Ori and the Blind Forest: análisis

Ori and the Blind Forest: análisis
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Cuando las cosas se hacen con cariño y mucho mimo, nada puede salir mal. Y 'Ori and the Blind Forest' es una buena muestra de ello. A lo largo de los vídeos e imágenes que Moon Studios iba compartiendo con nosotros, todo parecía indicar que estábamos ante una verdadera obra maestra.

Pero es que sorprende más si cabe sabiendo que se trata de un estudio pequeño y que ha trabajado desde distintos puntos del globo terráqueo, comunicándose por Skype, tal y como nos explicó nuevamente Thomas Mahler, director de 'Ori and the Blind Forest', en la presentación de la semana pasada en Madrid. Al final todo se reduce a disfrutar con lo que haces. Y eso se refleja en el producto final. Deberían tomar buena nota de esto el resto de compañías de este sector.

Al nivel de las producciones del Studio Ghibli

Ori and the Blind Forest

Se pueden resumir perfectamente las sensaciones iniciales de 'Ori and the Blind Forest'. ¿Recordáis el soberbio comienzo de la película Up? Pues con este videojuego nos pasa algo parecido. Y si a ello le unimos una estética claramente inspirada en las producciones del Studio Ghibli, con personajes con los que empatizaremos a las primeras de cambio y capaces de emocionarnos con suma facilidad, será habitual el preguntarse si estamos ante un videojuego o una película de animación capaz de ganar un Oscar. Ojalá se viesen más títulos así, desde luego.

Pero no hay que llevarse a engaño. 'Ori and the Blind Forest' nos gana por su estética, sí, cuidada hasta el más mínimo detalle, desde luces y sombras a cualquier transición del movimiento de Ori o los paisajes por los que se mueve, con distintos planos. Pero también resulta exquisito en lo que más importa para un videojuego: el control. Si nos matan es por nuestra torpeza, no por Ori.

Aparte que para un título de estas características (es un metroidvania) es un aspecto esencial ya que no pararemos de movernos de un lado sorteando todo tipo de peligros (enemigos o trampas de distinta índole) sacando partido a las habilidades que iremos desbloqueando de Ori. Aquí hay que destacar, además, el sensacional diseño de niveles por parte de Moon Studios. Todo está pensado hasta el milímetro y cada zona es lo suficientemente variada para que en ningún momento se persone el tedio por nuestra cabeza. Engancha y sorprende como pocos en su género.

Ori and the Blind Forest juega en otra liga

Ori and the Blind Forest

Que nadie se piense que por gozar de una estética infantil, como si de una película de animación se tratase, resulta una aventura sencilla. Ni por asomo. 'Ori and the Blind Forest' es desafiante y cuenta con una curva de dificultad también muy cuidada. Al final a uno se le acaban los adjetivos para describir cada punto de este trabajo de Moon Studios. Pero es que ya lo decíamos al principio: se nota todo el mimo y los duros años de trabajo para crear un producto tan redondo.

Salvando las distancias, me ha recordado a 'Super Meat Boy' en estos dos puntos en concreto. Por un lado, esa curva de dificultad que va en aumento y que nos hará ver que lo que antes nos parecía un trayecto difícil ahora no lo es tanto. Y porque aquí moriremos mucho. Lo curioso es el método en el que nos penaliza el juego, porque aquí no habrá guardado automático (salvo puntos muy concretos), sino que seremos nosotros los que, tras gastar energía, crearemos un vínculo de alma que supondrá un punto de control. Y creedme cuando os digo que se os olvidará un montón.

Eso de avanzar y avanzar para morir y darte cuenta de que el último vínculo de alma lo habías creado en una zona muy alejada para tener que rehacer todo de nuevo es una de las cosas más llamativas de 'Ori and the Blind Forest'. También porque seremos nosotros los que decidiremos esto. Y para los habituales a los metroidvania, sí, también habrá zonas seguras en donde podremos guardar la partida y reponer la vida (en este caso, pozos de espíritu). La diferencia respecto a otros del género es que no habrá teletransportación entre estos pozos, que sería lo suyo.

Recorrer de punta a punta el onírico mundo en el que se ve en vuelto Ori tampoco resulta pesado, en cualquier caso. Y si hablamos de horas de juego, sin contar los reintentos por las muertes, decir que a mí me ha llevado completarlo 6 horas y 45 minutos, y con casi todo al 100%. La pena aquí es que llegado a cierto punto (el monte Horu) no habrá marcha atrás y al finalizar la historia no podremos recorrer nuevamente el mundo sobre el que se asienta el Árbol del espíritu. Avisados estáis. Más que nada porque me he perdido una célula de vida y tres de energía para el 100%.

Un metroidvania que supone un soplo de aire fresco

Ori and the Blind Forest

El género de los metroidvania es de mis favoritos y me alegro que esté habiendo un resurgir estos últimos años, con muchos que están por llegar en 2015 y 2016. Pero es que destacar entre todos ellos tiene un mérito incontestable. Porque este trabajo de Moon Studios aporta mucha frescura.

Para empezar, las habilidades de Ori no serán las habituales, pese a que haya algunas que inevitablemente sigan siendo una constante en el género. Pero es que incluso el método para atacar tampoco será el clásico. Porque Ori, de por sí, es inofensivo hasta que se topa, muy al principio de esta historia, con Sein, la luz y los ojos del Árbol del espíritu. En ese momento podremos lanzar llamas de espíritu que se dirigen al enemigo de modo automático (siempre y cuando estemos dentro del radio de acción) y que también podremos mejorar. Aunque habrá más variantes de ataque.

'Ori and the Blind Forest' también destaca a la hora de que nos comamos el tarro con sus puzles. Reconozco que con dos me pregunté si realmente tenía que tirar por ese camino porque no le veía salida... Hay que fijarse bien y saber perfectamente qué cambios suponen las habilidades que nos han dado o sobre todo el elemento con el que estemos jugando en ese momento, como el de la gravedad. Y aquí hay que darle otra medalla a Moon Studios por lo bien que ha planeado todo.

Para rematar el apartado de elogios, su excelente banda sonora acompaña como un guante todas las situaciones que viviremos con Ori, enfatizando las sensaciones para que se nos pueda escapar alguna lágrima o ponernos los pelos de punta. Lástima que no haya opción para escuchar cada tema con tranquilidad desde el menú del propio juego (no así para las cinemáticas tan Ghibli).

En definitiva, una auténtica maravilla de las que dejan huella. Claro candidato a GOTY.

A favor

  • Exquisito apartado técnico
  • Diseño de niveles muy cuidado
  • Manejar a Ori
  • Su banda sonora

En contra

  • Que no haya salido en físico con un peluche de Ori
  • O que no dure eternamente

Sitio oficial | Ori and the Blind Forest

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