Jon Ander Badiola. Un ser humano muy humano

Conocedor de su historia, enfocado en el presente y con mucha esperanza en el futuro, este empresario, actual presidente de VenAmCham, demuestra con acciones la calidad humana que lo caracteriza

Por Adriana K. Machuca

Pocas horas bastaron para que Jon Ander Badiola, Presidente de Cargill Venezuela, dejara ver que 26 años dentro de la corporación multinacional privada han contribuido en su crecimiento profesional y como ser humano.

Sus ancestros fueron la principal fuente de estimulo y pilar fundamental para su desarrollo.  Gracias a la preocupación e insistencia de sus abuelos, él y su hermano estudiaron hasta el nivel universitario. “Lo que llevas en la cabeza no se te quedará en ninguna parte, siempre lo llevarás contigo”, les repetían.

Se define como arquitecto frustrado, pues pensaba que sería su profesión ideal para el ejercicio, pero circunstancias de la vida lo llevaron a obtener en 1976 el título como Ingeniero en electrónica en la Universidad Central de Venezuela.

Enfocado en su carrera y trabajando como docente en esa casa de estudios, un drástico giro obliga a Badiola a tomar otro camino. “Me casé en 1978 y luego en 1981 nace mi primer hijo.  Por problemas en la universidad, los profesores pasamos como 5 meses sin cobrar.  Abandoné mis planes como docente y empecé a trabajar en  la Torre del Oro como subgerente general a solicitud de mi suegro”, recuerda el empresario.

Muchas fueron las experiencias obtenidas durante su paso por la Torre del Oro.   Tantas, que Cargill decide aprovechar su talento y lo asume como uno de los altos directivos de dicha corporación cuando en el año 90, esta organización compra a la Torre del Oro y “desde entonces estoy aquí”, indicó Badiola.

Presidente

Trabajo, honestidad y esfuerzo propio son los valores que su familia le inculcó desde niño.  Y los ha aplicado desde siempre.  Los resultados:  en junio de 2010 una nueva oportunidad toca a su puerta.  Ser presidente de Cargiil y representante de Venezuela es la nueva oferta que la corporación tiene para Jon Ander Badiola.  “Yo sería el cuarto presidente para Venezuela de los 30 años que tiene Cargill en el país”, acentuó Badiola.

Ya han transcurrido 6 años de haber asumido el más alto rango de la corporación y confirma que está en el lugar indicado. “Yo no podría trabajar en algo donde no estuviera a gusto. Y sobre todo ahora que nuestro país se encuentra sumido en una grave crisis, crisis que en buena parte se debe a la carencia de buenos líderes y de valores”, destacó.

Afirmó que lidera a un talentoso grupo de trabajo. “Soy un buen comunicador, sincero e íntegro. Soy un líder de un equipo sin el cual no podría dirigir una empresa exitosa”, resaltó.

Badiola comentó que el estilo de Cargill es el de una organización de puertas abiertas y muy familiar. “Tratamos de estar lo más cercano posible a nuestra gente, a los trabajadores”.

Su currículum lo engrosa que este año Badiola asume la presidencia de VenAmCham, cargo que ocupa con toda la responsabilidad que implica la volatilidad que vive Venezuela. Está seguro de que su contribución será importante de cara a cumplir con la misión de la cámara como lo es “defender el libre comercio e incrementar el intercambio comercial con EEUU.  También está  promover la responsabilidad social empresarial y la resolución de controversias través del CEDCA”, destacó.

“Nos toca un momento muy duro, el tiempo es limitado.  Pero nuestra responsabilidad es enfrentar con integridad la construcción de una sociedad que busque el bien común, que se base en nuestra responsabilidad para con nuestra sociedad, nuestro ambiente, nuestros trabajadores, nuestras comunidades, nuestro país”, resaltó.

Orígenes

Sus padres nacieron en el País Vasco, España.  Ambos pasaron parte de su niñez en campos de refugiados.  Tras el estallido de la guerra civil en el año 36 y con edad adolescente llegan a Venezuela.  “Las familias de mis padres emigraron a Venezuela, que en esos días recibió́ a muchos exiliados, que huyendo de la guerra, se refugiaron en Venezuela y que tanto le entregaron a nuestra patria”, puntualizó.

“Mis padres se conocieron aquí.  Muy jóvenes se casaron y tuvieron dos hijos.  Uno de ellos soy yo, nací el 12 julio del 1952. Su educación se vio truncada tempranamente y tuvieron que trabajar muy duro para levantar a una familia humilde, muy humilde, explicó Badiola.

Perfilados siempre al estudio y al trabajo, su norte fue dar a sus hijos lo que en algún momento carecieron.  Pero ejemplo de lucha, convicción y esfuerzo no faltaron en su hogar.

“A mi siempre me gusta ayudar a que las personas crezcan. Uno es un facilitador para que una persona aprenda. Soy una persona de consenso, una persona de escucha activa.

Familia

A pesar de que sus padres se divorciaron cuando apenas era un niño, Jon Badiola cree en el matrimonio y en la familia como núcleo fundamental de la sociedad.

En 1978 Jon Ander Badiola contrae nupcias y rápidamente crece la familia. “Nace Xabier en 1981  y Mikel en 1984”.  Ambos ya son profesionales de esta República.   “Xabier es Ingeniero Industrial de la UCAB con una maestría en el IESA  y Mikel obtuvo el título de Economista en la UCAB, hizo un master en el IESA y un MBA Boston Collage”, comentó.

Sus dos hijos también están casados, aunque aun no le han regalado la dicha de ser abuelo.

Disfruta mucho de la playa, sobre todo en la Isla de Margarita, lugar donde suele reunirse con su familia que agrupa a un importante número de primos y sobrinos.

Hombre de paz

Se considera un ser humano con “inteligencia emocional superior al promedio”, gracias a personas que lo han ayudado a crecer.

Su crecimiento como ser humano también se lo debe a Dios.  “Tengo una fe muy grande. Le doy gracias a Dios por la vida, por la salud. Y le pido a Dios que me haga un instrumento de su paz y de amor, porque yo creo que el conflicto deja heridas.  Mientras que la tolerancia, la comprensión, el reconocimiento de la diversidad, te lleva a un estado de paz”, asintió.

¡Trabajemos juntos para construir y no para destruir! B

 

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