Ésta es la experiencia que ofrece Windows 10 en tabletas híbridas y portátiles convertibles

Ésta es la experiencia que ofrece Windows 10 en tabletas híbridas y portátiles convertibles

6 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Ésta es la experiencia que ofrece Windows 10 en tabletas híbridas y portátiles convertibles

Cuando hablamos y valoramos la experiencia de Windows 10, por lo general lo solemos hacer refiriéndonos únicamente a la experiencia de sobremesa. Pero los tiempos cambian y los tipos de dispositivos también, y si algo ha sabido ver Microsoft en los últimos años ha sido la oportunidad que representan los híbridos como los de su gama Surface.

Con el tiempo el resto de fabricantes ha ido dándoles, y hoy día los híbridos y convertibles están cada vez más presentes en el mercado para unir la experiencia portátil con la de las tabletas. ¿Y cómo es la experiencia de Windows 10 en este tipo de dispositivos? Hemos estado utilizando una Surface Pro 4 durante unos días para comprobarlo, y aquí tenéis nuestras impresiones.

Pero antes de empezar, hay que dejar claro que nosotros vamos a centrarnos exclusivamente en hablar sobre el software y las ventajas o desventajas de Windows 10 respecto a otras alternativas como la de Android. Si utilizamos la Surface de Microsoft es porque es la que ofrece una experiencia más pura, y si te interesa el dispositivo te recomiendo que le eches un vistazo al análisis que le hicieron en su día en Xataka.

Un vistazo a…
'Sgroogled.com': cuando MICROSOFT lanzaba anuncios ANTI-GOOGLE

El mismo Windows que en tu sobremesa

Spotify

Es verdad que sistemas operativos como Android e iOS están avanzando en la multifunción, y que gracias a eso y a su rico ecosistema de aplicaciones cada vez son rivales más a tener en cuenta para la productividad en dispositivos convertibles. Pero pese a sus avances, estos siguen estando varios pasos por detrás de lo que ofrece la versión completa de Windows 10.

Sobre el funcionamiento de Windows 10, su interfaz y sus opciones genéricas ya hemos hablado largo y tendido en varias ocasiones. Su antecesor Windows 8 fue el primero en tratar de adaptar la experiencia a pantallas táctiles con sus iconos dinámicos, y aunque cometió el error de olvidarse un poco de los sobremesas, Windows 10 lo ha subsanado encontrando un equilibrio notable. Esto es algo bueno para la sobremesa, sí, pero sobre todo lo es para los híbridos y convertibles.

El nuevo menú de configuración de Windows 10 está muy bien adaptado a entornos táctiles.

Dependiendo de la posición en la que estemos o sí nuestro híbrido tiene el teclado puesto o está en modo tableta, nos será más cómodo utilizar el menú de inicio clásico con teclado y ratón o unos iconos dinámicos y nuevo menú de configuración más fáciles de pulsar con los dedos. La única pega la pone el botón de inicio en sí por ser demasiado pequeño, pero de eso hablaremos después.

También tenemos a Cortana, que se convierte en un asistente más útil de lo que pueda parecer cuando no tenemos teclado ni ratón para movernos por la interfaz. Hace muy fácil el poder ejecutar aplicaciones sin tener que buscarlas, ya que sólo con decir "Hola Cortana, lanza Slack" es suficiente. Eso hace que haya pasado de no utilizar nunca el asistente en el escritorio a utilizarlo de vez en cuando para funciones menores como lanzar apps, controlar la reproducción musical o hacer búsquedas en Internet.

Entrada Lápiz

Y hablando de facilidades, he de admitir que me ha sorprendido una de las opciones a la hora de escribir. Tenemos la posibilidad de teclado convencional y uno virtual en pantalla como las tabletas iOS y Android, pero es que tenemos una tercera opción para escribir a mano. Me explico, si tu dispositivo tiene un lápiz óptico puedes escribir de tu puño y letra, y luego Windows reconoce lo que has escrito.

Puede parecer una tontería, pero personalmente cuando estoy utilizando Windows en un dispositivo como si fuera una tableta, me es mucho más rápido y cómodo hacer búsquedas en Google o escribir textos largos con el lápiz de la Surface que con el teclado virtual, que acaba siendo demasiado grande cuando está completo y demasiado pequeño cuando se divide en dos partes que se reparten en las dos esquinas inferiores de la pantalla. Posiblemente aquí la experiencia depende de cada usuario, pero es bueno que den esta opción.

