Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Los secretos de 'Chespirito' en voz del 'Botija' y el 'Profesor Jirafales'

Edgar Vivar (Botija) y Rubén Aguirre (Profesor Jirafales) hablan de su trabajo junto a Roberto Gómez Bolaños, quien cumple 85 años
vie 21 febrero 2014 07:07 AM

(CNNMéxico).- “¿Sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?”, recita uno de los personajes que creó Roberto Gómez Bolaños Chespirito y que, según dos de sus más cercanos colaboradores, es también una respuesta para los detractores que critican su "humor sencillo y popular". 

Para el actor Edgar Vivar, un habitante del universo chesperiano —teniendo en cuenta que el apodo de Gómez Bolaños significa "el pequeño Shakespeare" — hasta la comedia de Aristófanes fue clasificada para las clases bajas y aun así se mantuvo por su universalidad que, dice, también refleja Chespirito.

“En la medida que más se toma un tema o un grupo, o una situación (en la comedia), se va reduciendo el abanico de posibilidades; el reto es hacer reír al mayor número de personas, hacer más universal la risa, creo que ese es gran mérito de Roberto, su humor es muy universal”, dijo Vivar sobre el comediante mexicano que este viernes cumple 85 años.

Hace más de cuatro décadas que Roberto Gómez Bolaños presentó al Chapulín Colorado, al Chavo del 8 y al Doctor Chapatín, personajes que se insertaron en el imaginario colectivo del mexicano, y de otros países de América Latina, con rutinas humorísticas inocentes en algunos casos y torpes en otros, diferentes al doble sentido y el albur.

“Sus argumentos tenían tres cosas: la sencillez, la blancura, porque era muy puro lo que hacía, y el ingenio terrible, ya lo dijo el mismo Chespirito, el drama llega al corazón, pero la comedia llega al cerebro, a la inteligencia, es más difícil triunfar en la comedia que con el drama, mucho más difícil, y Roberto lo logró porque tiene la suficiente inteligencia y la capacidad para hacer libretos que llegan a la inteligencia”, dijo Rubén Aguirre.

Publicidad

Quien diera vida al Profesor Jirafales en el programa de El Chavo del 8 recuerda las críticas que tuvo la emisión televisiva en un inicio al ser señalado como “un programa para bobos" o "un programa tonto”, pero que, según Aguirre, al final cumplió la función de llenar una necesidad de una gran parte de la sociedad.

La televisión mexicana vio nacer la serie Chespirito en 1970 en el Canal 8 —de ahí el nombre de El Chavo— para mantenerse en el aire 25 años. En ella, Gómez Bolaños realizaba sketches con personajes que años antes había creado, como el Chapulín Colorado, un antihéroe que pese a su torpeza, vencía el miedo para salvar a los que solicitaban su auxilio.

En una entrevista en Chile en 2008, Gómez Bolaños aseguró que el Chapulín Colorado le abrió las puertas en la pantalla chica, mientras que el Chavo del 8 le ganó el cariño de la gente. Ese niño huérfano que vivía en un barril y le gustaban las tortas de jamón conquistó el corazón de millones de televidentes en América.

“Siempre habrá un niño que no es brillante por falta de alimentación, un señor que siempre se las ingenia para no pagar la renta, una madre sobreprotectora que echa a perder a sus hijos; esas son las bases de la comedia, exagerar los rasgos de los personajes para provocar hilaridad”, dijo Edgar Vivar sobre la forma como Chespirito buscó retratar la realidad de varios países del continente.

En el mismo plano, Rubén Aguirre ve al Chavo del 8 en cualquier vecindad mexicana, en las favelas de Brasil o en los conventillos de Argentina. “Existe la vecindad en todas partes”.

