¿Qué le ha pasado al teléfono de Samsung?

Samsung Electronics acaba para siempre con su problemático Galaxy Note 7 tras parar la producción y venta a nivel global por razones de seguridad.

La maniobra, que pretende evitar, aunque sea tarde, el problema de raíz, no tiene precedente alguno en el sector de la telefonía móvil de gama alta y ya supone un gran golpe en la reputación y valor bursátil de la compañía, que ha caído un 8% en bolsa tras conocerse la noticia.

Las baterías estallan porque un elemento, que todavía está siendo investigado por Samsung y las autoridades, hace que el ánodo y el cátodo entren en contacto, provocando un incremento drástico de la temperatura que hace estallar el terminal.

Las baterías estallan porque un elemento, que todavía está siendo investigado, hace que el ánodo y el cátodo entren en contacto

Al principio del caso, la compañía comunicó que podría deberse a una tanda defectuosa de uno de sus proveedores, pero los problemas continuaron incluso con teléfonos de reemplazo. El fabricante tendrá que concretar la causa, pero ha decidido detener las ventas de inmediato por el riesgo que suponía a sus clientes y el golpe mediático que estaba sufriendo en todo el mundo.

El propio diseño de componentes del teléfono podría ser el culpable, como un ajuste muy elevado del voltaje suministrado a la batería durante la carga rápida. El problema se hizo más grande motivado por las prisas de Samsung por solventar el problema sin conocer fehacientemente sus causas.

El problema se hizo más grande motivado por las prisas de Samsung por solventarlo sin conocer fehacientemente sus causas

Aunque haya sido el más sonado, los problemas con las baterías de iones de litio vienen de atrás. En 2005, Dell tuvo que sustituir 4,1 millones de baterías. Un año más tarde, 10 millones de portátiles fueron reemplazados de las marcas Apple, Lenovo, Sony, Toshiba, etc. por un defecto en las baterías Sony que usaban. El fabricante japonés encontró una contaminación de partículas metálicas dentro de ellas que las hacía susceptibles a un cortocircuito. Nokia, que por aquel entonces seguía siendo líder en la industria de la telefonía móvil, tuvo que reponer 46 millones de baterías en 2007 por riesgo a que estas explotaran tras encontrar más de 100 incidentes.

Este caso es más mediático y perjudicial, ya que el único dispositivo afectado ha sido el Galaxy Note 7, un teléfono inteligente de gama alta y que fue presentado durante el periodo de vacas gordas de la firma surcoreana, tras el incremento de ventas que disfrutó el trimestre anterior.

El smartphone había sido concebido como el mejor arma de Samsung contra Apple, cuya valoración en bolsa y ventas se resintieron en el último año. Su salida se adelantó al mes de agosto y se hizo un gran hincapié en comunicación y marketing aprovechando la información que sugería que el nuevo iPhone 7 no incluiría grandes cambios en su diseño. Esta puesta a la venta de forma prematura ha podido incurrir directamente en el fallo, debido a unos exigentes plazos de diseño y pruebas de calidad.

El 'smartphone' había sido concebido como el mejor arma de Samsung contra Apple

A la costosa gestión del reemplazo de más de 2,5 millones de teléfonos, hay que sumar un agujero de 17.000 millones de dólares en ingresos de los 19 millones de terminales que se esperaban vender, según las estimaciones de Credit Suisse.

Para casi cualquier otro fabricante del sector móvil, un fiasco así supondría la bancarrota, pero Samsung Electronics es el fabricante líder en electrónica de consumo en un amplio abanico de productos de gran demanda: desde televisores LCD hasta frigoríficos o lavadoras. El grupo cuenta con un negocio muy diversificado y global desde una prolífica y rentable filial de diseño y fabricación de semiconductores a una gran división de construcción de barcos. Solo la división Samsung Mobile constituye el 2% de las exportaciones de Corea del Sur.

Los principales beneficiados son Apple, que presentó a principios de septiembre sus nuevos iPhone, o Huawei, que sigue ganando terreno en mercados clave

Más difícil de paliar será la mancha que supone el incidente y su controvertida gestión para la imagen de la marca. Los principales beneficiados son Apple, que presentó a principios de septiembre sus nuevos iPhone, o Huawei, que sigue ganando terreno en mercados clave como el chino y el europeo gracias a su estrategia de marketing y distribución por operadoras. Google también podría aprovechar el tropiezo con sus nuevos terminales Pixel, que han sido presentados a primeros de octubre como su primera apuesta en firme por controlar al completo la experiencia móvil: software y hardware.

La marca Galaxy Note probablemente desaparecerá tras este revés, pese a estar ligada a un segmento de usuarios muy fieles del modelo por su gran tamaño de pantalla y su lapicero acompañado de software inédito en cualquier otro Android.