El final del verano se convierte en un muy buen momento para hacer conservas caseras. Mermeladas, confituras, jaleas, dulces e incluso salsas y chutney llenaran vuestra despensa de color para el resto del invierno. Lo cierto es que en el mercado hay infinidad de conservas industriales, algunas realmente bien preparadas, pero no hay nada igual a una mermelada hecha por vosotros, de forma artesanal, con todo su aroma a fruta y además sin aditivos de ningún tipo.
Si el otro días os explicábamos cómo elaborar conservas en casa, os enseñábamos un montón de recetas de mermeladas para hacer vosotros mismos, hoy queremos traeros una selección de los mejores “cachivaches” que vais a necesitar si queréis poneros a preparar mermeladas y otras conservas en casa.
Como siempre con estas cosas, muchos son prescindibles, pero sin duda os harán la vida más cómoda, y cuando comencéis a preparar conservas en casa, los vais a querer todos, y es que, ¡esto de hacer mermelada en casa engancha!
La preparación
Lo ideal es que las frutas para hacer mermelada pasen un tiempo de reposo antes de ser cocinadas con el azúcar que vamos a añadir para favorecer que este se disuelva antes de empezar a cocerlas. Para esta operación, lo mejor es contar con un bol de acero inoxidable como este en donde podamos echar gran cantidad de fruta con el azúcar correspondiente y remover de vez en cuando cómodamente mientras que macera.
Este material no se corroe con el ácido de algunas frutas ni libera sustancias nocivas a nuestras conservas, por lo que este tipo de recipientes es el más adecuado para esto.
La cocción
LLega el momento decisivo de la cocción, para eso tenemos que disponer de una cazuela grande, alta y que evite salpicaduras que nos puedan quemar mientras que hacemos la mermelada o el dulce. Sin duda son muy prácticas una olla de acero inoxidable apta para inducción como esta que hemos visto en Amazon por 30 euros, con un fondo grueso para que no se peguen las conservas y muy buena difusión del calor.
Para conseguir nuestro punto óptimo en la mermelada, es preciso contar con un buen termómetro especial para conservas. Este en concreto que os presentamos, marca de 40 a 200 grados y además nos indica distintos puntos de cocción del azúcar, por lo que resulta muy práctico para repostería.
Para remover no podemos utilizar una cuchara o espátula de tamaño normal, sino que necesitaremos una larga y de madera, que evitará que nos quememos. Hemos encontrado una muy cómoda en Amazon, por el precio de 9 euros, que además nos permite colgarla del borde de la olla.
Existen muchas frutas ricas en pectina como la manzana, los cítricos, el membrillo o las ciruelas, pero otras como los frambuesas, fresas, moras, cerezas, piña, melocotón, calabaza, peras o melón son pobres en este compuesto que actúa como espesante natural de la fruta.
Para conseguir mermeladas con cuerpo podemos añadir algo de pectina o también agar agar, esto hará una mermelada más espesa y más fácil de echar sobre el pan. Estos dos compuestos naturales, son fáciles de encontar y aunque su precio no es económico, lo cierto es que se usa en pequeñas cantidades, por lo que a la larga tampoco encarece la memelada, y le da mejor textura.
El envasado
Si el proceso de cocción es importante, aún lo es más el de envasado. En las conservas caseras, es el momento en que debemos de tener en cuenta más que nunca la seguridad alimentaria para crear conservas duraderas y sanas. Para retirar los botes calientes de la olla de manera segura y sin quemarnos existen unas pinzas especiales muy prácticas, que seguro no puedes estar sin ellas cuando las conozcas. Por poco menos de 9 euros ¿vale la pena quemarse? Yo creo que no.
Dependiendo del tipo de fruta muchas veces necesitaréis colarla para evitar las semillas, como es el caso de higos, fresas, frambuesas o grosellas. Para eso disponéis de unas mallas muy finas por dónde pasar vuestras mermeladas, como esta estameña de naylon que no permitirá el paso de ninguna semillita ni impureza a vuestra conserva.
Os recomendamos que no recicléis botes de otras conservas comerciales, cuya tapadera puede estar dañada y no hacer el vacío correctamente. Para envasar vuestras conservas lo ideal es que compréis un lote de tarros herméticos de la capacidad que más se ajuste a vuestras necesidades. Por ejemplo estos de casi medio litro para una familia son muy prácticos.
A la hora de rellenar los botes es conveniente que no se ensucien demasiado por fuera y así evitar que después a la hora de cerrarlos no hagan bien el vacío. Por eso lo idel es contar con un embudo especial para rellenar botes. Podeis encontarlos más sencillos como este de plástico, o bien más duraderos y fáciles de limpiar de acero inoxidable.
Antes de cerrarlos es conveniente sellarlos con discos de cera para así evitar cámaras de aire dentro del recipiente. Tenéis un kit de 200 unidades y distintos tamaños por tan solo 5,50 euros en Amazon.
La esterilización
Las conservas caseras, para evitar problemas de contaminaciones bacterianas y mohos, es imprescindible esterilizarlas. Existen muchos métodos para realizar este proceso, desde una olla clásica y el baño maría hasta el horno o la olla exprés...
Pero si hacéis conservas y mermeladas habitualmente a lo mejor os compensa un esterilizador profesional de tarros como este que hemos encontrado por 129 euros y que permite pasteurizar hasta 14 botes de un litro. O si no, este modelo un poco más pequeño si no preparáis tantas cantidades de conservas caseras o no tenéis mucho sitio en la cocina.
La presentación
Tener una despensa bonita y ordenada es sencillo si contamos con unas etiquetas para identificar nuestras conservas y ponerles la fecha de elaboración. Además, las conservas caseras son un regalo muy chulo para familia y amigos, sobre todo si nuestros tarros los adornamos con unas bonitas telas para tapar las tapaderas o estos kits coordinados, que les de dan un aire campestre y tradicional que hará que vuestras conservas tengan todavía mucho más valor, y además de ricas sean preciosas.
Como veis el mundo de las conservas es apasionante, y si además contamos con todos estos ayudantes, muy fácil y sencillo.
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