NBA 2K17

Otro año más, de nuevo sin competencia, vuelve NBA 2K17. Kobe Bryant y Tim Duncan han colgado las botas, Cleveland Cavaliers ha ganado su primer anillo y Pau Gasol jugará en los Spurs; mucho ha cambiado este año pero algo sigue inmutable: NBA 2K17 es el rey de los videojuegos deportivos.El trabajo de Visual Concepts y 2K Games es de esos que apetece aplaudir. El camino fácil sería, vista la falta de competencia – este año ni siquiera habrá NBA Live y, cuando lo ha habido, el resultado ha sido mediocre -, relajarse y apartar el pie del acelerador. En cambio, NBA 2K sigue recibiendo añadidos, cambios y mejoras de peso entrega tras entrega.

Y, como podríais esperar, NBA 2K17 no es una excepción. Y aquí, de nuevo, hay cambios para todo y para todos: una plétora de adiciones enfocadas al jugador novato, un nivel de personalización mucho mayor, mejoras y añadidos en los modos que ya conocemos, nuevos equipos y jugadores y un larguísimo etcétera.

Desde el trono en el que gobierna con puño de hierro en lo que a videojuegos de baloncesto se refiere (y pocos le pueden toser dentro del género deportivo), Visual Concepts se toma cada entrega como una oportunidad en la que refinar, pulir y engrasar lo que es una máquina casi perfecta.

Pero metiéndonos en harina, lo lógico sería destacar el principal cambio jugable: la mecánica de tiro ha sido rediseñada para ser algo más accesible. Ahora, un semi círculo en la parte baja de nuestro jugador se llenará conforme mantengamos apretado el botón/stick de tiro, luciendo en verde cuando la mecánica sea perfecta y, de esta forma, tengamos un mayor porcentaje de acierto. Además, otro semicírculo nos indicará, abriéndose o cerrándose, qué posición de tiro es más conveniente para nuestro jugador. Sin salir del gameplay, otros de los cambios recaen en los robos, tapones y entradas a canastas. Los dos primeros se sienten más accesibles y, sobre todo, dependientes de nuestra habilidad y timing al intentarlos mientras que tanto las bandejas como los ganchos también funcionan en base a nuestra mecánica de tiro, sintiendo que tenemos más peso que nunca en cada movimiento y decisión. Las sensaciones tras muchos partidos, eso sí, son la de que los robos pueden ser demasiado efectivos; nada que no pueda arreglarse con un futuro parche.

Todo esto, además, luce mejor y se evidencia antes debido a las notables mejoras en la inteligencia articial, tanto de nuestros compañeros como de los rivales. A la larga, vemos cómo son muchas más las jugadas que intentan nuestros compañeros mientras el equipo contrario aprende y nos lo pone más complicado. Además, se han vuelto a añadir cientos de animaciones, en su mayoría de transición, que dotan de una fluidez y realismo incomparable a cada movimiento. Impecable en ese sentido.

Pero, como casi siempre, los cambios más drásticos llegan a los distintos modos de juego: el modo MyCareer deja la dirección de Spike Lee del pasado año y refuerza la profundidad jugable mientras apuesta por el guión de Aaron Covington (Creed) y la interpretación de Michael B. Jordan (Creed, Chronicle) como Justice, compañero de aventuras de nuestro personaje.

De este modo se introduce la posibilidad de crear lo que en otros modos del mismo juego llaman “dúo dinámico” y al estilo de los Splash Brothers (Curry y Thompson), podamos generar nuestras propias jugadas. El desarrollo de esta relación, el mayor peso del baloncesto universitario al inicio y, sobre todo, los entrenamientos y el día a día de nuestro jugador son los principales añadidos. Todo ello funciona en pos de alargar la vida útil del modo al tiempo que se plasma de forma más realista la trayectoria de un baloncestista actual.

El modo MyTeam, equivalente al archiconocido Ultimate Team de FIFA, también ha mejorado y crecido en opciones: ahora hay muchas más calidades de cromos (la organización sigue siendo un poco caótica), se ha mejorado la personalización de nuestra cancha y equipación y contamos con más modos de juego, tanto para un jugador como en línea.

Es una pena, después de todo, que la única crítica de peso que se le ha venido haciendo a la saga los últimos años siga desoída por el estudio: los micropagos siguen estando ahí y, el problema, siguen siendo totalmente desequilibrantes. Pagando unos euros podremos mejorar a nuestro jugador en un par de minutos cuando, sin pasar por caja, dicho proceso nos llevaría días y días de juego; un modo de ahorrar tiempo si jugamos solos pero, también, una injusta ventaja al competir en línea. Sin duda, el gran punto negro de la franquicia.

NBA 2K17 es un videojuego con tanto contenido que es prácticamente imposible enumar todo lo que se ha añadido o cambiado. Por su parte, el apartado técnico sigue siendo escandaloso (pese a que ciertas caras sean algo mejorables), se han añadido más equipos europeos con plantillas actualizadas (aunque con errores de bulto en algunas como la del Real Madrid) y se ha incorporado la 2KU, una colección de vídeos, minijuegos y consejos orientados al jugador novato y con pocas nociones en el mundo del baloncesto, siendo una puerta de entrada fantástica.

Conclusión

2K Games y Visual Concepts siguen sacándole brillo al que es un producto prácticamente inmaculado. Sorprende que, año a año, se introduzcan variaciones en el gameplay y que siempre se toque la tecla adecuada con ellos. Asimismo, los muchos y muy diferentes modos siguen expandiéndose y creciendo de la mejor forma posible. Mientras tanto, claro, todo se ve un poco mejor y, sobre todo, más realista que el año pasado. Solo el desequilibrio evidente producido por los micropagos, un trabajo mejorable en los menús y la excesiva efectividad de los robos empañan ligeramente el que es uno de los mejores videojuegos deportivos de la historia.