2017, un camión con 350 kilos de explosivos caseros de grado militar llegó al distrito Hodan de Mogadishu y detonó en un cruce de caminos cerca del Hotel Safari. Un vehículo de combustible estacionado cerca provocó una llamarada masiva. 512 personas perdieron la vida y 316 salieron lesionadas. La organización que perpetró el ataque mortal fue al-Shabaab. Si bien el grupo ha perdido mucho del territorio que controlaba en Somalia en los últimos años, han seguido aterrorizando a los somalíes locales. El ataque sólo es uno de los 75 que ocurrieron el año pasado, asesinando a 888 personas sólo en Somalia.

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Traducido literalmente del árabe como “la juventud”, la prevalencia del grupo depende, en parte, de su habilidad por reclutar jóvenes marginados en Somalia. Pero fieles a la filosofía resiliente de Mogadishu, los activistas locales están trabajando duro para enfrentar esta situación.

Unos cuantos kilómetros lejos de la explosión mortal de octubre, en un trecho largo y blanco de arena rodeado de agua azul cristalina, se encuentra la iniciativa más nueva de rehabilitación para niños y jóvenes soldados. Famoso por sus piratas, los activistas están usando el poder del océano somalí y las tablas de surf para generar un cambio positivo.


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La mujer que dirige la iniciativa es Ilwad Ali de 27 años. Siguiendo los pasos de su padre Elman Ali Ahmed, un ardiente activista de la paz asesinado en 1996 por su trabajo en derechos humanos, Ali ahora trabaja con su madre Fartuun Adan, cofundadora de Elman Peace (organizada en honor de su marido) para ayudar a rehabilitar niños que abandonan grupos armados en Somalia.

“Mandamos algunos carteles e instructivos, con el objetivo de ayudar a que Elman Peace integre la terapia de surf como parte de su programa”, dijo Tim Conibear, director fundador de Waves for Change a VICE Impact. Fundada en 2009 en Sudáfrica, Waves for Change comenzó como un club de surf pequeño en Masiphumelele Township y rápidamente creció cuando dos miembros de la comunidad —Apish Tshetsha y Bongani Ndlovu— se ofrecieron como voluntarios para dirigir y aumentar el club. Después de algunas sesiones, el trío rápidamente reconoció que el surf era una manera efectiva para atraer jóvenes. La exposición diaria a la violencia significa que muchos sufren de estrés psicológico y emocional, que se manifestaba como un comportamiento antisocial y peligroso.

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¿Por qué se considera surfear como algo terapeútico? “Estar afuera y conectado con la naturaleza es importante. Ayuda a reconectar los sentimientos y las emociones que a menudo surgen y se pierden en medio de situaciones muy traumáticas. Surfear por sí solo es muy satisfactorio. Lograr hacer algo que pensabas que era imposible es clave, ayuda a formar la confianza y una identidad positiva”, dijo Conibear a VICE Impact. “Los jóvenes que crecen en zonas de conflicto experimentan un enorme trauma. En estos contextos, no siempre es fácil ofrecerles un escape para explorar lo ocurrido y encontrar nuevas formas de lidiar con una ola de emociones y sentimientos nuevos. La Terapia de Surf, y el deporte en general, es una forma fantástica de ayudar a los jóvenes a desarrollar personalidades propias positivas”.

Imagen vía Elman Peace y el Centro de Derechos Humanos.

VICE Impact habló con Ilwad Ali para conocer más acerca del nuevo programa de terapia de surf en Mogadishu y por qué cree que este tipo de iniciativas pueden ayudar a contrarrestar la violencia en Somalia.

VICE Impact: ¿Puedes contarme acerca del programa de terapia de surf que ayudaste a implementar en Somalia?
Ilwad Ali: teniendo el surf como herramienta para la salud mental alternativa y el bienestar de los niños que abandonan grupos armados en Somalia, nos estamos embarcando con Waves for Change en un viaje para tratar los síntomas somáticos y el estrés de los niños afectados por la guerra y empoderarlos con técnicas para reconstruir y reclamar sus vidas.

