"Lo más difícil es tirarte un pedo frente a tu pareja": Cómo es casarse antes de los 30
Fotos cortesía de los entrevistados.

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"Lo más difícil es tirarte un pedo frente a tu pareja": Cómo es casarse antes de los 30

Platicamos con cinco valientes que nos cuentan su experiencia hasta ahora siendo marido o mujer.

Nunca tuve sueños de casarme ni imaginé cómo sería, aunque tampoco lo descarto. No sé, quizás haga match con Ximena Sariñana en Tinder y me case con ella. Esa es mi meta. Tengo 28 años, lo cual significa que cada vez que reviso mi Instagram, Facebook, Twitter o fotos de Whatsapp de mis amigos, veo constantemente bodas, kilos de más, bebés y todo lo que hacen los seres humanos cuando es tiempo de "sentar cabeza", o algo así.

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No he sentido presión de casarme ni nada por el estilo, pero es raro ver a todos mis amigos llamar a sus —anteriores— novias, "esposas". Está cabrón y hace que me sienta viejo, triste y deprimido. Siendo sincero y coherente, pues, actualmente no podría casarme; además de que gasto absolutamente todo mi dinero en tenis, conciertos, ropa, alcohol, drogas, viniles, y bobble heads del vocalista de My Chemical Romance —obvio lo compré—, creo que no tengo aún la suficiente fuerza emocional para soportar vivir con otra persona con la que tenga una relación amorosa. Lo voy a lograr, amigos, pero aún no es el momento.

Admiro profundamente a todos mis amigos que lo están logrando, pero por ahora, creo que prefiero quedarme en el equipo de los solteros. Les juro que mi pesadilla más grande es usar un baño compartido diario. No me culpen, me gusta que mi baño huela a rosas o uvitas y si la otra persona no tiene sensibilidad con esto, me voy a poner amargado y la relación se va a ir a la mierda. Neta.

No hay una "edad para casarse", pero, podríamos pensar que después de los 30 años es una "buena idea", por eso de la estabilidad económica y otras cosas. Ahora, para saber cómo es realmente estar casado antes de los 30 años, platicamos con cinco valientes que nos cuentan su experiencia hasta ahora siendo marido o mujer.

Michele, 28 años, cuatro meses de casado

Es una experiencia difícil y bonita porque tienes que aprender a convivir con una persona completamente diferente. Venimos de una cultura que pienso que es bastante cómoda, ya que dejamos de vivir en casa de nuestros padres muy tarde, incluso hay gente que pasa de los 30 años y sigue viviendo con ellos. Creo que lo más difícil siempre va a ser la decisión de estar con la misma persona por el resto de tu vida, ya que tomarla antes de los 30 años, pues, fácilmente te quedan 10 años de joda por delante. Hay que estar seguro de lo que quieres en la vida, y no sólo en la parte amorosa o sentimental, si no en la laboral y en tus objetivos de vida.

Básicamente es saber qué tipo de vida quieres y en dónde te ves en algunos años, y más con lo fácil que es actualmente coger. Para que sobreviva tu matrimonio, tienes que tener una estabilidad económica real, porque si no valió verga todo. "Matrimonio con hambre no dura", dicen.

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Creo que lo más difícil es echarse un pedo frente a tu pareja. Viviendo juntos no hay escapatoria, a mí siempre me dio pena, pero ya me ha pasado más de una vez. Justo hace días estaba en la recámara y me había tirado un pedo, pero estaba solo. Por mala suerte, entró mi esposa y bueno, me dio muchísima pena. Ahora conozco a parejas que lo hacen diariamente y al parecer les va bien. El hecho de que a mí me guste la comida de una forma y a ella no, de que si me cocina tenga que comérmelo todo para no armar una pelea y también dejar o no el baño oliendo mal son definitivamente las cosas más difíciles.

Nakira, 25 años, un año de casada

La vida de casados es bastante sabrosa, aunque ha sido una montaña rusa de altos y bajos que al final ha valido la pena. Aprendo todos los días y necesito tener muchísima paciencia. Obviamente la comunicación es casi que lo más importante y fundamental en la relación, ya que no sólo estás compartiendo una casa, estás compartiendo tu intimidad diaria. Tomé la decisión de casarme porque encontré a la persona adecuada, hay algo que te lo dice, es como una fuerza que sientes dentro del cuerpo y, bueno, te hace sentir que todo va a estar bien. Me ha ido bien, han habido momento grises que no puedo negar, pero al final vale la pena.

Hay días que no tenemos paciencia, pero así es la relación hasta con tus amigos. Él llega por ejemplo de un mal día de trabajo y la descarga conmigo. Pero bueno, al final del día se disculpa y se da cuenta que cometió un error. Al principio había desconfianza, pero era por su historial. Prácticamente ya hoy ha desaparecido esa desconfianza. A ver, por ejemplo, hoy va a tomarse unas cervezas con la gente de su trabajo y no hay problema. Antes sí teníamos problemas de desconfianza por ese tipo de situaciones.

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Así que creo que en resumen, lo más difícil es la confianza, ya que somos muy jóvenes y distintos. También la monotonía tiende a aburrir, entonces el secreto está en sorprendernos diariamente, ojalá sea así siempre.

Diego, 28 años, cuatro años de casado

Me casé a los 24 años, nuestro testigo fue el juez, bien espontáneo todo. Recuerdo que ella me llamó y me preguntó: "hey, ¿quieres casarte?" Así que fuimos, firmamos y luego nos comimos un burrito.

La verdad mi matrimonio ha sido muy sencillo, ya que habíamos vivido dos años juntos antes de casarnos. Quizás lo que más nos costó fue adaptarnos al cambio de la palabra "novios" por "esposos". Al principio es demasiado extraño. Suena a cliché, pero cuando encuentras a la persona con la que quieres compartir el resto de tus días, los demás pasos a seguir son muy fáciles. Los momentos más difíciles que hemos tenido sinceramente han sido por diferencias culturales, ya que al yo ser latino y ella gringa, pues lo que para mí significa un plan de viernes por la noche perfecto (tomar cervezas por ahí) para ella no lo es, ella prefiere quedarse en casa viendo películas y cosas así.

Y bueno, cuando conocí a su hermano, recuerdo que estábamos comiendo pizza y el papá de mi esposa insinuó que yo estaba recibiendo más acción que él con su esposa. Su familia es demasiado abierta y fue un shock cultural bien grande.

Ricardo, 29 años, tres años de casado

Mi matrimonio comenzó con muchísimos tropiezos, muy difícil al principio. Mi esposa estaba embarazada para ese entonces y para mí fue bastante difícil asumir esa situación. Mi vida cambió, había planificado cosas para mi futuro y, bueno, mis planes cambiaron radicalmente. La convivencia ha sido bastante difícil e imagino que eso pasa en todos los matrimonios. Detalles como las toallas, compartir el baño, el jabón y cosas de aseo personal. Desde esos pequeños detalles, hasta estar acostumbrado a ser el rey en tu casa debido a tus padres. Cuando ya te mudas a vivir solo o en pareja pasas a ser el jefe de la familia. Salir a la calle a buscar el pan de cada día, ropa para tu esposa, ropa para tu hija, útiles escolares, televisor, lavadora, y cosas de ese estilo. Imagínate yo a mis 25 años, cuando todas estas cosas me vinieron a la cabeza fue fuerte. Tomé la decisión de casarme porque yo no quería que mi hija creciera con padres separados.

Ya cuando van creciendo tus hijas, por ejemplo, no puedes llegar a las tres de la mañana porque tus hijas te preguntan "papi, ¿donde estás?" o cosas por el estilo. Tu vida va dando un giro bien cabrón y te vas sintiendo día a día que eres padre de familia y jefe de un hogar.

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Siempre habrán problemas, diferencias en cuanto a criterios y opiniones. Hay algo que no mucha gente sabe, y es que cuando te casas con una persona también te estás casando con su familia. Con tus suegros, pues. De igual forma, uno se va adaptando y termina proyectando lo que vivió de niño para que tu familia sea lo más parecido a la que tuviste. Obviamente los celos existen y seguirán existiendo, creo que es normal.

Josnel, 26 años, dos años de casado

Tomamos la decisión de casarnos ya que llevábamos casi seis años de pareja, pensábamos que era el paso correcto. Me casé joven, a mis 24 años, pero mi experiencia hasta ahora ha sido bonita, incluso me mudé de país junto a mi esposa y bueno, todo ha salido bien hasta ahora. Quizás los problemas más grandes que he tenido vienen desde la frustración, ya que no he conseguido la estabilidad económica que yo hubiese querido y no es fácil vivir eso en un matrimonio. Es una cuestión de orgullo, pero mi esposa se ha portado muy bien conmigo en ese aspecto y me ha aguantado un chingo.

Quizás estar fuera de nuestro país, recién casados, ha sido algo difícil: extrañas a tu familia, amigos y cosas por el estilo. Esta navidad va a ser nuestra primera sin pasarla en familia, pero al menos nos tenemos para estar juntos.

Hemos sabido sobrellevar la cuestión de convivir juntos, aunque obviamente ya nos conocíamos pero cuando vives junto a alguien es que realmente te das cuenta de cómo es su personalidad.

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