Los familiares de Julio Zamprita, fallecido hace seis meses a causa de un infarto, han presentado hoy una demanda contra el Servicio de Donación de Cuerpos del Hospital Virgen del Finde, en Calatayud, al descubrir que el cuerpo de Zamprita, donado a la ciencia, se estaba usando para calzar una mesa de laboratorio.
«Esta mesa sirve para experimentar con nuevos tejidos que pueden contribuir al avance de la ciencia. Los familiares deberían estar orgullosos», argumenta uno de los médicos que se beneficia «de la estabilidad que la zona inguinal del fallecido nos proporciona cuando tenemos que dar golpes fuertes a la mesa para callar a las ratas o lo que sea».
«Donas tu cuerpo a la ciencia y te clavan la pata de una mesa en los cojones. Yo no entiendo de medicina pero a mí no me parece normal», se queja el hijo de Julio Zamprita. «No son los testículos, es el conducto inguinal. Pero claro, la gente se cree más lista que nadie. Si comprobaran el partido que sacamos del cuerpo de este hombre, ellos mismos querrían un cacho», insiste el médico.
El hospital ha lamentado en un comunicado que «el uso que se está dando al cuerpo, donado con pleno consentimiento, no se ajuste a las expectativas de la familia», pero al mismo tiempo recuerda que «las necesidades de los investigadores son las que son, y los recortes sanitarios obligan incluso al departamento de administración a recurrir a las cabezas de los cadáveres porque faltan pisapapeles y otros muchos utensilios básicos de oficina».
El centro hospitalario no ha querido revelar la procedencia del pie derecho que se usó para jugar a los bolos tras la cena navideña del pasado jueves.