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Tenemos una visión a largo plazo para proveer soluciones completas y comprensivas al trauma y la salud mental en Somalia, porque creemos firmemente que si no sanamos a quienes fueron afectados por la guerra, no podremos terminarla. La paz no sólo es la ausencia de conflicto, sino que requiere que la gente viva, respire y practique la paz; lo cual sólo es posible si la gente está en paz consigo misma.

Queremos apoyar a Somalia a lograr esto desarrollando una fuerza hábil de sanadores del trauma, explorando métodos alternativos como surfear y usando cualquier herramienta o técnica a nuestro alcance hasta que nuestra visión quede realizada.

Imagen vía Elman Peace y el Centro de Derechos Humanos.

El acercamiento que hemos adoptado con el apoyo de Waves for Change es el principio de esta visión: construir la capacidad de tres líderes jóvenes para convertirse en instructores de surf, quienes siguen el currículum diseñado por Waves for Change en la terapia de surf.

La situación en Somalia es increíblemente frágil. ¿Qué barreras y desafíos tuvieron que superar para que el proyecto fuera viable?
El proyecto fue lanzando en un ambiente de seguridad muy hostil, y más allá de los retos de seguridad graves, también está el grupo demográfico al que el proyecto estaba enfocado: los niños que abandonaron grupos armados y están en rehabilitación y reintegración en la comunidad. Esto complica las restricciones de seguridad para el proyecto, ya que luchamos contra la inseguridad porque algunos están bajo amenaza, tomando en cuenta la sensibilidad intrínseca del proyecto. Como resultado, a menudo tenemos que recibir escoltas armados sólo para ir a la playa a practicar la terapia.

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Fiel a nuestra creencia de que los niños tienen la oportunidad de escapar los ambientes militares, pueden ser niños otra vez. También hemos visto que, una vez llegamos a la playa en las afueras de Mogadishu y escapamos de la ciudad militarizada y todos sus desafíos, somos testigo de una calma inmediata en medio del caos.

Imagen vía Elman Peace y el Centro de Derechos Humanos.

¿Por qué es importante explorar técnicas de salud mental alternativas, como la terapia de surf, en Somalia?
Los servicios especializados en la salud mental no existen en el país y tampoco se le da la importancia debida a este tipo de servicios. De hecho, la mayoría cree que la terapia tradicional es un concepto occidental que no tiene relevancia para el contexto local y que por tanto se aplica la creencia de que hablar sobre el dolor, la pena, el estrés o el trauma no es útil. Por más de dos décadas, la creencia de que no se habla acerca del dolor que soportan ha sido bien enraizada. De manera que este nuevo enfoque de terapia que aprovecha el poder del océano, mismo que a menudo se utiliza en la religión islámica que la mayoría de somalíes practica, es un método contextualizado y será mejor recibido para convertirse en sustentable y será aceptado como una práctica de autocuidado.

Imagen vía Elman Peace y el Centro de Derechos Humanos.

¿Cómo son las olas en la costa de Somalia?
Somalia tiene la costa más grande de África y, con esas playas hermosas, estamos seguros de que un día será un paraíso turístico. Las olas no son muy salvajes en las playas de Mogadishu, lo cual es ideal para los niños que participan en el curso de surf, pero conforme desarrollamos la capacidad de los jóvenes instructores, planeamos aventurarnos a otras regiones como Middle Shabelle en las playas de Marka y Hobyoo, donde las olas serán más desafiantes.

Debido a la increíble complejidad en la seguridad de Somalia, y el alto costo de mantener a los niños a salvo, se necesitan muchos recursos para expandir el programa de terapia de surf. En este momento, Ilwad es capaz de recibir 40 jóvenes una vez a la semana, los viernes. El transporte (3 autobuses rentados + el salario de los conductores) y la seguridad le cuestan al grupo 400 dólares por cada viaje. Con fondos adicionales, podrá llevar a más niños a surfear, más seguido. También le gustaría aumentar el salario anual de los tres instructores (300 dólares al mes). Esto le permitiría expandir el programa a través de instructores e incluso, potencialmente, organizar iniciativas de terapia de surf en otras regiones de Somalia. Waves for Change han donado y mandado 10 tablas a Somalia. Tú también puedes donar directamente para ayudar ahora.