“Yo creo que (Gómez Bolaños) se basa en la vida real (para construir sus personajes), no solo del Profesor Jirafales; por ejemplo Don Ramón, un tipo que no encuentra trabajo, que tiene mala suerte, pero es honrado, es bueno en el fondo, no es malo, pero tiene eso que le va todo mal (…) hay muchas cosas en el libreto basado en la vida real”, dijo Aguirre en entrevista telefónica.

El genio en las letras de Chespirito

Más que un amigo, Edgar Vivar considera a Roberto Gómez Bolaños como un maestro que le enseñó “la pausa en la comedia, de entender cuáles son los mecanismos de la risa”.

“Yo puedo decir que pude tener la dicha de tener al mejor escritor en la televisión mexicana para escribirme un personaje”, dijo el hombre que encarnara al Señor Barriga en El Chavo del 8 y al Botija en Los Caquitos.

Tanto Vivar como Aguirre destacan el ingenio de Chespirito para crear ese universo que los volvió en figuras de la televisión de la noche a la mañana.

“A mí me sacó de ser un actor mediocre en una figura de la televisión (…) actores como yo, como Ramón (Valdés), Quico (Carlos Villagrán), gracias a un gran personaje, a ideas de un señor como Roberto Gómez Bolaños se hacen de la noche a la mañana populares, no solo en México, sino en toda América”, dijo el Profesor Jirafales.

Aguirre señaló que en la construcción de sus personajes, el 100% del trabajo era de Gómez Bolaños, “nosotros el cero, todo era de él”. Aunque ellos contribuían con algunas frases como el "ta-ta-ta-ta" de Jirafales que el actor de 80 años retomó de un profesor de su primaria.

“El ta-ta-ta-ta equivale para la persona que para no estallar cuenta hasta 10 , contar hasta 10 para no enojarse, aquí para no gritar, para no golpear, explotar”, dijo Aguirre, mientras que Vivar recordó que la improvisación no estaba permitida con Chespirito, todo era apegado al libreto.

“Eso no quería decir que no se permitiera la aportación de chistes, se podían hacer durante el ensayo, que fueran de acuerdo con el personaje, que fueran de acuerdo con la acción dramática, y tercero, que fueran buenos”, dijo Edgar Vivar, quien considera como un reto para su carrera actoral el desmarcarse de los personajes que lo hicieran popular al lado de Gómez Bolaños. 

“Que bonita vecindad”

Otra clave del éxito del programa de Chespirito fue la convivencia de su elenco por más de dos décadas, algo parecido a ‘jugar’ dentro del set. 

“Toda esa dinámica, todo ese éxito que se tuvo, si no nos hubiéramos llevado bien todos no hubiera sido posible; existe un mecanismo que es la selección natural entonces hubo gente que se separó y hubo gente que se quedó, y el éxito prevaleció, porque el éxito estaba basado, como todo, en el trabajo y la dedicación”, señaló Edgar Vivar. 

Rubén Aguirre dijo que el trabajo con el elenco de Chespirito era todo diversión, “jugábamos mucho”, en especial con bromas hacia Ramón Valdés.

“Una vez, en el cemento (de una banca de un estadio) Ramón se tiró a dormir y al verlo boca arriba dormido se nos ocurrió, encontramos varias veladoras, y nos hincamos a rezar como si estuviera muerto (…) cuando despertó hizo un coraje y nos correteó a todos, mentándonos la madre”, recordó el actor.

Edgar Vivar destacó la igualdad que imperaba en el escenario pese a ser Roberto Gómez Bolaños la figura central del programa, cada uno de los personajes tenía la misma importancia.

“Él era el que producía, el que ideaba,  el que a cada uno le daba su lucimiento, él podría haber sido egoísta en algún momento dado y escribirse los mejores chistes pero no, fue muy compartido siempre”, concluyó.

Nota del editor: ¿Tienes algún juguete de los personajes de Chespirito o alguna vez conociste a los actores que los interpretaban? Te invitamos a compartir en Instagram tus recuerdos usando #ChespiritoCNN. ¡Las mejores serán publicadas en CNNMéxico.com!

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad