La célebre escritora estadounidense Elizabeth Bear ocupa un puesto fundamental en el canon de la fantasía y ciencia ficción contemporánea. Capaz de pasearse con igual comodidad por la ciencia ficción, la fantasía de tintes mitológicos, el relato histórico, el thriller y la novela negra, su narrativa destaca además por incorporar cuestiones sobre multiculturalismo, feminismo e identidad sexual con gran lucidez. Ganadora múltiple del premio Hugo, también recibió el John Campbell Award a la escritora revelación.
"Arcana Mundi" es la primera recopilación de relatos dedicada a Bear publicada en español. Una oportunidad única para explorar futuros biopunk donde extraños asesinatos esperan resolución, asistir a la heroica muerte de robots de guerra varados, toparse con dioses nórdicos y descubrir guiños a H. P. Lovecraft y Lewis Carroll en remotas estaciones espaciales.
Los relatos incluidos en esta completa antología ofrecen una lectura de tonos muy variados, donde la ciencia ficción humorística, el drama futurista y el cuento de hadas oscuro se dan la mano. Los títulos incluidos son: "La marca de la marea" (premio Hugo), "Amor en el talud", "Mangosta", "En la casa de Ariamán brilla una señal solitaria", "Annie Webber", "Los despojos del lobo" y "La muerte de las emisiones terrestres".
Esta colección de relatos hace revivir sensaciones en el lector propias de cuando se empieza a leer ciencia ficción. Elisabeth Bear es una autora a seguir de cerca, una conclusión a la que cualquier lector de Arcana Mundi puede llegar con facilidad. Reseña completa: http://www.libros-prohibidos.com/elis...
Arcana mundi: relatos de fantasía y ciencia ficción’, de Elizabeth Bear, es una edición digital de Fata Libelli. Los siete cuentos están bien ambientados y la prosa es correcta. Sin embargo, me han parecido bastante irregulares, y solo destacaría dos: ‘La marca de la marea’, que narra el encuentro de un niño y una IA varada en la playa; y ‘Mangosta’, que conjuga la fantasía de Lewis Carroll con criaturas lovecraftianas. El restos de relatos no he llegado a disfrutarlos plenamente.
-La marca de la marea. -Amor en el talud. -En la casa de Ariamán brilla una señal solitaria. -Annie Webber. -Los despojos del lobo. -Mangosta. -La muerte de las emisiones terrestres.
Recopilación de relatos de Elizabeth Bear. En este libro nos encontramos con varios relatos que navegan entre los géneros de la fantasía y la ciencia ficción... Es difícil establecer un nexo o unos puntos en común que unan todos los relatos, nos encontramos por ejemplo con una relación simbiótica y de amistad entre un robot militar y un niño que va creciendo, después con una historia de una princesa encerrada en una torre que en realidad no tiene nada de típica, luego una historia de detectives en un mundo futuro... En resumen, es una recopilación muy variada aunque quizás se echa en falta un letimotiv o idea central.
Mis historias favoritas son "la marca de la marea", "los despojos del lobo" y "mangosta", aunque en realidad todas las historias tienen su jugo, el problema con algunas de las otras es que no terminan de cerrar bien y eso hace en mi opinión que no dejen una buena impresión final, no creo que sean historias muy memorables.
3,5 Aunque Bear escribe maravillosamente y tiene unas ideas fascinantes, me ha resultado frustrante que muchas de sus historias no me llegaran. Sí es verdad que, dejándolas macerar, hay algunas que sí me han gustado (La marca de la marea, Annie Webber o La muerte de las emisiones), otras no me han dicho mucho. Aún así, es un libro que se disfruta por lo bien escrito que está y por la originalidad de las historias de Bear.
