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Las alegrías y los horrores de depilarle los genitales a desconocidos

Una experta en depilación explica detalladamente cuántas flatulencias y cuánto acoso sexual enfrenta en su trabajo.
Ilustración de This is -Gary.

Este artículo apareció originalmente en VICE Netherlands

La depilación es una forma de arte, y puedo decir por experiencia que es mucho más difícil de lo que parece, especialmente cuando se trata de las áreas íntimas. Los genitales tienden a ser partes del cuerpo sensibles y muy apreciadas, y todo puede salir terriblemente mal cuando la persona encargada de depilarte comete un error. También he escuchado muchas historias aterradoras por parte de los clientes, las cuales generalmente involucran tiras de cera adheridas a la piel, lo que significa que es necesario encerar y depilar el área nuevamente. Esa segunda depilación con cera puede causar hematomas o quemaduras, o incluso rasgar los labios mayores o el escroto

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Desafortunadamente, una vez tuve que despedir a una joven depiladora que trabajaba para mí porque se había drogado durante su hora del almuerzo. Cuando regresó al trabajo después de su descanso, sus clientes se quejaron de que la cera estaba volando por toda la habitación y de que accidentalmente las había quemado y les había causado heridas en la vulva.

Hay que tener en cuenta que, incluso si no estás drogado y usas todos los productos adecuados y tienes años de experiencia, las cosas aún pueden salir terriblemente mal. Durante el invierno, la piel de la mayoría de la gente es más gruesa o seca, y es propensa a romperse fácilmente. Eso es especialmente evidente en el caso de la piel alrededor del pene, que está bastante suelta y es muy suave. El verano trae sus propios problemas, ya que tenemos muchos clientes nuevos que no tienen idea de lo dolorosa que puede ser la depilación. Algunos simplemente se van después de algunos tirones porque no están preparados para lo mucho que duele, así que por favor ten en cuenta eso antes de depilarte por primera vez.


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Las mujeres que están a punto de tener su período también deberían ser más cuidadosas, ya que son más sensibles en ese momento y el dolor puede ser casi insoportable.

Pero el tratamiento no es solo un reto para el cliente; también puede serlo para los expertos en depilación. La circunstancias en torno a los genitales de un cliente puede ser bastante desagradable; a veces, mientras le hago una depilación brasileña, veo un poco de excremento adherido a los pelos de su trasero y tengo que usar un trozo de tela para quitarlo sutilmente.

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Recientemente, tuve un cliente que me advirtió de antemano que podría tener flatulencias porque acababan de dar una clase de yoga. Poco después, cuando estaba tratando de depilarla, ella simplemente no pudo evitar soltar unos pedos en mi cara. Ya no pude más con esa situación, así que la envié al baño para que se ocupara de eso. Otra de mis clientes es una mujer bastante grande, y depilarla puede ser una tarea pesada: a veces necesito usar hasta los codos para apartar su panza.

Pero yo diría que el reto más difícil es depilar a los hombres, porque, al ser hombres, a veces tienen una erección. Varios colegas me han contado sobre hombres que accidentalmente se vienen sobre sus manos a media depilación. Yo no he tenido esa experiencia, pero me han pedido salir en una cita después de haber depilado a un chico que no pudo contener su erección. Con tipos como ese, simplemente les retiro la tira de depilación con más fuerza.


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Es por eso que mi exnovio odiaba cuando depilaba a hombres: realmente no le gustaba la idea de que me ocupara del pene de otro tipo. Cuando depilé a mi ex por primera y única vez, comenzó a llorar después de arrancarle una sola tira y me gritó que me detuviera.

Aunque pueden pasar cosas repugnantes y no siempre sale exactamente según el plan, me encanta el trabajo en sí. Los clientes piden cualquier cosa, desde una pista de aterrizaje o un triángulo, hasta depilación completa. Para el Día de San Valentín, algunos clientes nos piden que hagamos en su pubis la forma de un corazón y lo coloreemos de rojo. A veces les damos el toque final con pegándoles una piedra en forma de diamante.

Pero la mejor parte de mi trabajo es la relación especial que tengo con mis clientes. Los veo cada mes de una manera muy íntima, y comparten sus secretos más profundos conmigo. Si me preguntas, el vínculo entre un experto en depilación y un cliente es uno de los más fuertes que hay.

* La escritora solicitó permanecer en el anonimato para proteger la privacidad de sus clientes.