Las 7 cosas que nadie me contó del trabajo en equipo

«Cada persona es un mundo». Esa es la frase en la que siempre me escudé para justificar muchos de los problemas y malentendidos que he tenido a la hora de colaborar con otros. El trabajo en equipo tiene sus secretos. Unos cuantos. Que al parecer nadie me contó… y que yo aprendí tarde. Ya de mayor.

Trabajo en Equipo

Trabajar con otros en serio es de esas cosas que «se supone que se sabe». Pero ¿es así? ¿De verdad tenemos esa capacidad-habilidad, o nos tomamos la molestia de aprender-desarrollar? No sé tú, pero yo no. Y por lo que veo ahí fuera, la mayoría no.

No basta con «hablar las cosas», hay más

Lo dejamos todo a «hablar las cosas», a las mil reuniones que haya que convocar, y por supuesto a los millones de correos que nos vamos a intercambiar. «Cuando necesite algo de alguien lo pido y que me lo dé; y cuando otro quiera algo de mí que me lo diga y si puedo se lo hago».

«Uno de los mayores errores de un equipo es presuponer que sus miembros saben trabajar entre ellos.

Básicamente funcionamos así… Y se puede llegar a trabajar así. Pero no se puede llegar lejos así. Si buscas vivir con menos estrés, cumplir los plazos de las cosas con menos agobios, que haya menos malos rollos entre vosotros, y que los cientos de horas que pasáis juntos sean más fluidas, hay que hacer más cosas que «hablar».

Ojalá cuando empecé a trabajar con otros alguien me hubiera contado estos siete detalles. Son siete cosas que básicamente he aprendido con los kilómetros.

  • 1LOS DEMÁS LLEVAN UN RITMO DISTINTO AL TUYO
    Los hay más rápidos, los hay más lentos, pero no pienses que siempre vais a llegar a la vez a donde queréis. Eso tiene muchos nombres pero sobre todo uno: cumplir fechas y plazos. Mira ahora a tu lado: esa persona no llegará a la vez que tú, o cuando tú esperas. Muévete en consecuencia.
  • 2LOS DEMÁS NO SIEMPRE TE ENTIENDEN (AUNQUE HABLES MUCHO)
    Hablar es la base de la comunicación, pero no de la comunicación efectiva. Si no, piensa en esa última reunión en la que se ha hablado tanto pero no se ha acordado nada. Para que sintonicéis la misma emisora, tiene que haber varios ingredientes: qué-quién-cuándo, objetivos claros, comunicación de cambios-retrasos, etc.
  • 3LOS DEMÁS NO BUSCAN LO MISMO QUE TÚ
    Puede haber objetivos colectivos, directrices de proyecto, lineas maestras de trabajo… y eso no significa que siempre vayáis a perseguir lo mismo. Dejando a un lado intereses ocultos, la persona a la que le acabas de escribir un correo, puede que tenga en mente una cosa complementamente distinta por lo que tú peleas. Tal vez busca otra cosa incluso contraria a la tuya. Escucha, observa y descifra lo que hace.
  • 4LOS DEMÁS TIENEN RETRASOS COMO TÚ… Y NO TE LO VAN A DECIR
    Tal vez estés esperando que Juanito termine esa tarea JUSTO cuando se lo habías pedido. Pero lo que no sabes (porque seguramente él no te lo ha dicho), es que por el camino Juanito ha tenido varios retrasos por culpa de dos urgencias, peticiones inesperadas y un marrón del jefe. Tú crees que «está con lo tuyo» y que llegará a tiempo. Pero él ahora está agobiado por otras cosas. Tú te fías de su sistema de organización y tareas, y confías que cumplirá y te lo dirá a tiempo. Pero… ¿qué va a pasar al final?
  • 5LOS DEMÁS NO SE VAN A ANTICIPAR, ESO TE TOCA A TI
    Imagina que estamos a lunes y para el jueves necesitarás varias cosas de varios compañeros. La mayoría de la gente lo dejaría correr hasta el propio jueves, cuando diría: «oye, necesito que me hagas algo. Es que es para hoy» –> Malas caras, miniurgencias, planes de trabajo cambiados, etc. Solo unos pocos entienden que como los demás llevan otro ritmo y tienen bastantes más cosas, hay que adelantarse ya, pedirlo ya.
  • 6LOS DEMÁS TIENEN TANTAS COSAS COMO TÚ… O MÁS
    Vale, también puede que menos. Porque hay gente al lado que se toca la barriga y que hace cuatro cosas. Pero todo funciona mejor cuando interiorizas esto: ese otro compañero tiene en su lista de tareas de hoy veinte cosas. Incluyendo tareas clave, peticiones de última hora, varias reuniones y llamadas, y un pedazo de marrón que le caerá en cuanto aparezca el jefe. Muévete en consecuencia.
  • 7LOS DEMÁS NO VAN A HACER EL SEGUIMIENTO POR TI
    Sí, se lo has encargado. Incluso has hecho una buena delegación. Y desde ese momento es su responsabilidad. Pero eso no significa que mires para otro lado. Sin llegar a caer en el «síndrome del perro policía», puedes hacer un seguimiento que hará que no se te escapen cosas. Sobre todo las más importantes.

Eficacia para Equipos de Trabajo

Ya, ya lo sé. Se supone que sabemos estas cosas porque la mayoría son muy obvias. ¿Y es así? ¿Las sabemos? O mejor dicho, ¿actuamos como si las supiéramos?

Tu Productividad termina donde empieza la de ellos. ¿O es al revés???? Sea como sea, tú dependes de ellos y ellos dependen de ti. ¡Y eso es genial! Porque con estas y otras cosas que puedas ir aprendiendo o descubriendo, iréis potenciando y complementando el trabajo de cada uno. Lo de «SUMAR» va de esto.


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