Aunque Ominosus ya nos proporcionaba una pequeña muestra de lo que esta polifacética autora (ganadora en varias ocasiones del Premio Hugo) era capaz de hacer con su desbordante imaginación y un teclado de ordenador, el más reciente título de Fata Libelli está especialmente dedicado a los cuentos de la escritora estadounidense para deleite y goce exclusivo de lectores insaciables, inconformistas, poco impresionables. 'Versátil' es un adjetivo que a Elizabeth Bear le sienta como un guante, pero no es su intrepidez a la hora de abordar valientemente géneros y corrientes multidisciplinares el atractivo más potente de esta antología inclasificable a la que, la mires por donde la mires, resulta muy complicado asignar antecedentes. Más bien, si por algo destacan los fascinantes relatos de Arcana Mundi es por desnudar los sentimientos y contradicciones emocionales más arraigados del ser humano en ámbitos completamente extraordinarios, inspiradores, hermosos, terroríficos o incluso que desafían toda lógica narrativa; todo ello a través de una prosa armónica, contundente y de profundas resonancias líricas. Entre una encantadora multitud de maquinaria bélica programada para entender el valor de sacrificarse, extraños seres mitológicos en busca del amor, personajes de Lewis Carroll reconvertidos en extraterrestres lovecraftianos, implacables deidades nórdicas e instancias múltiples de la misma persona que se dejan ver por un Starbucks cualquiera, Arcana Mundi desarrolla conceptos rompedores y estimulantes que dan más de sí cuanto más cerca están de alcanzar un estado radical. Por eso, si te apasionan los escenarios futuristas, las ideas retorcidas, o sencillamente te gusta ver cómo se desmorona la aburrida cotidianidad ante un acontecimiento inesperado, no dudes en hacerte con los impresionantes cuentos de Elizabeth Bear, no te van a defraudar.
Relatos muy recomendables, de estilos y temáticas muy variados. La melancolía de 'la marca de la marea', el biopunk de 'En la casa..', la Carrol-Lovecraftiana 'Mangosta'. Otro acierto de Fata Libelli al darnos a conocer a Elizabeth Bear.
3,5/5 Fábula asiática, mitología contemporánea, futurismo alucinante, posapocalipsis melancólico, especulación maravillosa… ¡En la variedad está el gusto!
Me quedo con la novela corta “En la casa de Ariamán brilla una señal solitaria” (muy buena ambientación, me ha recordado un poco a River of Gods de Ian McDonald pero más fácil de comprender) y con el relato “Mangosta”, que sin duda da para serie de space opera. El resto, a excepción de la introducción (faltaría más), meh: sin duda, Bear sabe escribir, es versátil y tiene una imaginación de primera, pero a menudo no conecto.
Arcana Mundi es una antología de relatos de la escritora norteamericana Elisabeth Bear en la que nos encontramos con una narradora versátil que se mueve como pez en el agua en distintos géneros fantásticos y es capaz de mezclarlos de manera magistral sin apenas despeinarse. Y es que Bear tiene el poder de, en muy pocas palabras, introducirnos en los sólidos mundos que crea y antes de pasar la primera página ya nos tiene inmersos en la historia que nos está contando. De hecho, en un par de ocasiones me ha dejado con ganas de saber más acerca de los personajes o de los universos tan particulares que nos dibuja y queriendo pasar más rato con ellos.
Variedad y originalidad, sin duda. Sin embargo, acabo la lectura con la sensación de que sus historiaw no me han acabado de llegar, salvo la excelente "La marca de la marea".
Conjunto de relatos en los que la autora hace gala de su imaginación y detallismo. El libro está dominado por un relato central largo que es más detectivesco que de ciencia ficción pero bien.
Me gustaron bastante estos relatos, todos entre 3 y 4 estrellas. Me gustó mucho el multipremiado La Marca de la Marea y también el relato largo que mezcla policial con ciencia ficción. Una lectura entretenida.
«La marca de la marea»: 5 estrellas. No sabía que este cuento había ganado el premio Hugo y la verdad es que me ha encantado. Me ha recordado en cierta forma al Mecanoscrito de Segundo Origen por la ubicación en la playa y a La Tierra permanece por la relación de enseñanza de los personajes. «Amor en el talud»: bonito cuento de princesas alternativo con ambiente oriental y final diferente. Creo que da para mucho más y se nota. Parece un esquema para una novela. Aún así me ha gustado. Sería algo así como 3 o 4 estrellas. «Annie Webber»: micro cuento gracioso sin muchas pretensiones. Me supo a poco, así que 2 estrellas. «Los despojos del lobo»: fábula que me ha recordado lejanamente al Laberinto del fauno pero en nórdico. Me ha parecido más interesante la lucha por liberarse del anillo haciendo footing que la fantástica. Está bien, así que 3 estrellas. «En la casa de Ariamán brilla una señal solitaria»: El relato más largo de esta antología nos traslada a un Bangalore del futuro dónde dos policías investigan un asesinato. Pasa lo mismo que con "Amor en el talud", se agradece la ambientación en otra parte del mundo y en general el escenario planteado tiene un nivel de profundidad interesante: superpoblación, control de salud, interfaz informática integrada en el cuerpo y una realidad virtual al estilo del OASIS de Ready Player One en el que hay mucha gente viviendo de forma permanente a base de gastar dinero. El final precipitado y un poco deus ex machina le hacen perder puntos a este relato al que le doy 3 estrellas largas. «Mangosta»: para mi gusto un relato de 5 estrellas. Una mezcla de ciencia-ficción, los mitos de Cthulhu y Alicia en el país de las maravillas. Lo he disfrutado mucho y me ha sabido a poco. La traducción también muy buena, apoyándose en trabajos anteriores sobre el poema Jabberwocky de Carroll. «La muerte de las emisiones terrestres»: Una mini versión de Contact con un cierre y metáfora final muy aclaratorios. Creo que es un relato de 4 estrellas.
