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Almería, la última batalla perdida del susanismo

Pepe Fdez
Pepe Fernández*

Por solo 19 votos el aparato susanista ha perdido una muy simbólica batalla política en el seno del PSOE andaluz. Una batalla local, pero políticamente llamativa por varias razones.

La Agrupación Local del PSOE de Almería era un bastión cargado de simbología, entre otras cosas porque al frente de la Secretaría General estaba Fernando Martínez, miembro de la ejecutiva federal de Pedro Sánchez como responsable de la Secretaría para la Memoria Histórica. Martínez fue en los 90 el alcalde de la gran transformación de la ciudad de Almería, catedrático de Historia y, entre otras cosas, miembro de la Fundación Alfonso Perales. El laboratorio de ideas, análisis y estudio que creó el PSOE andaluz para que sirviese de brújula ideológica al partido en la comunidad y a la que ahora parece que Susana Díaz no presta excesiva atención, seguramente que por falta de tiempo.

Habría también que encuadrar cómo se ha impulsado desde la regional de Sevilla esta operación encaminada a quitar del escaparate el único poder orgánico que le quedaba al sanchismo en Andalucía.

Para librar la batalla “Sevilla” elige como ariete al senador, portavoz municipal y ex candidato a la alcaldía, Juan Carlos Pérez Navas. El hombre que ya en las primarias provinciales abandonó a sus tradicionales amigos y aliados dentro del partido y que ganó el reelegido susanista José Luis Sánchez Teruel. Muchos amigos entonces de Pérez Navas creyeron que su irrupción como tercero en discordia también fue impulsada desde Sevilla para dividir el voto y restárselos al candidato del sanchismo López Olmo.

En esta nueva ocasión Pérez Navas también desoye los consejos de viejos amigos del partido, como Antonio Bonilla alcalde de Vícar, el municipio más importante que tiene el PSOE, y se lanza a por el último grano de la granada que debían saborear en el Palacio de Sal Telmo. Juan Cornejo, número dos del PSOE-A, amigo y también senador como Perez navas, le acabó engatusando y tragó.

 

Una candidatura con media Junta

 

Han sido días de gran tensión dentro de la agrupación más numerosa e importante de la provincia. Visto desde la acera de la calle Pablo Iglesias de Almería era relativamente fácil vaticinar lo cruenta que iba a resultar esta batallita local que cerraba el paseo triunfal de Susana Díaz por su extenso territorio. Simplemente comprobar como el PSOE regional, vía institucional, se volcaba en favor de Pérez Navas, daba idea de que triunfaría el cambio de rumbo, con la consiguiente patadita en las espinillas de Pedro Sánchez. Una más desde Andalucía.

Luego, tras conocer los nombres de los integrantes de la candidatura “oficial” de Pérez Navas, se comprendía todo al ver a media administración periférica de la Junta en la ejecutiva del senador, entre ellos un delegado con ambiciones y cierta prisa que aspira a ser el cartel municipal socialista del año que viene en Almería capital. Claro que junto a personas con futuro, también reaparece el pasado cutre y celtibérico en la candidatura oficial, como aquel asesor socialista en Diputación, al que una Tv nacional le cazó en un chiringuito de playa tomando cervecitas y contando que él solo iba a la Diputación a cobrar, que ese era su trabajo de asesor pagado por todos.

 

Podrían haber sido más los votos de diferencia, aseguran los vencedores, si no se hubiese convocado (extrañas casualidades, dicen) el mismo día una reunión en Sevilla de la dirección regional de UGT-A.

 

Llegó el miércoles de la votación y hasta altas horas de la noche estuvieron recontando los votos y la sorpresa se produjo tras constatar una y otra vez que eran 19 los votos de diferencia a favor de la ejecutiva de Fernando Martínez.  Por poco, pero David volvía a vencer a Goliat con la camiseta de la Junta de Andalucía.

Podrían haber sido más los votos de diferencia, aseguran los vencedores, si no se hubiese convocado (extrañas casualidades, dicen) el mismo día una reunión en Sevilla de la dirección regional de UGT-A. Al menos una docena de sindicalistas, militantes todos del PSOE de Almería, no pudieron votar y “la gente de UGT estaba con la candidatura de Fernando” aseguran.

La jornada de votación tuvo también sus momentos de tensión, resumidos en la mirada de desaprobación que la ex Secretaria de Estado Consuelo Rumí le lanzó a su compañera Mari Carmen Ortiz, ex consejera de Agricultura, a la que se vio fuera de la sede repartiendo las papeletas de la candidatura oficialista en la que ella figuraba como presidenta del partido. Legalmente las papeletas debían ser tomadas por el votante en la cabina establecida dentro a tal efecto.

 

Cuantos días pasaran hasta que la reelegida ejecutiva local del PSOE, con Fernando Martínez que sigue al frente, le pida a Pérez Navas que dé un paso atrás y dimita como Portavoz municipal y concejal del ayuntamiento de Almería.

 

Este tipo de operaciones, donde se utiliza a personas, tienen sus efectos colaterales en la cotidianeidad de las mismas. Hoy se percibe dolor por amistades y lealtades perdidas, también se adivinan ciertos desgarros  y desengaños personales. La política, que sigue pareciendo un basurero.

Puestas como están las cosas, a la vista de este inesperado resultado, solo cabe abrir el casino de apuestas para que jueguen a contestar cuantos días pasaran hasta que la reelegida ejecutiva local del PSOE, con Fernando Martínez que sigue al frente, le pida a Pérez Navas que dé un paso atrás y dimita como Portavoz municipal y concejal del ayuntamiento de Almería para dedicarse a su labor en el Senado. Entre otras cosas porque resultaría un portavoz bastante increíble – sin credibilidad política ninguna– al no gozar del respaldo de su partido y así no se puede hacer una oposición eficaz como alternativa socialista.

 

*Pepe Fernández es Periodista

@Pepe_Fdez