Otra de las nuevas inclusiones que me han gustado especialmente en Windows 10 son su sistema de multiescritorio y el rediseño de su menú de configuración para hacerlo más simple. Son dos elementos que llevan años haciendo las delicias de los usuarios de GNU/Linux, y traerlos por fin a Windows son buenas noticias para sus usuarios. Además, el menú de configuración tiene iconos grandes perfectos para utilizarlos en una pantalla táctil.

Y también tenemos un panel de notificaciones con grandes accesos directos a funciones como el WiFi, modo avión o diferentes modos. Este es un elemento básico en cualquier sistema operativo móvil, por lo que incluirlo pensando en tabletas me parece todo un acierto.

Escritorio Abierto

Si hay algo de lo que cojea Windows 10 es de su catálogo de aplicaciones nativas en la tienda interna. Afortunadamente, en su versión completa no dependemos únicamente de ellas, y podemos seguir descargando e instalando todas esas aplicaciones de sobremesa que llevamos años utilizando en otras versiones de Windows.

Vale, es verdad que las aplicaciones universales y el resto de las nativas de la Tienda de Windows están mejor adaptadas y redimensionadas para hacer uso de controles táctiles, pero quien más y quien menos necesita de vez en cuando sus aplicaciones clásicas, sobre todo a la hora de trabajar.

Windows 10 gestiona la multitarea mejor de lo que lo hacen iOS o Android.

Y es que es ahí precisamente donde Windows 10 le saca más ventajas al resto de alternativas. Por ejemplo, con Android puedes funcionar bien para escribir online con Chrome o el navegador que tengas instalado, pero su interfaz es menos intuitiva para la multitarea, e ir saltando de una aplicación a otra resulta bastante más engorroso.

Y hablando de multitarea, cuando prescindes de ratón en un híbrido esta puede volverse un poco engorrosa. Windows 10 tiene un sistema de gestos bastante completo y útil, y personalmente todos me han funcionado bastante bien. Pero entre algunas ausencias y pequeños detalles como el tener que mantener pulsado el trackpad para seleccionar hacen que la experiencia no sea del todo positiva comparada con la de otros sistemas operativos. Y con esta primera crítica pasamos a hablar más detalle de las carencias que le he notado.

Todavía quedan algunas cosas por pulir

Tienda De Apps

Sin embargo y aunque he de decir que Windows 10 me tiene bastante contento a la hora de utilizarlo en la Surface, es inevitable darse cuenta de que todavía tiene algunas carencias frente a lo que ofrecen Android o iOS, carencias que debería solucionar cuanto antes según estos vayan evolucionando por el camino que están tratando de abrir con sus Pixel C e iPad Pro.

La más notable de todas la hemos mencionado antes: su pobre ecosistema de aplicaciones. Sí, es verdad que lo salva el poder bajarse aplicaciones clásicas de sobremesa, pero si buscas una experiencia enfocada a lo táctil las opciones que te da la Tienda de Windows son mínimas y muy poco variadas. Echo especialmente de menos aplicaciones como WhatsApp, Asana o cualquiera de las de Google, y sí, se pueden acceder desde la web y eso hace que sea un fallo menor, pero si Windows 10 Cloud quiere tener posibilidades esto es algo que deberían solucionar.

Las aplicaciones de Twitter, Spotify o Netflix no ofrecen en Windows 10 las mismas funciones que en Android o iOS.

Incluso algunas apps que ya están, como la de Twitter siguen yendo un paso por detrás de Android e iOS no habiendo implementado por ejemplo sus recién estrenados Momentos. Netflix tampoco tiene funciones tan importantes como la de poder bajar tus series y películas, y la app de escritorio de Spotify no te deja descargar nada que no sean listas de reproducción. En resumen, una experiencia bastante peor en cuanto al entretenimiento a la hora de viajar o estar sin conexión.

Aunque en cuestiones de productividad, entre los servicios online y las aplicaciones clásicas este pobre ecosistema no penaliza demasiado, no pasa lo mismo en el entretenimiento. Aquí, mientras iOS y Android tienen un buen repertorio de juegos Windows 10 no tiene tantos. Sí, puedes jugar al Civilization VI de sobremesa con Steam y sus controles adaptados a la pantalla táctil, pero si buscas algo más liviano para una partida rápida las opciones son menores.

Proyector

Windows 10 tiene la opción nativa de proyectar la pantalla con Miracast. Pero no sé si será la Surface en la que lo he probado, mi televisión o el sistema operativo, pero cada vez que intento realizar la conexión, si surge algún problema a la primera me cuesta horrores poder volver a conectar el equipo a la televisión.

Poderse se puede, pero la experiencia es menos intuitiva que cuando utilizas Android, que siempre que lo he probado me ha funcionado bastante bien. Además, el proceso requiere de varias ventanas. Primero abres el espacio de notificaciones para darle al icono de proyectar, de allí te mandan a la configuración para enlazar tu televisión, y de ahí de nuevo de vuelta para elegir las opciones de proyección. Creo que esto es algo que deberían mejorar en un futuro próximo.

También me he encontrado algunas incongruencias en el software. Me explico, Microsoft tiene una aplicación OneDrive 2017 con la que puedes escribir utilizando el lápiz de la Surface y luego pasar ese texto escrito a mano a texto digital convencional de ordenador, pero resulta que la versión de OneDrive preinstalada en Windows 10 es otra sin esa función, y cuando intentas descargar a buena te dice que tienes OneDrive.

Al final tras darle muchas vueltas esto es algo que se puede solucionar, pero igualmente Microsoft debería hacérselo mirar. Si tienes una versión gratis de OneDrive que potencia al máximo la experiencia híbrida de tu sistema operativo deberías incluirla sí o sí en él, o por lo menos implementar esa función concreta en la versión más liviana que tengas instalada.

Modo Tableta

Por último, he de decir que el modo tableta de Windows 10 no me termina de convencer. Por ejemplo, oculta por defecto los iconos de las aplicaciones en la barra de tareas, y si los habilitas te los muestra tal cual aparecen en el modo escritorio. ¿No habría una manera de simplemente hacerlos un poco más grandes para pulsarlos mejor en el modo táctil? Cosas como esta hacen que el modo tableta pase totalmente desapercibido.

Además, comparándolo sobre todo con tabletas Android hecho de menos un mayor repertorio de Widgets. Es verdad que alguno hay en la tienda de aplicaciones, pero no es para nada suficiente si estás acostumbrado a tener ciertos elementos o aplicaciones siempre a la vista. Pero esto ya es una cuestión exclusivamente personal, y puede que a la mayoría no le importen tanto.

Buen enfoque para la productividad

En cualquier caso y a pesar de todos esos pequeños detalles que quedan por pulir, la verdad es que hay que admitir que Microsoft ha hecho un muy buen trabajo adaptando Windows 10 a Ultrabooks, híbridos o tabletas con aspiraciones de productividad, sobre todo cuando estas tienen un teclado físico en el que apoyarse.

Su gestión de la multitarea tiene mucho que ver en esto, ya que al ofrecernos una experiencia clásica de ventanas, algo que se le está pidiendo bastante a Android, sigue yendo uno o dos pasos por delante. Aún así no tiene que confiarse, porque Google y Apple seguro que seguirán avanzando, y Microsoft sigue teniendo un problema serio con su ecosistema de aplicaciones.

Y precisamente por este pobre ecosistema, si estás buscando un híbrido o tableta enfocado al ocio quizá sigan viniéndote mejor las propuestas de otros sistemas operativos. Ten en cuenta por ejemplo que Google sigue sin ofrecer aplicaciones universales en Windows 10. Aunque como te estoy diciendo, si buscas productividad la propuesta de Microsoft tiene hoy por hoy la mejor oferta en híbridos y tabletas gracias a las aplicaciones .exe de toda la vida.

Y precisamente esta gran ventaja hace que me entren dudas sobre el cacareado próximo Windows 10 Cloud. Sí, posiblemente gracias a él Microsoft podrá ofrecer un hardware mucho más económico para competir con Chrome OS, pero sinceramente creo que su catálogo de aplicaciones nativas no está preparado para enfrentarse a la implementación de las aplicaciones de Android en los Chromebooks.

Comentarios cerrados
Inicio