Bear escribe de forma impecable. Y tiene unas ideas alucinantes. Llevo tiempo.con cosas suyas en la pila, y sinceramente tendría que haber leído su obra mucho antes. Me gusta su forma de mezclar temas y ambientes creando historias emocionantes como Mangosta o tiernas como La marca de la marea. Espero leer pronto más cosas suyas.
Genial. Voy a buscar cosas de Elizabeth Bear para leer en inglés. MUY recomendable. Además, puedes intercalar relatos con más lectura, o momentos breves... No sé. Contentísima. Debería haber más cosas de esta autora en castellano.
Este libro de relatos, publicado por Fata Libelli, era mi billete de idea a los mundos de Elizabeth Bear, de quien he oído excelentes opiniones de aquí a una parte. Pese a que la autora tiene ya una larga trayectoria sus obras permanecen prácticamente inéditas en la lengua de Cervantes. Arcana mundi presenta una variada antología con siete historias realmente únicas, una impronta muy personal y un estilo impecable.
Los relatos escogidos para Arcana mundi pertenecen al género fantástico y a la ciencia ficción. No existe ninguna conexión entre las historias ni tampoco un hilo conductor que homogeinice el conjunto; al contrario, cada uno aborda un tema totalmente distinto respecto al anterior y esta divergencia no solo se aprecia en la temática, sino también en el tono, la ambientación y los mensajes. Desde la Tierra contemporánea a decadentes estaciones espaciales del futuro lejano, pasando por mundos fantásticos y una buena panoplia de guiños, referencias e influencias que discurren desde la mitología nórdica a los mundos de Lovecraft.
No puedo dejar de señalar que Elizabeth Bear escribe como los ángeles. Tiene tablas, imaginación y registros casi ilimitados; sabe ser sensible, dura o implacable, solemne, cafre o distendida cuando la historia lo requiere. Una autora versátil y camaleónica que se atreve con todo, porque puede. En el excepcional uso del lenguaje suman los conocimientos científicos, biológicos, físicos, culturales y mitológicos de los que hace gala con una soltura y naturalidad que ya quisiéramos algunos. Tiene buen ojo e hila fino en cada metáfora y en cada símil, y es, en general, una auténtica gozada leerla. Si eres de los que oyen una voz en la cabeza cuando lees, las palabras de Bear te van a sonar a música. Por supuesto, todo esto caería en saco roto sin una buen traductora detrás. Aprovecho para felicitar a Silvia Schettin por un trabajo fantástico.
Como toda antología, Arcana mundi tiene sus más y sus menos. Aquí ya entra la valoración personal, subjetiva e intransferible de cada uno, de modo que no voy a postular de forma axiomática mi opinión sobre cada relato; solo mi humilde punto de vista. Evitaré los spoilers, como siempre.
"La marca de la marea" es uno de mis favoritos, una lanzadera perfecta al resto del libro. Un relato minimalista y repleto de sensibilidad que nos traslada a una isla donde un viejo robot de guerra, junto a un desarrapado niño humano, lleva a cabo una tarea muy especial a contrarreloj. Bear consigue ponerme los pelos de punta, grabando imágenes muy potentes en la retina con la empatía como hilo conductor.
"Amor en el talud" nos mete de lleno en un contexto fantástico para perpetrar una auténtica deconstrucción de la historia clásica de reinos y princesas. Un relato de profundo sabor feminista y una resolución muy interesante. Bien llevado desde la narrativa, buen trabajo desmontando clichés y maniqueísmos. Me ha gustado mucho.
"En la casa de Ariamán" brilla una señal solitaria es el relato que más problemas me ha causado. Es el más largo de todo el libro y, aunque se dejan entrever varias ideas interesantes, creo que no está todo lo bien ejecutado que debería. Este cuento peca por exceso; Bear parece querer introducir demasiadas ideas, temas y subtramas en un formato demasiado reducido como para darles la profundidad que merecen La consecuencia es una historia que se diluye entre atajos y vueltas en círculo, temas interesantes que se tocan superficialmente y un ritmo irregular. Me ha gustado mucho la original ambientación (una india futurista de corte biopunk), así como los personajes, pero la excesiva dispersión de ideas le hace un flaco favor.
"Annie Webber" marca el ecuador de la antología. Un relato muy breve con un tono más descafeinado y hueco para el humor. Bastante chulo.
"Los despojos del lobo" es un cuento que nos sitúa en el mundo actual y aborda temas como el matrimonio, el individualismo, la superación personal o el feminismo y los conjuga con pinceladas de mitología nórdica. Tiene tintes de ser una historia muy personal y me ha parecido ver a Elizabeth en la protagonista, pero aquí ya entramos en el terreno de la especulación. Una historia evocadora cargada de metáforas e insinuaciones. Me ha gustado.3591fd8371d8a45c4f60a1f0fba3fc86.jpg
"Mangosta" (escrito a dos manos con Sarah Monette) es mi favorito con diferencia. Narra las andanzas de un exterminador de plagas dimensionales y su inseparable compañera Mangosta en la estación espacial Kadath. El tono distendido, frenético, cafre en ocasiones y en todo momento divertido hace de este relato una auténtica joya punk espacial con múltiples referencias a Carroll, Lovecraft y hasta Hyperion. Me lo he pasado como un enano leyéndolo y solo lamenté que se acabara demasiado pronto. Firmaría por una novela protagonizada por Irizarry y Mangosta.
"La muerte de las emisiones terrestres" gira en torno a la posible existencia de vida inteligente en el universo (tema que ya se aborda de pasada en En la casa de Ariamán brilla una señal solitaria), la soledad en las implacables distancias universales. Aunque la idea es buena le falta desarrollo. Parece un relato hecho a medias que no termina de convencer ni de calar en el mensaje y, la verdad, veo más que discutible su inclusión como último cuento de la antología.
Mención aparte merece la nota de los editores que encontramos al comienzo del libro, una reflexión sobre la literatura de género y el snobismo que, en general, nos tiene a todos un poco hartos. Me quito el sombrero.
Resumiendo, Arcana mundi es un libro al que merece la pena acercarse, y Elizabeth Bear una de esas autoras a las que hay que leer, tanto por su desbordante imaginación como por el maravilloso estilo que luce. Desde aquí aplaudimos el trabajo que está realizando Fata Libelli por el género, trayéndonos este y otros muchos libros de los que también hablaremos en otra ocasión. Si los auspicios del buen Cthulhu nos son favorables.
Esta colección me genera sentimientos encontrados. Por una parte está maravillosamente escrito y hay unos cuantos relatos que me han gustado mucho. Además el imaginario de Bear es muy rico y es una colección bastante original. Sin embargo, siento que por lo general no he llegado a conectar con los relatos.
Dicho esto, tambien tengo que decir que me deja con ganas de leer más cosas de la autora.
Si algo me ha producido este libro, ha sido una terrible envidia por la maravillosa forma de escribir de la autora: rasgo mis vestiduras por mis escasas dotes y su imaginación, que se ve bastante salpimentada por unos conocimientos antropológicos y culturales de los que yo carezco, aunque cualquier día me leo un libro y no hay quien me pare los pies.
Disfruté mucho todos los relatos, aunque quisiera destacar Annie Weber por su simplicidad y originalidad, La marca de la marea porque tocó algo en mí que raramente toca nadie (aunque pueden Vds. irse poniendo en fila para intentarlo), y Mangosta por mezclar la ciencia ficción y los Mitos con una maestría estupenda. También cabría mencionar En la casa de Ariamán brilla una luz solitaria, que me recuerda bastante a Isaac Asimov en su mezcla de ciencia ficción y novela negra y cuyo final hizo que se me erizaran los vellos.
Junto con Tim Pratt, esta autora se ha convertido en uno de los mejores descubrimientos que he hecho en mucho tiempo. Sí, ya sé que Vds. ya la conocían, pero es que yo voy de guay por la vida y aún no he leído Hyperion.
3'5/5 Una antología un poco irregular, con un par de relatos excelentes y el resto que no son malos, pero que no me han dejado poso. http://dreamsofelvex.blogspot.com/201...
Todos los cuentos son fantásticos (en el sentido valorativo, no en el taxonómico). No tengo nada más que decir. Bueno, sí: los mundos tras "En la casa..." y "Mangosta" me parecen extraordinarios.