La sombra angustiante de "los debo"

La sombra angustiante de "los debo"
Andrea Pérez

Escrito y verificado por la psicóloga Andrea Pérez.

Última actualización: 31 agosto, 2019

Decía Karen Horney, autora que miraba el mundo desde el psicoanálisis, que “los debo” y su tiranía empujaban a perseguir versiones idealizadas que jamás serían satisfechas. En esta carrera interminable el corredor estaba sentenciado a no alcanzar nunca la meta y a padecer un cansancio de una persecución que nunca termina, como la de la propia sombra mientras el sol gobierna el cielo.

Albert Ellis, miró con ojos cognitivos aquello que Karen contaba desde el psicoanálisis. Ellis también habló de “los debo” y su carácter tirano, de como esas ideas irracionales nos ponían en el papel de jueces ante los demás y nosotros mismos.

Mires desde el lugar que mires, aquellos que llevan el “debo” por bandera conviven bajo su sombra con la ansiedad de la obligación. Esta bandera envuelve con una tela muy densa los ojos de quien la porta y nubla la figura de los demás con una capa de juicios y falsas creencias.

Los tres monstruos de la tiranía

“Hay tres monstruos que no nos permiten avanzar: tengo que hacerlo bien, tienes que tratarme bien, y el mundo debe ser fácil”

-Albert Ellis-

mujer con globos

El PRIMER MONSTRUO son los “tengo que” y “debo” que nos repetimos a nosotros mismos. Es frecuente que nos impongamos metas demasiado altas que nos frustren cuando no las conseguimos o que sepulten una inversión que no nos podíamos permitir para conseguirlas. Nos repetimos sin darnos cuenta consigas como “debo caer bien a los demás o acabaré sola”, “debo conseguirlo o seré una fracasada”.

El SEGUNDO MONSTRUO es aquello que exigimos a los demás. En muchas ocasiones tenemos una visión idealizada de la amistad o del amor y presionamos a la otra persona para que se ajuste a nuestra visión tirana. Hay cadenas que toman forma de pensamientos como “si mi novia me quisiera de verdad, solo me desearía a mí” o “si realmente se preocupase por mí, me llamaría”.

El TERCER MONSTRUO son las expectativas no realistas que tenemos sobre el mundo o la vida. Pensar que “el mundo es justo”, “cada uno tiene lo que merece” o que “la vida debería ponernos las cosas fáciles para conseguir nuestras metas” son pensamientos irracionales construidos sobre “los debo”.

El ABC de nuestra mente

Cuando ocurre algo a nuestro alrededor automáticamente despierta en nosotros unos pensamientos asociados a eso que ha sucedido. Ante un hecho concreto nos emocionamos y reaccionamos de una manera o de otra en función de nuestros pensamientos y creencias más profundas.

No es el hecho en sí lo que nos conmociona y nos hace sentir o actuar de una forma u otra. Son los pensamientos que tenemos sobre los hechos aquello que determina nuestra reacción final.

pensamientos

Pongamos un ejemplo, imagina que debes dar una charla en público. Estas nerviosa porque es importante y quieres hacerla bien. Sin embargo, durante la charla, te quedas en blanco durante unos instantes. En cuestión de segundos pasan por tu mente multitud de pensamientos.

¿Reaccionaría la persona de igual manera si pensase “soy imbécil, está siendo un desastre” o si, por el contrario, pensase “me hubiese gustado que fuese perfecto pero estas cosas suceden, seguro que si hago una pausa para beber agua y me tranquilizo vuelvo a recordar por dónde iba”? Dejo que tú mismo respondas.

Del debo imaginario a la flexibilidad realista

Las mentes cuadradas exigen perfección y rectitud mientras que las mentes redondas admiten el fallo y se ajustan a la realidad. Cuando los límites inflexibles no dejan que la vida pase por sus fronteras acabamos sufriendo emocionalmente y sintiendo culpa, ansiedad o tristeza.

Es difícil que la persona luche contra sus “debos” cuando desde fuera los venden como solución mágica al sufrimiento. Los mensajes del estilo “tu puedes con todo” o “nunca te olvides de sonreírle a la vida” son trampas envueltas en papel de regalo rosa y caras sonrientes.

La trampa de los prejuicios2 (Copy)

Si son nuestros pensamientos, “debos” y exigencias los que nos ocasionan el sufrimiento y no los hechos en sí mismos ¿no sería más sencillo cambiar nuestra propia mirada en lugar de cambiar aquello que nos sucede o nos rodea?


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.