Berritxu, el loro más hablador -y más simpático- de las redes sociales

"Paso mucho tiempo en casa y le digo cosas todo el rato", cuenta Josune Nosellas, la dueña del yaco que triunfa en internet.

Berritxu, en el retrato que ilustra su página de Facebook.
Berritxu, en el retrato que ilustra su página de Facebook.

Berritxu es un donostiarra muy particular. Tiene cuatro años y se ha convertido en una estrella en las redes sociales por su verborrea. A los cuatro años es bastante común ser un charlatán, pero Berritxu tiene una peculiaridad: es un pájaro.

Se trata de un loro gris, o yaco, una especie conocida por su gran inteligencia y por su facilidad para aprender palabras y repetirlas. Y Berritxu es la prueba de todo ello.

Canta 'La Cucaracha', y la sintonía del programa 'Sálvame', avisa a su dueña cuando hace caca, responde a los sonidos de la calle, a las campanas de la iglesia cercana... y todo con una gracia que no ha pasado desapercibida en internet. Cientos de miles de visitas tienen los vídeos de este animalito, que también se sabe el himno de la Real Sociedad y saluda a los obreros que trabajan en el edificio de enfrente.

La responsable del éxito mediático de Berritxu -que significa parlanchín, en euskera- es su dueña, Josune Nosellas, que graba las actuaciones de su mascota y las sube a las redes sociales. Empezó un poco por casualidad, porque a ella misma le hacían gracia las parrafadas de Berritxu, pero poco a poco, visto el éxito, ha ido grabando más vídeos y mejorando su edición. Y hasta ha creado una página de Facebook para su mascota.

Nosellas, de 55 años, cree que Berritxu es tan charlatán porque le dedica muchos mimos y atenciones. "Vivo con mi madre, que es dependiente, y salgo muy poco de casa. Así que hablo con él todo el rato", cuenta. Quizá por eso, buena parte del repertorio del animal son expresiones de la vida cotidiana ("Ya estoy en casa", "qué bien, ahora a comer", "ay, agua, qué rica", "qué viento, vamos a casa"...), que él recita con ese estilo propio que hace sus intervenciones tronchantes.

Su dueña ha comprobado que como mejor aprende Berritxu es cuando está motivado y se divierte, así que le habla mientras juegan y así consigue que recuerde frases y canciones. Y él también tiene sus entretenimientos favoritos: "Le encanta que le diga 'qué miedo, que viene el monstruo', por toda la casa". Luego él lo repite sin parar en sus 'actuaciones' en la terraza.

Cuando Berritxu llegó a su vida, Josune Nosellas ni siquiera tenía móvil, y aún hoy se maneja con un modelo sencillo, pero más que suficiente para grabar los vídeos. En cuanto a la infraestructura, nada más simple: una vieja mesa de ordenador y una pila de libros son el soporte del teléfono, que se queda grabando junto a la jaula a la espera de las ocurrencias del loro. "Dejo el móvil y me voy, porque si me quedo no dice ni palabra".

Inmortalizar a Berritxu no es tan fácil como parece. "Al principio, era poner el móvil a su lado y dejaba de hablar. Ahora se ha acostumbrado, pero aun así, a veces conectas la cámara y se pasa dos o tres minutos sin decir nada".

Aunque en los vídeos el animal aparece en su jaula, Nosellas cuenta que está casi siempre suelto dentro de su casa. "A veces hace trastadas y pica la pared o destroza algún mueble", pero "da mucha alegría y muchas ganas de vivir. Yo me río mucho". Han llegado a ofrecerle dinero por él, pero tiene claro que no se desprendería de Berritxu. "Es uno más de la familia", dice. Solo lamenta vivir en un quinto piso, porque cree que el loro sería mucho más feliz en una casa con un jardín o un terreno donde poder volar a gusto. "Y eso que no veas cómo vuela por la casa y cómo esquiva todas las puertas y los muebles. ¡Menudos músculos tiene!".

Eso sí, también insiste en que un loro es un animal muy absorbente, que necesita atención constante, y asegura que nadie debe adquirir uno sin pensarlo bien. "No vale con que te parezca un pájaro simpático. Esto es como tener un niño pequeño", dice.

Un niño muy hablador, claro, porque aunque Berritxu no tiene siempre la verborrea que demuestra en sus vídeos, Nosellas reconoce que "hay muchos ratos al día que no calla. No nos deja oír las noticias ni los programas. Y aunque se lo digo, no me hace caso. Nunca lo he grabado, pero de vez en cuando, me mira y dice 'Cállate, que te calles', porque se lo ha aprendido de tantas veces como se lo repito", dice riendo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión